III. Ignoralo Completamente.

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Estaba decidido a ignorar completamente a Min YoonGi.

Pero mis planes de ignorarlo fueron desechados a la basura cuando el profesor de Álgebra me dijo que necesitaba un tutor o si no iba a reprobar su curso. Me dio a elegir de tutor entre Nate Heller y YoonGi. ¡Por Dios! El primer chico me daba repulsión y el segundo me causaba furia. Pero me decidí por YoonGi, creía que debíamos hablar y quedar en paz. Yo también lo había empujado al extremo cuando fui muy tosco queriendo darle mis condolencias. Lo admitía. Ahora sólo faltaba que él admitiera su idiotez.

Por eso estoy aquí, frente a su casa. Reflexionando entre tocar el timbre y lidiar con el chico que me tiene loco -en el mal sentido- o lidiar con el profesor y sacar mala nota. Medité un rato en esto. Si desaprobaba el estúpido curso, mi madre me gritaría y estaría castigado toda mi vida sin celular, ordenador, iPod, televisor, netflix, y muchas cosas más. Ustedes entienden; sería como un suicidio.

No, definitivamente prefería lidiar con las estúpidas matemáticas y Min Suga que estar castigado para toda la vida. Bueno, tal vez exageraba un poco, pero quien se llevaba el premio a exageración era mi madre.

Pasé una mano por mi cabello por el nerviosismo y me armé de valor. Toqué el timbre. Su casa no era para menos. Con tres pisos, ventanales a lo largo de la pared junto con unos balcones ubicados en el segundo y tercer piso, y su jardín probablemente haría envidiar a mi madre, la amante de la naturaleza, o a cualquiera. Apostaba que por dentro su casa era tan hermosa y grande como por fuera. Y que tenía piscina. Sí, seguro. ¿Acaso su familia fue millonaria? Antes vivía en una casa mucho más pequeña al lado de la mía. Me quedé absorto pensando cómo rayos hizo YoonGi para tener una casa así hasta que la puerta se abrió.

Jadeé ante la sorpresa. Jung HoSeok, mi amor platónico de toda la vida, mejor amigo del estúpido YoonGi, me abrió la puerta. Sin camiseta. Mi sueño hecho realidad.

¡¡¡Virgen Santa!!!

Me quedé mudo por la sorpresa. Sus impresionantes ojos chocolates me miraban fijamente con un brillo de diversión. Al instante me puse nervioso.

Una voz ronca proveniente de la casa preguntó:—¿Quién es, Hobi?


—JiMin —murmuró HoSeok. Abrió la puerta más para mí y me dejó pasar—. Hola.

Una sonrisa cruzó mi cara y estaba a punto de entrar, pero al ver a Min sin camiseta y mojado en medio de su sala provocó que se me borrara la sonrisa y abriera la boca más de lo necesario en una expresión de asombro.

¿Acaso era el día del exhibicionismo o qué?

Pero los pasos de otro persona resonaron anunciando su llegada.

—Cierra la boca que se te cae la baba —dijo el famoso Kim JongIn detrás de YoonGi, en traje de baño.

Mi duda se disipó. Definitivamente era el día del exhibicionismo.

En cuanto a lo que dijo, sucedieron varias cosas: HoSeok me miró fijamente alzando una ceja mientras YoonGi se limitó a mirarme sin ninguna expresión y JongIn, la perra de Kai, como le decían, tuvo la desfachatez de poner un brazo alrededor de Min y sonreírme con sorna.

Como si fuera a importarme.

Oh por Dios, mis mejillas ardían de la vergüenza de que todos se dieran cuenta de cómo me comía con la mirada a Jung y a Min, pero vamos, no era mi culpa que ellos estuvieran haciendo topless en su casa justo cuando abrieron la puerta. No se supone que la gente abra la puerta en esas condiciones y mucho menos HoSeok, con ese cuerpazo. Debían de ponerse una camiseta ahora mismo. Lo peor de todo es que algunas gotitas de agua corrían por sus asombrosos abdominales.

Rompiendo el Corazón de Un Chico Malo || YoonMin || AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora