Capítulo 29

2.4K 229 6
                                    

Narra Valentina

Fuimos aquella clinica, solamente para que mis ilusiones terminaran y ahora sí por completo, el mismo cuento de siempre, cosa que ya me lo sabía de memoria. Ningún caso tuvo qué viajaramos hasta este lugar, me sentía devastada, me sentía inútil, me sentía de todo, era un caso perdido yo jamás podría tener un hijo no al menos de sangre, mi más grande ilusión de nuevo tirado a la basura sin importar lo que yo sintiera o quisiera, la única opción era adoptar y eso para mi no era una opción.

Juls: —Princesa, no te sientas mal— Trató de consolarme.

Val: —¿Cómo me pides eso? estoy mal Juliana, tú sabes cuanta ilusión me hacía tener un hijo— Dije entre sollozos.

Juls: —Lo sé mi amor, pero podemos buscar otras clínicas aún nos falta Francia e Italia ahí seguro encontraremos algo— Dijo tratando de darme ánimos.

Val: —Tú y yo sabemos perfectamente bien que esto es inútil, desde un principio lo sabíamos, no tiene caso que vayamos a otro lugar sabiendo ya las cosas, no por ir a otro lugar nos cambiarán las cosas, esto que tengo lo tendré en cualquier lugar y ningún médico por más bueno que sea cambiará las cosas, Juliana quiero regresarme mañana mismo a México.

Juls: —Esto no está bien, vinimos arriesgarnos y venimos arelajarnos, no armar un alboroto aquí, te entiendo y lo sabes perfectamente pero en este caso solamente estas pensando en ti, ¿Y yo qué? también tengo sentimientos y sabes que tengo tanta ilusión como tú de poder tener un hijo, pero tú matas esperanzas e ilusiones con tú maldita necedad que siempre te ha cegado Valentina— Dijo con molestia.

Sus palabras me habían herido profundamente pero ella tenía razón, en estos momentos sólo pensaba y preocupaba por mí y no tambien en ella.

En ese momento llegamos al hotel, yo no dije nada más y con los ojos a punto de explortar de llanto me bajé corriendo y llamé rápidamente el ascensor, Juliana venía corriendo tras de mí, con cara de arrempetimiento por todas aquellas palabras que me habia dicho, por suerte el ascensor cerró antes de que ella pudiera entrar en el junto conmigo.

Narra Juliana

Malditos comentarios los míos, nunca puedo quedarme callada de verdad, pero sino lo hacía iba a explotar de la furia, sé que no fue lo correcto pero tambien tengo emociones y expresiones que a veces prefiero quedarmelas para mí sola y es necesario compartirlas.

Me siento la más miserable de todas por segunda vez en un pequeño tiempo, esto no es lo correcto ni para mí ni para Valentina, pero tampoco fue lo correcto de como le hablé, ahora ella se ha de estar lamentando por lo que le dije.

Valentina se metió dentro del ascensor y no me dio tiempo ni siquiera de entrar, asi que tomé las escaleras rápidamente para poder alcanzarla lo más rapido posible y así fue, para mi suerte justo cuando terminé de subir todas aquellas escaleras al llegar al piso número 8 el ascensor se abrió junto con ella echa un mar de lágrimas.

Val: —Vete, ahora no te quiero ver— Dijo saliendo del ascensor.

Juls: —Espera, escuchame por favor— Suplique.

Val: —No tengo nada que escucharte, ya sé lo que me dirás.. Dirás que no fue tú maldita intención y que lo sientes mucho, ese cuento ya me lo sé de memoria ya no tienes que decir nada— Dijo entrando a la Habitación.

Juls: —No es eso, bueno es parte sí y es verdad sólo tuve un momento de fruia no pude controlarme, nunca quise gritarte y mucho menos echarte la culpa de todo pero por favor compréndeme estoy tan mal como tú en estos momentos—. Dije un desesperada.

Val: —Pues sí es así ¿Por qué no dejaste que sufriera yo sola con mi problema? ¿Por qué no diste el maldito divorcio cuando te lo pedí?.. Nunca te rogué para que te quedaras a mí lado, yo quería que tú estuvieras bien, porque tú si puedes formar una familia que tanto deseas pero yo no, entiéndelo y eso nadie lo cambiará— Contestó casi cayendo de tanto dolor que sentía en estos momentos.

Juls: —No te daré el divorcio nunca, porque un día juramos frente a un altar amor eterno y eso jamás se acabará porque estaré contigo en la salud y en la enfermedad y lo cumpliré, soy una mujer de palabra y lo sabes perfectamente bien.. Y la razón más grande porque nunca te dejaré es porque TE AMO, Valentina tú eres mi vida, mi universo, mi alma, mi mundo, tú eres mi todo y eso nadie nunca lo cambiará, esto no tendrá solución pero podemos adoptar ya te lo dije y lo queremos tanto como si fuera nuestra sangre—.

Narra Valentina

La impotencia y la desesperanción que tenía me hizo lanzarme y caer antes sus jugosos labios rosados para formar un beso de amor y pasión, agarró tanta intensidad que hizo que ambas cayéramos sobre la cama, así formando una placentera escena.

Me Casé Con Mí.. ¿NiÑERA?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora