Capítulo 25

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Días después...

Narra Valentina

Sábado por la mañana, el mejor día de la semana sin duda alguna, es momento de levantarse y empezar un nuevo día en compañía de mi queridísima esposa Juliana Valdés.

Antes de preparar todo lo del viaje tuve la oportunidad de hablar con Juliana sobre lo que había pasado pero antes de que pudiera decirle algo ella como me leyó la mente y se adelantó y me dejó muy en claro que eso ya había quedado en el pasado bueno me confirmo y me aseguró que para ella no pasó nada y que ese tema está cerrado para siempre.

Sin duda alguna me casé con la mujer más maravillosa del mundo no sé cómo pude ser tan estúpida, pero ya con eso que me dijo y cuando hicimos el amor varias veces ese día, tomé la decisión de no buscar a Andrés sólo le dejé una carta y así pude cerrar ese error que cometí.

Hoy era el día de nuestra partida a Europa, en busca de nuevos horizontes y esperanzas, mi madre se sorprendió con la noticia de que me iría de viaje al igual que Lauren y Camila, mi madre no sabía el motivo de mi viaje al igual que Lauren pero a Cam no la podía engañar ella era demasiada astuta y me conocía lo suficientemente bien como para creerse la excusa de que solo íbamos a unas “vacaciones”, desperté con una gran sonrisa en mi rostro.

Val: —Buenos días amor– susurre al oído de Juliana, solo movió su cabeza y se volvió a dormir —Juls, la moví un poco para que despertara—.

Juls: —Cinco minutos más –se quejó.

Val: —Pareces una niña pequeña el cual no quiere ir a la escuela— rezongue —arriba que se nos hará tarde—dije divertida.

Juls: —Y tú pareces mi mamá– dijo despertando con una sonrisa en su rostro —buenos días princesa—.

Val: —Que sexy te miras recién despertando y más sexy aún así desnuda– dije mordiendo mi labio inferior.

Juls: —Fue una noche maravillosa– contestó —mágica y llena de deseos y lujuria– dijo sexymente —Tú no te quedás atrás mírate tú también estás cómo Dios te trajo al mundo—.

Val: —No te me calientes Julianita, o perderemos nuestro vuelo, así que apúrate báñate, me cambiaré rápido e iré a preparar un rico desayuno– dije.

Juls: —Me parece bien y tú serás mi postre– sintonizo esa palabra con mirada matadora y se adentro al baño.

Me cambié lo mas cómoda como fuera posible, me puse unos Jeans ajustados una blusa a la moda junto con un par de botas sin tacón, retoque mi cara con un polvo natural, rice mis pestañas y coloqué un poco de rímel en ellas por ultimo puse un color rosa pálido sobre mis carnosos labios, estaba perfecta, un maquillaje natural en menos de 10 minutos.

Bajé y tan sólo preparé algo ligero unas tostadas y un exquisito jugo de manzana, Juliana y yo desayunamos, nos marchamos de la casa rumbo al aeropuerto.

Llegamos al aeropuerto, tomamos nuestras maletas y fuimos a registrarlas después de eso aun faltaba una hora para que nuestro avión despegara así que decidimos comprar algunas cosas para que nuestro viaje no fuera tan pesado, nuestro vuelo era de transbordos primero bajaríamos en Madrid—España, luego nos dirigiremos a Paris y por último a roma, compramos golosinas, refrescos, revistas y un sinfín de cosas más, por fin nos llamaron para nuestro vuelo y abordamos el avión, nos toco en asientos juntas, pero los asientos eran de tres, al lado de mi estaba Juliana y sobre el otro lado un Joven muy atractivo como de unos 26 años le calcule, era tez bronceada, cabello negro y ojos marrones era muy atractivo para mi gusto, no le tomé mucha importancia para evitarme problemas con Juliana.

Juls: ¿Qué compraste?— preguntó.

Val: —Unas revistas ¿Y tú?–pregunté ojeando una de ellas.

Juls: —Tanto te aburro que decidiste comprar revistas– bromeó — Y compré algunas golosinas ya sabes, soy una golosa—.

Val: —Si me he dado cuenta –entendí ese comentario en doble sentido pero hice como si nada —Estoy muy emocionada, por fin conoceré la ciudad de mis sueños –le comenté.

Juls: —Sé que era tú sueño conocerla y aprovechando que buscamos soluciones hay que aprovechar para conocerla con detalles– dijo con una gran sonrisa en su rostro.

Val: —Eres perfecta– dije —Eres la mujer de mis sueños, eres mi mujer perfecta— dije acurrucándome en su pecho —Te amo tanto, no se que haría sí algún día me hicieras falta—.

Juls: —No te tortures con eso, nunca te haré falta siempre estaré a tu lado cuando mas lo necesites –contestó —Te amo.

Beso mi cabeza, nos quedamos profundamente dormidas en todo el viaje, era realmente largo eran 11 horas de viaje sin parar, es un viaje agotador, dormimos en esa posición durante horas, hasta que la aeromoza nos avisó que estábamos a punto de aterrizar en Madrid.

Me Casé Con Mí.. ¿NiÑERA?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora