Rompiendo el Corazón de Un Chico Malo || YoonMin || Adaptación

Extra I: YoonGi Vuelve Por Él

YoonGi.

Entré a mi casa con mi mamá detrás. La situación había resultado al final y por fin mi madre estaba libre. A pesar de que esta era tanto su casa como la mía, le indiqué su cuarto y la dejé para que se aseara y acomodara sus cosas.

Nuestra relación no era la más cariñosa, pero la amaba. Y haría lo que fuera por mi madre. Si eso significaba alejarme del único chico a quién de verdad había amado. Pero estaba de regreso por una razón. Tal vez el destino nos daba una segunda oportunidad. Sin planes, sin mentiras y sin corazones rotos.

Subí mi pequeña maleta y la dejé en mi habitación. Entré al baño para ducharme luego de un largo día. Luego de varios minutos, salí con una toalla en mi cintura y me vestí con mis jeans, una camiseta blanca, mi casaca por el frío y por supuesto, mis botas favoritas de él. Me las había regalado y era el único calzado que usaba porque me recordaba a él. Tenía muchísimos pares de zapatos, pero no los usaba porque no eran importantes. No como este par de botas del chico que quería recuperar.

Bajé al garaje para encontrar mi moto querida cubierta por una sábana. La saqué con cuidado admirando mi moto. Recordando los momentos en donde llevaba a JiMin detrás de mí cada día a la escuela y de vuelta. Sacudí mi cabeza y la saqué a la calle. Antes de partir me aseguré de avisar a mi mamá donde iría y para qué, lo que sacó una sonrisa de ella. Le había contado a mi mamá todo lo que me había ocurrido y estaba más que feliz de saber que su hijo se había enamorado. Le causó gracia toda la situación, pero también tristeza por saber que le habían roto el corazón a su hijo. Me aconsejó que luche por el chico que quería. Porque difícilmente la vida te da segundas oportunidades.

Mamá no tuvo que repartirlo dos veces. Antes de que me dijera, yo estaba seguro de lo que haría. Volvería por él. No me importaba si no estaba enamorado de mí. Lo enamoraría a como dé lugar. JiMin era mío. Mi primer amor. Alguien a quien nunca olvidaría y quería tener un todo con él.

Me aseguré de tener suficiente gasolina en mi moto para partir a su lugar. Manejé por cinco minutos con prudencia hasta detenerme en su casa. Su madre no se encontraba en casa. Su auto no estaba y las luces estaban apagadas. Eran las siete de la noche por lo que deduje que estaba trabajando. Saqué mi celular y miré entre mis contactos por JiMin. Marqué nervioso su número y pequé el aparato a mi celular. Era la primera vez que lo llamaba desde que desaparecí.

La operadora al otro lado me dijo que este número no existía. Miré mi celular con furia. ¿JiMin había cambiado su número?

Solté un suspiro y seguí mirando mis contactos. ¿A quién podía llamar?

Abrí mis ojos como platos cuando me di cuenta que SeokJin podría saber. Él era gran fan de nuestra relación y sin duda sabría donde rayos estaba Minie. Por lo menos esperaba eso.

Busqué su nombre en mis contactos y esperé. Pasaron cuatro timbrazos antes de que él contestara. Gracias a Dios no había cambiado su número.

—¿Aló? —la voz de Jin sonó rara por teléfono.

No dije nada por unos segundos.

Estaba nervioso, no podía negarlo.

—¿SeokJin? —pregunté con voz ronca. Luego de unos segundos en que la línea siguió en silencio, carraspeé—. Soy yo. YoonGi.