Capítulo 1

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Narra Valentina

Es increíble como mi vida puede ser tan perfecta, claro como todas ha tenido sus altos y bajos momentos, pero eso no me impide ser feliz con la mujer que amo más que a nada en el mundo, mí vida dio un giro de 360° después de aquel trágico accidente de Juliana. Después del accidente tomamos una decisión muy importante que marcaría nuestras vida y la de las personas que nos rodean para siempre, a pesar de que llevábamos muy poco tiempo de conocernos nos amábamos lo suficiente para unir nuestras vidas para siempre y formar una familia llena de alegría para nosotras 2 ya que anhelábamos más que nada poder formar una hermosa familia con ahora mi actual esposa Juliana Valdés, así es meses después del accidente que sufrió decidimos comprometernos, quien diría que mi niñera se convertiría actualmente en mi esposa es sorprendente como la vida puede cambiar drásticamente sin avisarnos, estoy agradecida con el trabajo de mis papas ya que si no fuera por eso ellos, nunca me hubieran contratado a un niñera y jamás hubiera conocido al amor de mi vida, aunque en algunas ocasiones me sacaba de mis casillas pero como dice el dicho del "Odio al amor hay un sólo paso".

-- Flashback—

Lucia: —Valentina Carvajal levántate –era la voz de mi madre hablándome, bueno casi gritando.

Val: —No quiero 5 minutos más por favor mamá– le dije, enrollándome más aún en mis colchas frías.

Lucia: —¿Cómo puedes dormir tanto?, --me dijo un tanto disgustada —Hoy es el día de tú boda y tu ahí acostada como si nada, creo que estoy más nerviosa que tú –me dijo quitándome mis colchas.

Val: —¡Mamá!— le grité desde el suelo ya que al quitarme mis sabanas me caí al suelo, ella se echo a reír mientras que yo no resistí y le seguí el juego —ayúdame a pararme – le dije tendiéndole mi mano a ella la tomó y me ayudo a pararme.

Lucia: —Bueno Valentina– me dijo esa señora— ve a bañarte que las maquillistas y la modista no han de tardar en llegar para arreglarte –me dijo saliendo de mi habitación.

Val: —Esta bien– cuando salió de mi habitación no dude ni un momento y tomé mis colchas de nuevo y me volví a dormir, no tardó mucho para que volviera a mi habitación a levantarme de nuevo.

Lucia: —¡Valentina!— me gritó haciendo que me exaltara del susto—ya levántate que se te hará tarde para que te arreglen– me dijo ya un poco enojada.

Val: —Está bien ya voy, ya voy –le dije abriendo los ojos.

Lucia: —no me iré de aquí hasta que no te pares de esa cama y te metas a la ducha –me miró y se le salió una lagrima.

Lucia: —¿Mamá que te pasa?– waoo mi madre si que era rara primero me gritaba y luego lloraba y decía que yo era la bipolar –¿por qué lloras?.

Lucia: —Lloro por el simple hecho que mi hija ya no es una niña –me dijo soltándose en un mar de lágrimas y acercándose a mi cama –sólo de pensar que ya no tendré a mi hija malcriada y gritona en mi casa me pone nostálgica.

Val: —Madre no soy más una niña y gracias por decirme malcriada y gritona– le dije en tono de burla —Pero debes entender que este día de algún modo tendría que llegar—le dije dándole un caluroso abrazo.

Lucia: —Lo sé mi niña pero nunca imaginé que llegara tan rápido– dijo respondiendo a mi abrazo.

Val: —Mamá no creo que 24 años no te hayan sido suficiente –le dije tratando de contener mi risa —¿o planeabas que me quedara solterona para toda mi vida?.

Lucia: —No precisamente– me dijo con una sonrisa malvada en su rostro.

Val: —¡MADRE¡ --le dije riendo pero a la vez sería —
Lucia: —Es sólo una broma corazón— me dijo parándose de mi cama —Ya andando que si no te apuras se te hará tarde para tú boda— me dijo saliendo de mi habitación sin antes voltear a verme –Si en cuanto venga no te has bañado yo misma te vendré a echar agua helada– me dijo saliendo con una risilla malvada que sólo ella podría darme.

Val: —Ok – le contesté sin mucho ánimo, después salió y no me quedo opción alguna más que meterme a bañar, estaba muy emocionada por el hecho solo de pensar que en una horas seré la señora de Valdés. Pero antes de bañarme tenía que hacer algo importante llamar a mi futura esposa. Busque mi teléfono en mi tocador y no estaba, también en mi mesita de noche y tampoco no había rastro alguno de mi celular asi que la única opción era --¡EVAAA¡-- Grité—

Me Casé Con Mí.. ¿NiÑERA?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora