Capítulo 36

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Narra Valentina

Sábado en la mañana, hacía un frío insoportable por lo que busqué a mí amada compañera para acurrucarme contra ella y desaparecer el frío, Juliana no estaba que raro, de seguro debe estar abajo, opté por buscar las cobijas y fundirme en ellas para desaparecer el frío de mi cuerpo, aunque no ayudaba mucho que estuviera desnuda…

Me levanté y me coloque las prendas tiradas en el suelo y me volví a acostar sonreí para mis adentros, hace dos semanas que llegamos de París y en estás dos semanas Juliana y yo no paramos de hacer el amor, parecemos dos sexópatas insaciables pero que puedo decir no puedo vivir, sin sus caricias, sin sus besos, sin su cuerpo, sin ella, nunca imaginé que podría llegar a amar tanto a una persona.

Unos dulces villancicos me sacaron de mis pensamientos, ya era costumbre escucharlos cada mañana y como no si estamos en vísperas de Navidad –mi fiesta favorita de niña– Juliana y yo decidimos hacer una cena para Navidad en la casa, a si que invitamos a nuestros padres y a nuestros amigos más cercanos, obvio que a Camila y Lauren y hablando de ellas les conté que en el tiempo que Juliana y yo estuvimos en París, ellas también se fueron de viaje pero a las Vegas “La ciudad del Pecado” y entre trago y trago se casaron… obviamente no se arrepienten de haberse casado borrachas porque ya era hora no en vano tenían 8 años de noviazgo y convivencia, espero que pronto me den un sobrinito.

Y hablando de bebés Juliana y yo ya tenemos claro lo de la inseminación, lo haremos SI o SI , no veo la hora de tener al pequeño angelito entre mis brazos, y aunque no lleve mí sangre llevará la de Juliana y eso me basta para amarlo y cuidarlo como si hubiera salido de mis entrañas.

Les contamos sobre está decisión a nuestras familias y aunque no les agrado la idea decidieron apoyarnos, ya que yo soy demasiado terca y no hay poder sobrehumano que me haga cambiar de opinión…

Juliana me pidió que hiciéramos la inseminación en la clínica “San Gabriel” ya que ahí trabajaba la Dr. Mónica Sanchéz doctora de toda la vida de los Valdés, y ella quiere que sea ella la que nos asesore, no me negué al contrario me pareció buena idea, Juliana quedó en sacar cita no sé para cuando será y ahí aprovecharé para hacerme unos análisis ya que últimamente me ando sintiendo mal, tengo mareos, vómitos, dolores de cabeza, a veces desmayos me encantaría poder decir “creo que estoy embarazada” pero sé que eso es imposible  ójala no tenga nada malo aunque se me hace demasiado raro que me esté sintiendo así  una enfermedad arruinaría la perfección en la que transcurre mi vida últimamente – pensé.

Juls: —Buenos días hermosa – dijo entrando con una charola llena de alimentos.

Val: —Buenos días bombón – dije incorporandome en la cama –¿Y eso?.

Juls: —Esto es para ti mi princesa hermosa – dijo depositando la charola alrededor de mis piernas y dándome un cálido beso en los labios, dios amaba cuando me besaba.

Val: —uhm esto se ve delicioso, gracias mi vida – le di un beso fugaz –¿Y ese milagro que te paraste tan temprano? – dije empezando a digerir el rico desayuno que me trajo mi amada esposa

Juls: —Bueno es que dentro de…. – vio su reloj – una hora tenemos cita en la clínica.

Val: —¿es hoy? –pregunté.

Juls: —Si ayer hablé con la doctora y dijo que tenía un tiempito libre en la mañana, porque en la tarde está full, que gustosa nos atendía –

Val: —Que bien, entonces a apurarnos– 45 minutos después ya estabamos montadas en el carro dirigiendonos a la clínica San Gabriel, estoy bastante nerviosa lo admito

Juls: —Estás nerviosa? –

Val: —Si, ¿tú no?

Juls: —La verdad no mucho, si es tan simple como me lo explicaste no veo porque el motivo de los nervios – dijo haciendo una mueca rara

Val: —haha eres una tonta–

Juls: —Tal vez, pero así me amas –

Val: —Es Cierto – dije dándole un beso en la mejilla

Juls: Se detuvo el auto –llegamos….—

Me Casé Con Mí.. ¿NiÑERA?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora