A la mañana siguiente, Thor se encontraba despierto desde muy temprano. Quería hablar con Loki acerca de la decisión de Padre de Todo sobre conseguir consorte, así que se alistó con calma y pensó muy bien lo que diría, ya que no quería que Loki se molestara aún más o malinterpretara algo.
Salió de su habitación y se dirigió a la del azabache. Esperó unos minutos antes de tocar.
—Loki, soy yo. Quiero hablar contigo, por favor, déjame pasar.—no hubo respuesta. Thor lo intentó unas cuantas veces más pero todo seguía en silencio. Así que decidió entrar por cuenta propia.
—Hermano, ¿estás aquí?—preguntó Thor, pero seguía sin recibir respuesta.
La luz del día aún no se filtraba en su totalidad a la habitación, ya que las cortinas de seda verde lo impedían, por lo que llegó a tientas a la cama y notó que estaba vacía. Esto lo alarmó un poco, registró incluso el baño porque creyó que se estaría duchando pero no había nadie. Aprovechó a mover las cortinas para tener una mejor visión, pero se dio cuenta de que la habitación estaba desolada y había caos a su alrededor. Thor pudo deducir que Loki la había pasado realmente mal durante la noche; su habitación estaba casi destrozada.
Decidió buscarlo en los diferentes rincones del palacio que él solía frecuentar, como la biblioteca o el jardín de Frigga, pero ambos estaban vacíos y nadie lo había visto. Eso le generó un inmenso temor, así que con Mjolnir en mano se dirigió a gran velocidad hacia el Bifrost donde se encontraba Heimdall.
—Buen día, Thor.—dijo el guardián al verlo llegar. —¿Necesitas algo?
—Buen día, Heimdall, ¿puedes decirme dónde está Loki? No lo encontré en su habitación y temo que haga alguna locura.
Heimdall procedió a buscar al susodicho pero su sorpresa fue grande al darse cuenta de que no podía encontrarlo.
—Lo lamento, amigo, pero no puedo verlo. Supe que recuperó su magia, incluso lo vi durante la noche, luego de que saliera del salón del trono; se veía realmente abatido. Sin embargo, en un punto de la noche debió colocar una barrera que me impide verlo. Ni siquiera puedo sentir su magia. Lo lamento, amigo.
—Maldición. ¿Por qué debía pasar esto? Justo cuando nos llevábamos de maravilla.—Thor se dejó caer al suelo con una expresión devastada—Asumo que ya sabes lo que mi padre dijo.
—Así es, enhorabuena. Serás un magnífico rey.
—Tal vez aún no esté preparado para eso. No podré concentrarme en nada hasta encontrar a Loki.
—También se que debes encontrar una consorte.—dijo Heimdall mientras se acercaba a Thor—¿Irás a visitar a la midgardiana?
—¿Jane? No, no tengo deseos de viajar. No hasta encontrar a Loki, no puedo estar tranquilo. ¿Qué tal si huyó por la decisión de mi padre?
—Supongo que eso no podremos saberlo justo ahora. Será mejor que vayas con Odin y le informes acerca de esto.—respondió Hemidall en completa calma.
Thor se puso de pie y se despidió del guardián. No sin antes pedirle que le informara por si veía a Loki.
Al haberse desplazado con Mjolnir llegó rápidamente al palacio. Por la hora, asumió que sus padres se encontrarían desayunando. Se dirigió al comedor y en efecto, ahí los encontró. Su madre levantó la mirada y le dio una tierna sonrisa.
—Buenos días, Thor. ¿Amaneciste bien?
—Buenos días. Eso creo.
—¿No está Loki contigo?

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Carry You -Thorki-
Fiksi PenggemarTras fallar en su intento de conquistar Midgard, Loki es llevado de regreso a Asgard, donde su castigo por sus crímenes le espera. Pero no todo parece ser malo, Thor tiene intenciones de hacer las paces con su hermano y volver a los viejos tiempos. ...