Carry You -Thorki-

18

—Thor, basta.

—No quiero.

—Alguien podría vernos.

—No me interesa.

Thor, Dios del Trueno, se encontraba en una importante misión, que consistía en complacer y demostrarle amor a su consorte, aún si se encontraban al aire libre. Sentía un poco de adrenalina al tomar a Loki por la cintura y lamer el lóbulo de su oreja como si no hubiera un mañana. El Dios del engaño había intentado inútilmente contener a su consorte, tampoco es que hubiese hecho un gran esfuerzo para detenerlo.

Se encontraban en los jardines de la reina Frigga. Querían un poco de aire fresco, pero el tronador tenía otros planes en mente.

Habían llegado a Asgard por la mañana, fueron recibidos por Heimdall, quien les dedicó una reverencia y comentó que los había visto venir. También mencionó que estaba feliz de que Loki hubiese vuelto a su hogar. Los dioses se dirigieron hacia el palacio, en busca de sus padres. Thor utilizó a Mjölnir para llegar más rápido. A la entrada del palacio dorado, los guardias mostraron su respeto por los príncipes y les dejaron entrar. Durante el largo recorrido por los pasillos dorados, se fueron encontrando con doncellas que sonreían de manera coqueta al toparse con los príncipes y dirigían una mirada bastante profunda, también se encontraron con algunos nobles, quienes se mostraron sorprendidos por ver que el segundo príncipe había vuelto de su "entrenamiento" en Vanaheim, pues ellos aún desconocían la verdadera causa de la ausencia de Loki. Odín lo mantuvo en secreto para proteger a Loki.

A ambos les resultó difícil no tomarse de las manos durante el tiempo que caminaban hasta la sala del trono, habían generado una pequeña obsesión en mantener contacto físico con el otro. En la base de los Vengadores no se vieron restringidos por ello, solían tomarse de las manos muy a menudo, incluso si sus amigos estaban cerca. No les importaba, pues sabían que eran apoyados por ellos y no serían juzgados. Pero en Asgard, las cosas eran diferentes, solamente los reyes, los tres guerreros y Sif estaban enterados de su situación. Loki no pudo evitar sentir celos cuando las doncellas trataban de llamar la atención del rubio, quien simplemente respondía con una pequeña sonrisa y volvía la mirada al frente. Thor parecía estar enterado de lo que Loki estaba sintiendo, así que rodeó los hombros del azabache con su brazo y dejaron atrás a las doncellas. En su interior, Loki estaba feliz por esa acción, incluso intentó inútilmente de contener una sonrisa.

Fueron encontrados por Frigga, quien había escuchado los parloteos de los guardias sobre el regreso de los príncipes y corrió tanto como pudo para encontrarles. Al verlos, los abrazó fuertemente y besó sus mejillas. Se mostraba inmensamente feliz por ver que su pequeño Loki había vuelto sano y salvo. No pudo contener sus lágrimas y llenó su rostro de cortos besos. A Loki no pareció molestarle, al contrario, abrazó a su madre y besó su mejilla diciendo "he vuelto, madre." Frigga tomó los brazos de ambos y se dirigieron hasta el jardín. Les explicó que Odín se encontraba fuera de Asgard, atendiendo unos asuntos de suma importancia en Svartalfheim y que regresaría al día siguiente. Thor trató de explicar como pudo el por qué de su presencia ahí. Frigga pareció comprender y les pidió que durmieran en Asgard por esa noche. Quería aprovechar el tiempo con sus hijos, ahora consortes. Se mostró muy emocionada por su relación, incluso preguntó por la pequeña Phoenix, quien ahora era su hija adoptiva.

Pasaron un buen rato hablando sobre cosas triviales, hasta que la presencia de la reina tuvo que ser requerida por un grupo de nobles, dejando solos a los príncipes. Quienes trataban inútilmente de contenerse, pues tenían muchos deseos de saltarle al otro encima. Thor se contuvo tanto como pudo, pero ver el magnífico cuerpo de Loki ante él, con esa túnica verde y arreglos dorados que se ajustaban perfectamente a su cintura, eran mucha tentación para él. Mandó todo al diablo y se pegó al cuerpo del azabache, para torturarlo con caricias. Loki estaba un poco preocupado, sabía que alguien podría verlos y comenzarían muchos rumores de que él embrujó a Thor para tener un lugar en el trono. Sabía que aún había algunos que no lo perdonaban por sus crímenes, y temía que alguien intentara matarlo de nuevo. Ahora tenía un motivo por el que vivir, un motivo para ser fuerte y pelear con toda su fuerza. Deseaba tanto formar una familia al lado de Thor y Phoenix. Ellos eran su vida ahora, su motivo para vivir.