Capítulo 21

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Narra Valentina

Después de la discusión que tuve frente a todo el mundo en el súper mercado, Decidí irme con Andrés a seguir las compras que su madre le había encargado.

Val: —¿Que cosas tenemos que comprar? –le pregunté a Andrés.

Andrés: —¿Te sientes bien?. ¿Si quieres podemos irnos?–dijo él.

Val: —No, no te preocupes estoy bien sigamos –respondí.

Compramos todo lo necesario o más bien dicho lo que le encargaron a Andrés, yo aún seguía dolida por las imágenes que hace un rato había vivido, Andrés me llevó al parque en dónde nos reencontramos y tomé mí auto él y yo quedamos en vernos en su casa, yo iba tras de él , llegamos a un gran edificio y aparcamos frente a él.

Val: —Wow lindo apartamento –dije entrando a su casa.

Andrés: —Gracias igual que tú —dijo.

Yo solo me puse roja antes su comentario, era tan lindo y cariñoso tal como lo recordaba, él y yo pasamos al living en donde nos pusimos a charlas un poco.

Andrés: —¿Y quien era ellla la que estaba Super? –preguntó curioso— Al instante mis ojos se aguaron de nuevo y mis lágrimas brotaron sin esfuerzo alguno.

Andrés: —Lo siento no quise ponerte así con mis comentarios—dijo arrepentido—no tienes que decírmelo si no quieres—.

Val: —No, no te preocupes si quieres saber te lo diré, ella se llama Juliana y es mí esposa–dije llorando aún mas—bueno o al menos lo es ahora, el jueves dejara de serlo—.

Andrés: —Pero.. ¿Por qué te quieres separar de ella?—dijo—comprendo que es una idiota pero hacerle daño a una mujer fantástica como tú si está mal—

Le tuve que contar a Andrés toda la historia desde el principio desde que comenzó hasta este preciso momento. Terminamos de hablar como a media noche, ya era muy tarde para irme a la casa de mi madre, mi madre de seguro me pediría explicaciones, asi que Andrés muy generoso me dijo que si quería podría quedarme a dormir con él, ya que el vivía sólo en un apartamento gigante.

Andrés: —Dormirás en mi cama –ordenó.

Val: —¿Y tu donde dormirás?—le pregunté.

Andrés: —en el suelo o en el sofá, por mí no te preocupes –respondió.

Val: —No lo permitiré, yo dormiré en el suelo tu duerme en tú cama—dije tomando una sabana y una almohada, Andrés sacó otra sabana y otra almohada y se acostó igual que yo en el suelo, para ser precisos se acostó al lado de mí.

Val: —¿Qué haces? –pregunté.

Andrés: —Acostándome en el suelo contigo, ya que no quisiste la cama –respondió.

Val: —Eres terco –dije graciosa— gracias por todo el apoyo que me has dado el día de hoy— dije mirándolo a los ojos fijamente, su mirada demostraba amor y ternura y era imposible no perderse en ellos.

Andrés: —De nada— contestó él atrayéndome a sus labios, el cual yo uní con los míos, el beso era cálido y era hermoso, se podría decir que mejores a los de Juliana, a quien engaño los besos de Juliana son los mejores que puedan existir, pero en ese momento dejé de pensar en juliana y me concentré solamente en Andrés, él agarró confianza demasiado rápido y empezó a acaricia mi espalda para luego meter sus manos.

Val: —Espera Andrés esto no esta bien –dije parándome.

Andrés: —Ok lo siento de verdad me dejé llevar, lo siento debes pensar que soy un maldito pervertido, en serio no volverá a pasar –dijo demasiado nervioso.

Val: —No te preocupes, yo también me deje, así que también es culpa mía— dije tomando su cara para acercarla junto a la mía y así poder probar de nuevo sus labios.

Yo lo tomaba con mas pasión y lo presionaba a mi, pero a él lo notaba tenso asi que le susurré al oído..

Val: —Hazlo, es mi decisión hay que terminar lo que empezamos –dije sensualmente a su oído.

Andrés: —¿Estas segura?– preguntó dudando.

Val: —Claro sino nunca te lo pediría –dije.

Para eso tomarlo y llevarlo hacia la cama en donde poco a poco nuestras pendas fueron desapareciendo poco a poco, hasta quedar desnudos completamente los dos, él absorbía mis pechos y con su mano jugaba con mi sexo, yo me dedicaba a besarlo y ahogar mis gemidos con sus besos, le hacía chupones por todo su bien marcado abdomen, los dos estábamos más que excitados, Andrés abrió la mesita que se encontraba a un lado de su cama y de ahí saco un preservativo y se lo puso, no tenía caso que se lo pusiera ya que yo prácticamente era estéril y era imposible que quedara embarazada pero preferí no decir nada además era también para protección de enfermedades, en ese momento yo solamente pensaba en mí y en él, en mis pensamientos no existía ni la mínima imagen de Juliana, era un momento increíble para ambos.

Andrés: —Estas lista –dijo

Val: —Claro cuando quieras –dije.

Andrés: —Recuerda, si te duele tú sólo dime y me detendré –dijo él, yo solamente asentí con la cabeza y el me penetró con tanta delicadeza que no me di cuenta cuando todo su miembro ya se encontraba dentro de mi, me penetraba cada vez mas fuerte y con mas precisión y rapidez, pero eso era algo que me gustaba, así estuvimos un rato considerable hasta que yo llegué al orgasmo pero era claro que el aún no llegaba ya que aceleraba sus movimientos cada vez más rápido.

Val: —Detente por favor—dije—ya estoy cansada.

Andrés: —Espera por favor, una vez más—suplicó.

Solo asentí con la cabeza estuvimos así por otros 5 minutos hasta que e6l llegó al orgasmo, sentí un ardor inexplicable pero era a causa que él ya se había separado de mi.

Andrés: —Te amo Valentina–mis ojos se pusieron como platos al escuchar esas palabras salir de su boca, me amaba, esto no era posible como me puede amar, yo no dije nada y me hice la dormida, hasta el día siguiente que los rayos del sol me despertó.

Me Casé Con Mí.. ¿NiÑERA?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora