Carry You -Thorki-

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Phoenix se mantuvo dentro del edificio en cuanto inició el enfrentamiento, específicamente en la sala común frente a los ventanales que daban vista al patio en el que estuvo esa mañana junto con Wanda. No pudo visualizar a nadie con la descripción de Thanos, así que asumió que había decidido enviar a sus guerreros en lugar de hacerle frente a los héroes.

Cada minuto que pasaba era una pequeña daga clavándose en su corazón. Estaba muy preocupada por todos, pero sabía que podrían defenderse, habían superado grandes adversidades antes y podrían hacerlo de nuevo, pero no podía evitar esa preocupación, se había encariñado con todos los Vengadores, y es que la habían cuidado tanto. Durante la visita de Thor y Loki en Asgard, le hicieron compañía todo el tiempo, se aseguraron de que jamás estuviera sola o triste por la ausencia de sus ahora padres adoptivos. Estaba muy agradecida por los significativos detalles que tuvieron con ella, los consideraba su familia.

Estaba consiente de que al finalizar esa lucha, se iría a vivir hasta el reino dorado junto con Thor y Loki. Mentiría si decía que eso no le emocionaba en lo absoluto, deseaba irse con ellos y poder vivir feliz por fin, aunque extrañaría a los Vengadores. Se vió a sí misma como la consentida princesa de Thor. El tronador tenía un corazón noble, y a pesar de la incomodidad cuando se vieron por primera vez, podía afirmar que el rubio era un ser justo y amoroso. Pudo notar la chispa de emoción en sus facciones cuando Phoenix aceptó ser la hija de él y Loki. Asumió que el tronador, desde hace mucho tiempo, había deseado formar una familia con Loki.

Oh, y Loki, su salvador. Phee lo quería tanto, él pudo liberarla del martirio que conllevaba el vivir con su madre. Ya estaba harta de los gritos, los golpes, toda la situación era deprimente. No podía simplemente abandonar su casa por cuenta propia, pues no tenía idea de cómo sobrevivir sola, pero justo cayó Loki en su patio, como si alguna deidad hubiese escuchado los lamentos de su corazón. Con Loki a su lado, las cosas parecían más sencillas. Tuvo la oportunidad de visitar lugares que le llamaban tanto la atención, y todo gracias a Loki. Se propuso hacer feliz a Loki, sin importar qué. Después de todo, el hechicero lo merecía. Ambos habían sufrido injusticias y era su momento de ser feliz por fin.

Estaba tan concentrada en sus propios pensamientos que le tomó unos minutos darse cuenta de que no estaba sola. Escuchó pasos que se iban acercando por el pasillo, de manera lenta y sigilosa. Dedujo que no era ninguno de los Vengadores, ya que estos habrían corrido hasta ella para asegurarse de que estuviera a salvo.

Con pasos lentos se dirigió hasta la cocina, utilizando la mesa como escondite para dirigirse rumbo a su habitación. Pudo escuchar pasos en la sala de estar. El sujeto se había detenido, inspeccionando a su alrededor, lo que le dio tiempo a Phoenix para poder salvaguardarse en su habitación. Cerró la puerta con mucha lentitud, para asegurarse de no ser escuchada por el sujeto.

Su corazón latía desbocado, estaba muy aterrada y por un momento había olvidado que poseía el collar protegido con la magia de Loki. Sentía que sus piernas le fallaban cuando escuchó pasos frente a su puerta y visualizó una sombra. Con temor se escondió bajo la cama, tratando inútilmente de controlar su respiración. Logró cubrir su boca cuando la puerta finalmente se abrió, dejando ver unas botas negras. Pudo distinguir que su olor era muy diferente al de todos los Vengadores y sus padres, ahora no le quedaba ninguna duda de que este sujeto pertenecía al ejército de Thanos.

Su miedo no le permitía pensar con claridad, sólo cargaba con un pensamiento lleno de desesperación, pedía en su mente que alguien le salvara, mientras veía cómo el sujeto caminaba dentro de la habitación, explorando los rincones de esta, buscándola. Phoenix vio que ingresó al baño y que sus pies habían desaparecido de su visión. Creyó firmemente que tendría oportunidad de huir en ese lapso de segundos. Era ahora o nunca.