XVI. Animalo

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—Creo que necesitas repetírmelo, JiMin. —dijo JK en medio del pasillo de mi instituto.

Ugh, me exasperaba tener que repetir las cosas. ¿No entendía que me había quedado a dormir en la casa de YoonGi? ¿En su cama? ¿Y que me había despertado asustado y con dolor de cabeza por el jodido alcohol que tomé? ¿Y que dejé a YoonGi durmiendo plácidamente porque me daba vergüenza despertar en la misma cama que él?

—Ugh, ya te dije. El viernes en la noche...

—¡Ya sé! —Kook gritó exasperado pasándose la mano por el cabello—. Es sólo que no puedo creerlo.

Sip, era demasiado para digerir en sólo diez minutos así que dejé pasar unos segundos para que Nochu pueda asimilarlo.

—¡Venga aquí, Jeon! —gritó el entrenador de JungKook cerca de nosotros.

—Es mi hora del calentamiento —suspiró él, abatido—. Prométeme que luego me buscarás para seguir hablando.

—No soy yo el que te buscará, sino tú a mí —sonreí y lo abracé—. Suerte en el partido. Tú puedes. ¡A ganar!

Sonrió y se alejó trotando hacia un grupo de chicos con uniformes de fútbol. Me quedé solo en el pasillo viendo cómo se alejaban en dirección al gimnasio.

Esta semana eran las olimpiadas y todo el instituto era una revolución.

Había personas por doquier de cinco institutos diferentes aquí. Todos venían para las Olimpiadas Interestatales con la intención de apoyar a su equipo -o jugar si es que estabas en uno-. Yo por mi suerte odiaba el deporte, y por eso no estaba en ninguno. Solo venía a la escuela a apoyar a mis amigos, además bajaban puntos si no asistías. Por lo tanto estaba vestido con los colores de la escuela. Un jean ajustado blanco, mis converse blancas y una camiseta de la escuela color guinda.

Si se preguntan qué pasó el viernes en la noche en el cuarto de Gi, la respuesta era dormir. Quedamos profundamente dormidos, su cama era tan cómoda que me eché y al instante caí en un coma profundo. Sólo me desperté cuando al día siguiente mi celular vibró en la mesita de noche con un mensaje de mamá. Tenía que estar en casa en diez minutos. Gracias a Dios, la casa de Yoon era cerca a mi casa y llegué a tiempo. Ni siquiera se despertó mientras yo lo hacía, pero me di cuenta que él había abierto su otro regalo y reposaba en el suelo de su habitación. Unas impresionantes botas de cuero negras, exactamente las mismas que el usaba.

No volví a hablar con él, hasta el día de hoy, lunes.

Mi celular vibró en mi bolsillo. Era un mensaje de Yoonie.

Estoy a punto de jugar. Deséame suerte ;).

El entrenador Bang SiHyuk al final había seleccionado a YoonGi para que juegue en esta temporada, sin prueba o evaluación para sorpresa de todos. Y hoy iba a enfrentarse al equipo de JK. Mierda. Estaba algo asustado. No sabía a quién apoyar, a mi mejor amigo o a Gi. Esto era un desastre.

Le respondí al instante.

Suerte ;D.

No sabía a dónde ir. Supuestamente TaeMin y NamJoon estaban en la cafetería esperado por mí. Eso fue lo que ayer en la noche quedamos. La mayoría de gente se encontraba en las canchas de afuera, pero no tenía ganas de ver el partido que estaban jugando ahora. Nam no jugaba hasta mañana así que hoy lunes estaba de descanso.

Una mano tocó mi hombro y grité asustado en medio del pasillo. Todos los que estaban cerca voltearon a verme. Yo me hice a un lado para ver quién diablos me había asustado.

Rompiendo el Corazón de Un Chico Malo || YoonMin || AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora