Rompiendo el Corazón de Un Chico Malo || YoonMin || Adaptación

I. Habla con el Chico Malo.

La cafetería de Seoul Academy estaba atestada de gente gracias a la hora de almuerzo. Los alumnos recorrían la cafetería de un lado a otro mientras mis amigos y yo hacíamos fila para conseguir nuestros almuerzos. Los días como hoy, con mucho calor en pleno verano, a la gente le gustaba comer en las mesas al aire libre. Nosotros no éramos la excepción, también queríamos ir ahí, pero para eso necesitábamos nuestros almuerzos rápido, pero la fila para conseguirlos era muy larga y lenta.

—¿Qué vamos a hacer para vacaciones? —preguntó Kim NamJoon, mi mejor amigo.

Lo miré confundido. Para aquello faltaba bastante.

—Yo iré a visitar a mis abuelos al sur —contestó TaeMin. Mi otro mejor amigo.

—Chicos, falta para vacaciones —respondí resoplando—. Hace dos semanas hemos entrado a clases.

Detrás de mí escuché unas fuertes carcajadas, di media vuelta para ver que provenían de donde se encontraban los chicos que se creían populares, o más bien lo eran, estaban casi detrás nuestro. Un cuarteto casi inseparable, hasta ese momento. Jung HoSeok, Kim JongIn, su mejor amigo Lù Hán -y faltaba Min YoonGi, quien no aparecía desde que empezaron las clases–. Mi corazón se aceleró al escuchar las risas de HoSeok, tenía un secreto enamoramiento por él desde siempre.

No escuché lo que decía MinMin porque me quedé como tonto mirando la fila esperando a que avanzaran, hasta que sentí un empujón que me llevó varios centímetros adelante empujando a alguien en el proceso. Me disculpé con la mirada con la chica que había chocado y volteé para ver quién era el que ocasionó todo.

—Eh, lo siento —murmuró Hobi, como le decían, sonriéndome con vergüenza. Sus mejillas se sonrojaron, a la par de las mías porque sentí arder mi rostro.

Lo miré algo embobado. —No te preocupes.

Asintió y volvió a donde se encontraba JongIn, a unos metros de nosotros, quien nos miraba riéndose descaradamente. Negué con la cabeza.

HoSeok era muy guapo.

Sentí un codeo y volteé a ver. TaeMin me miraba moviendo sus cejas sugestivamente.

—Creo que tienes un admirador —murmuró él en voz baja.

—Creo que le gustas —dijo Nam apoyando a Lee—, pero pienso que es un idiota.

Hubo un silencio mientras en mi mente sólo cabía la posibilidad de que era mentira. Los dos. No podría gustarle y no era un idiota. Nunca me había prestado atención antes y era un chico muy inteligente en clases, compartía con él algunas y me daba cuenta de lo brillante que era.

Mi amigo hizo un sonido estrangulado mientras cubría sus partes.

—Chicos, me orino —anunció él sin avergonzarse de la gente que estaba alrededor escuchándolo—. Ya vengo.

Asentimos, pero él ya estaba corriendo en dirección a las puertas de la cafetería que conducían al pasillo y a su vez; a los baños.

—No sabes lo que ha pasado —dijo NamJoon con seriedad en su rostro luego de mirar a Tae correr por la cafetería. Lo miré interesado en sus palabras, el chisme era bienvenido justo ahora—. Supuestamente la madre de Min YoonGi falleció la semana que entramos a clases.