Tras fallar en su intento de conquistar Midgard, Loki es llevado de regreso a Asgard, donde su castigo por sus crímenes le espera.
Pero no todo parece ser malo, Thor tiene intenciones de hacer las paces con su hermano y volver a los viejos tiempos.
...
Cuando Phoenix entonó la melodía, que por años le había acompañado en los momentos de soledad, recordó todas las cosas buenas que le habían sucedido luego de conocer a Loki. Pudo librarse de los maltratos de su madre, los sufrió por tantos años, y estar sin la presencia de su padre, le hizo más miserable. Le fascinó todo lo relacionado a mitos antiguos sobre dioses y criaturas maravillosas. Ansiaba tanto poder ser libre y vivir sin preocupaciones, como un dios haría, pero todo estaba en su mente; ella no podía ser libre, no cuando vivía atemorizada por las acciones de su madre.
Como por obra de magia, o la voluntad de algún dios allá arriba que había decidido apiadarse, una deidad apareció ante ella, era alguien a quien Phoenix había admirado por sus historias cargadas de misterios y trucos ingeniosos, no era otro más que el atractivo, y herido, Dios del Engaño.
Al curarlo en su casa aquel día, no se esperó que se tratara de Loki, hasta que regresó por la noche y la salvó de los ataques violentos de su madre. En ese momento, se sintió agradecida por todos los relatos que su padre solía contarle, así pudo conocer al hechicero.
Al verlo, creyó que sería aquel ser frío y bromista que se describía en la mitología, pero estaba equivocada, esta versión de Loki era gentil, dulce y amorosa. Se había preocupado por ella cuando nadie más lo había hecho, le llevó a los lugares que ella más ansiaba visitar e incluso le obsequió un hermoso collar, que además, poseía un hechizo de protección. ¿Quién más habría hecho eso? Nadie, se contestó. Loki era especial, al igual que ella, estaban destinados a encontrarse y marcar el futuro del otro para siempre. Se habían ayudado mutuamente, dando y recibiendo el cariño que tanto necesitaron en sus tiempos de oscuridad y sufrimiento, es por ello que su relación era tan especial.
Tanto Loki como Thor le habían expresado que había cambiado la vida del azabache por completo, logró que hiciera buenas acciones y no causó ningún desastre, se había dedicado a cuidar de Phoenix como si fuese su hermana pequeña, claro, luego la visualizó como a su pequeña hija, estando en la base de los Vengadores. Loki había adorado la manera en la que Phoenix le respondió a Jane Foster, se veía como él, pero en una versión más joven.
Ese deseo de querer una familia amorosa se había hecho realidad. No cabía en su felicidad cuando Thor le dijo que quería adoptarla junto a Loki y así podrían vivir los tres en Asgard, siendo ella una princesa. Eso era más de lo que pudo pedir, pero le alegró demasiado. Siempre se había considerado una buena persona, y el mismo Loki se lo había dicho cuando enfatizó en que su corazón seguía puro a pesar del maltrato que había sufrido por años. Tal vez esa era su recompensa por no dejar de creer, ni un solo día.
Cuando terminó de hablar telepáticamente con Loki, se acomodó nuevamente en su cama, cubriendo su cuerpo con una fina sábana gris. Su habitación estaba en penumbras, pero podía asegurar que Viernes había detectado su sonrisa cuando colocó su cabeza sobre la almohada, dispuesta a dormir.
—Oh, Loki, realmente espero que tu pesadilla se haya ido.—dijo antes de caer dormida.
Lo que ella, ni nadie más se había podido imaginar era que la pesadilla estaba a punto de iniciar. Y el sufrimiento estaba cada vez más cerca.
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Por la mañana, Loki se encontraba radiante, completamente feliz. Se le veía bastante tranquilo al lado de Thor y los reyes. Cualquiera pensaría que la situación, en algún momento, se tornaría incómoda o tensa, pues era de conocimiento para todos el hecho de que Loki no se llevaba bien con Padre de Todo, los sirvientes podían corroborar esa historia. En muchas ocasiones durante las comidas escucharon los comentarios cargados de veneno que el Dios del Engaño le dirigía al rey, a su padre. Por respeto, se guardaban sus comentarios o fingían no haber escuchado nada. Creían que su disgusto radicaba en que Odín hubiese escogido a Thor y no a él como futuro rey. No estaban tan errados en sus pensamientos, pero algo más faltaba.
Durante el viaje de Loki para "estudiar magia", los sirvientes pudieron respirar con alivio al no encontrarse con situaciones incómodas al repartir la comida. Sin embargo, algo no estaba bien, Thor jamás se presentó a las comidas familiares, sólo los reyes estaban presentes, pero envueltos en una atmósfera tensa. Al menos, pensaban ellos, no había gritos ni peleas.
Cuando Loki volvió junto a Thor, las cosas parecieron mejorar mucho para todos. Los Odinson estaban presentes en los tiempos de comida, en todos. Siempre estaban hablando sobre algún tema en específico, y en lugar de escuchar los típicos gritos de Loki, escucharon su risa aterciopelada. Podían jurar que era la primera vez que lo veían sonreír de manera honesta, y eso le agregaba más atractivo. La Familia Real estaba junta de nuevo, y cualquiera que hubiese sido el problema que los atormentó por meses, parecía haber desaparecido.
El pueblo de Asgard había terminado de aceptar a Loki por completo, en cuestión de tres días. Solo faltaba ganarse la aceptación de los nobles, quienes hace un tiempo habían querido condenarlo a muerte por sus crímenes. Eso sería una tarea difícil, pero no imposible y la Familia Real de Asgard no iba a rendirse ante nada, además contaban con el apoyo y lealtad de los guerreros.
Lo que Loki temía más era el hecho de tener que revelar ante el pueblo de Asgard su relación con Thor. El mismo Odín le dijo que se encargaría de dar el anuncio oficial, pero no por eso dejaba de tener miedo. Los asgardianos hablarían mal de él, lo culparían por "desviar" al príncipe heredero, o incluso soltarían el rumor de que le lanzó un hechizo para controlar su mente y así llegar al trono. Él sabía que todo eso era una mentira, amaba a Thor con todo su corazón, pero el pueblo desconocía eso. Había recibido aceptación por parte de sus padres, los Vengadores, Phoenix, los tres guerreros y Lady Sif, pero aún temía por lo que podrían decir de su relación.
Aún faltaba que Phoenix se fuese a vivir con él y Thor. Estaba tan ansioso por eso, solo restaba hablar de su situación con los nobles y luego todo estaría listo para volver por ella. No quería admitirlo en voz alta, pero tenía miedo de que ella fuese juzgada por el pueblo, justo como él. Presentía el odio de los asgardianos por ella, después de todo era una midgardiana que tomaría el puesto de princesa al ser criada por los futuros reyes. Era algo más con lo que Loki se identificaba, él había sido adoptado por la Familia Real, pese a ser de un mundo y raza diferente. Fue criado como príncipe, con capacidades mágicas y fue despreciado por ello. No quería que Phoenix sufriera el mismo odio que él, pero estaba seguro de que la protegería a cómo diera lugar.
Thor pensaba lo mismo, quería cuidarla con mucho amor y cariño, quería cuidarlos a ambos. Durante la corta estadía en Asgard, no se había apartado de su lado. Disfrutó cada segundo junto a Loki, se sentía pleno y feliz. No había nadie con quien quisiera estar más que Loki. Era perfecto para él, a pesar de ser un jotun, lo veía igual de hermoso. Se había jurado que protegería a Loki para siempre, ya no quería verlo sufrir por su causa o por alguien más. Era su momento de llenar de luz la vida de su amado después de ser cubierto por tanta oscuridad. Ansiaba tanto que su padre por fin revelara su relación con Loki, pero temía a su vez por él. Sabía que tenía miedo y él estaría a su lado esta vez para cuidarlo y darle todo su apoyo.
Cuando se dirigían rumbo a la junta con los nobles, trataron de aparentar tranquilidad. Tuvieron que resistir el impulso de tomarse de las manos en señal de apoyo, en su lugar, Thor colocó su brazo alrededor de los hombros de Loki y le mostró una sonrisa discreta. El azabache le agradeció en silencio y le sonrió de vuelta. Era la sonrisa más hermosa que Thor había visto en todos sus milenios de vida, la había visto durante toda la mañana y pensaba que era perfecta, pero desapareció muy pronto cuando escucharon la voz de Heimdall en sus cabezas. Loki emitió un grito ahogado y los ojos de Thor se abrieron con miedo cuando el guardián de ojos dorados les informó que las naves del ejército de Thanos se dirigían hacia Midgard a toda velocidad.
~~~~~~~~~~ ¡Hola! Una disculpa porque el capítulo salió muy corto, no tenía mucha inspiración ☹️, peeeeeeero ya estamos muy cerca del final. Quedan dos capítulos y el epílogo.