Rompiendo el Corazón de Un Chico Malo || YoonMin || Adaptación

XXVI. Rebusca En Sus Cosas

La semana había pasado muy rápido. ¡Ya era hora del baile de bienvenida! Sí, dirás: "¡Pero ya pasó más de un mes de clases!". Pues nuestro queridísimo director del Seoul Academy pospuso el baile para después de las olimpiadas alegando que era mejor que fueran primero las olimpiadas y luego el baile para que haya más tiempo de preparación para los juegos. Obviamente las chicas se entristecieron, pero al final no había que ponerse triste. Ni siquiera tenía ropa para el baile en esa época. Ahora todo cambiaba. El día miércoles mamá me acompañó a comprar lo que usaría para el baile que se llevaría hoy. Sábado. SeokJin y HyeJin me invitaron a unirme con ellos a comprar ayer, pero yo ya tenía mi ropa. Aun así insistieron diciendo que nunca había salido con ellos y al final acepté. Pasé un buen momento y pude conocerlos más a fondo. En especial a HyeJin, quien parecía reservada, pero era peor o igual que Jin de loca.

Anoche recibí un mensaje de TaeHyung preguntando si podía pasarse hoy por aquí para conversar, pero le dije que me alistaría para el baile y que podía esperar. Insistió en venir a echarme una mano con el asunto del maquillaje y peinado, pero le recordé que él debía interpretar su papel de chico popular y que tenía que alistarse con JongIn y sus esbirros. O mejor dicho, con todo el Clan Maléfico. Al final él claudicó y dijo que nos veríamos en el baile y que me cuidara con YoonGi.

Estos últimos días él se estaba comportando de un modo muy raro. En toda la semana me recogió y me llevó al instituto, pero cuando bajábamos de la moto, él se iba por su cuenta y yo tenía que ir por la mía. ¿Acaso estaba así porque le había dicho "te quiero". Por Dios, el me lo dijo y yo le respondí. Debería estar feliz por saber que su plan estaba "teniendo éxito". Yo por otro lado, no sabía si realmente mi plan funcionaría. ¿Estaría resultando tanto esfuerzo de mi parte? Yo soy buen actor, con él entraba a mi papel de 'chico feliz que ama a su novio', pero parecía que él ni cuenta se daba. Estaba más alejado, y me preguntaba internamente si era por el tema familiar que tenía. Nunca le pregunté y tampoco me daba la oportunidad. Quería visitarlo en las tardes luego de haber almorzado y hecho todos mis deberes, pero me ponía excusas diciendo que tenía que trabajar. Otro asunto que nunca podía tocar porque me cambiaba de tema o se cerraba y se iba. Cuando le pregunté si iría al baile conmigo, juntos como pareja frunció el ceño diciendo que él no iba a esas cosas. Eso ya lo sabía porque con JongIn iban y luego él se retiraba luego de cinco minutos. Me decepcionaba ir solo, pero no me lo perdería por nada del mundo.

En la escuela, HoSeok siempre me lanzaba miradas cuando YoonGi no estaba. Eso me ponía muy nervioso. Nuestra relación de amistad se había enfriado luego de nuestro casi beso en donde YoonGi casi le rompe la cara. Luego de eso, ya ni podía mirarlo a la cara, y ahora me viene con que le gusto y no sé qué más. Era de locos. Lo que siempre quise está ahora en mis narices y yo hacía todo lo posible con ignorarlo. No estaba realmente enamorado de él, nunca lo estuve, pero eso no quita el hecho de que me gusta y que es el mejor amigo de mi novio y que nunca podríamos estar porque probablemente Yoon le rompería no solo la cara.

Y lo que dijo YoonGi acerca de JongIn y TaeMin sin fastidiarme fue cierto. Cuando caminaba por los pasillos y me los encontraba, me lanzaban miradas furiosas en mi dirección más no me decían ni mu. No sabía cómo Yoon los había manipulado para que no me molesten, pero sea lo que sea estaba muy agradecido. Odiaba el drama en mi vida, pero últimamente mi vida era un drama total. Mucho peor que una novela mexicana, ¡imagínense!

Sin muchos ánimos decidí comenzar a alistarme. Eran sólo las cinco de la tarde, pero el baile de bienvenida comenzaba a las ocho de la noche. Me quedaban tres horas para alistarme, bañarme, maquillarme y todo aquello.

Luego de un buen baño, me sequé y comencé con el show. Me maquillé el rostro de forma natural. En mis párpados un poco de sombra, no muy notoria, y delineador negro, dibujando una fina capa. No era el mejor estilista -eso se lo dejaba a TaeHyung-, pero sabía cómo hacer resaltar mis ojos marrones. Cuando estuve listo bajé a la sala, pero mamá no estaba. La busqué en su cuarto. Se encontraba tendida mirando una película en su laptop. Su pijama era más vergonzoso que él mío. Era de manga corta, pero tenía dibujos en el frente. ¿Qué hacía una mujer de treinta y ocho años vestida así?