Me Casé Con Mí.. ¿NiÑERA?

Capitulo 33

Narra Valentina

Piso 8, 9, 10, 11,12 si esta cosa seguía subiendo seguro me daría un paro cardíaco aquí arriba del elevador por culpa de Juliana.

Val: —Para, para, para – decía yo a susurros solo oíbles para mí misma.

Juls: —Por fin— Dijo casi en un grito —Piso 28 Suite número 234 –dijo mirando cada una de las puertas que se encontraban en ese lujoso piso.

Yo de curiosa como siempre, me puse a ver cada detalle que tenía aquel amplio piso, me fui a un muy angosto pasillo, el cual al fondo se miraba una pequeña puerta por la cual se escabullía los esplendorosos rayos del sol.

Val: —Juls, ven –dije dirigiéndome a la puertecilla.

Juls: —Espera, no entres por ahí, no sabes lo que puede haber por ahí –dijo tratándome de detener.

Val: —No seas aguafiestas y sígueme –dije sin dejar de caminar.

Juls: —Esta bien— se quejó —Pero conste que yo te advertí que por ahí no deberíamos entrar –dijo con seriedad.

Val: —Si mami, lo que digas,-me burle.

Juls: —Eres algo imposible- rio.

Pasamos tomadas de la mano por ese pequeño pasillo, era algo largo, pero mi curiosidad era más fuerte que la autoridad de Juliana, al llegar la puertecilla no tenía llave, fue fácil abrirla, Juliana y yo nos quedamos con los ojos como platos, al ver el maravilloso paisaje que ocultaba aquella puerta. Se veía gran parte de la ciudad y sobre todo se lograba ver la hermosa torre effiel.

Val: —Esto es hermoso, es como un sueño— dije parándome en una pequeña silla que se encontraba en la pequeña terraza.

Juls: —No hay palabras para esto, esta ciudad es una locura y me alegro de estar en este lugar y más si es contigo—Dijo.

Val: —Gracias Juls– dije tomándola de la mano.

Juls: —¿Gracias? –Preguntó —no hay nada que agradecer, tú te mereces esto y muchisimo más— dijo.

Val: —Claro que lo hay, esto es fascinante, mi sueño desde pequeña esta frente a mis ojos y gracias a ti –dije.

Juls: —Y tú gracias por cumplir el mío.

Val: —¿El tuyo? –pregunté confundida.

Juls: —Claro el mio, mi sueño desde pequeña ha sido buscar a la mujer perfecta para mí y esa mujer eres tú, desde el primer momento que te miré, supe que eras mi destino, desde el primer momento que me odiaste supe que serías mía.

Val: —Eres perfecta, no puedo pedir más en la vida, Te amo como no tienes idea –dije besándola.

Juls: —Mi amor por ti es tan grande, que necesito que cada parte de este mundo se entere que tú eres el amor de mí vida—
Juliana se acercó hacía la vista que teníamos y se impulso de la pequeña reja que se encontraba ahí y tan fuerte como ella pudo grito: ¡TE AMO VALENTINA VALDÉS!, QUIERO QUE TODAS LAS PERSONAS ESCUCHEN Y SEPAN QUE MI CORAZON PERTENESE SOLAMENTE A TI-

Val: —Juls -dije algo ruborizada-

Juls: —¿Qué? Sólo digo la verdad.. ¿Y tú qué sientes por mí?–preguntó.

Val: —¿Qué que siento? –hice lo mismo que ella y empecé a gritar- JULIANA VALDÉS TE AMOOO! ERES UNICA Y QUIERO QUE TODOS LO SEPAN, ERES LA TAN ESPERADA PERSONA QUE YO POR MUCHOS AÑOS BUSQUE Y POR FIN TE ENCONTRE.. te amo –susurre en su oído.

Juls: —Y yo mas a ti mi pequeña— besó mis labios, aquella escena era tan única, quien diría que yo estaría en este lugar con la mujer de mi vida.

Estuvimos un rato sentadas en ese lugar, hasta que decidimos irnos a la habitación ya que Juliana me tenía otra sorpresa, era tan única y tan romántica, obviamente no la cambiaría por nada ni por nadie.

Val: —¿Esta vez a dónde me llevarás? –pregunte impaciente, al mismo tiempo que subía a un lujoso auto negro que combinaba con la hermosa noche de ese lugar.

Juls: —No comas, ansias, se que esto te encantará en todos los sentidos- respondió con su perfecta sonrisa en su hermoso rostro, adornado por pequeños brillos que lo hacían lucir tan sexy como sólo ella puede ser, ese traje tan hermoso que llevaba hacía que me dieran ganas de devorarla ahí mismo, frente al Chofer que conducía ese auto.

Juls: —Ya te dije que te miras, extremadamente sexy con ese diminuto vestido rojo— Dijo mirándome nuevamente —espero y tu lencería sea del mismo color, ese color me prende y más si es en ti.

Val: —Juls, Cállate – dije sonrojada —Ten un poco mas de cuidado con tus comentario.

Juls: —¿Queee?, es sólo la verdad, ya quiero que sea mas tarde para poderte hacerte mía.

Val: —Sigue de caliente y no te daré nada –la amenace.

Juls: —Yayayyaya, no diré nada.

Val: —Ya casi llegamos?— dije impaciente.

Juls: —De hecho ya llegamos, pero antes deja y te vendo los ojos quiero que esto sea muy especial para ti— Vendo mis ojos con el pequeño pañuelo que traía en el bolsillo del hermoso traje, ayudó a bajarme del auto como era de costumbre, caminamos unos cuantos metros, hasta que destapó mis ojos, para poder apreciar la hermosa vista.

Val: —Juls, esto es lo más hermoso que he visto— Dije sorprendida.