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Estoy frente a la puerta del estudio de tatuajes, vacilando entre entrar o no.

—oye, mi amigo el raro— cuando planeo darme la vuelta e irme, el tatuador sale— pensé que no vendrías.

—yo... te traje esto— saco de mi bolsillo el dibujo del cuerpo que hice para él.

—¡Está genial! — él pone su mano en mi hombro y me tira dentro del local— ven, siéntate conmigo un rato.

—yo... no sé si...

—vamos, ya he terminado de ordenar todo esto y Sandra está tatuando. Me aburro aquí solo.

Me siento en una pequeña silla frente a él.

—¿Te gusta? — cabeceo hacia el dibujo.

—me encanta, ¿Trabajas de esto?

Frunzo el ceño.

—no, yo... solo dibujo.

—oh, ¿Y qué haces con tu vida?

—nada— murmuro— vivo en un hotel y yo... estoy buscando una vida.

—oye— Tyron se rasca la nuca— mira, nosotros con Sandra empezamos aquí justo el mismo día que tú viniste a tatuarte y la verdad es que necesitamos apoyo, ¿Quieres trabajar con nosotros?

—no me conoces—lo miro.

¿Por qué le ofrece trabajo a un desconocido?

—lo sé, pero me agradas.

—¿Te agrado?

—parece una persona rota y las personas rotas no intentan romper a otras, así que sí.

—¿Y qué quieres que haga?

—me gustaría que diseñes los tatuajes—me dice él—la gente vendrá con ideas y creo que tienes las habilidades para dibujar lo que quieren.

—¿En serio? —lo miro, intrigado.

—bueno... —él mira mi dibujo y me sonríe—entendiste lo que quería sin que lo dijera, tienes un don.

—gracias—murmuro.

—así que, ¿Killian, cierto?—asiento —¿Cuál es tu historia?

—yo...—tomo una respiración profunda—no sé si pueda hablar de eso aún.

—bien, lo entiendo—él sonríe—me la contarás cuando estés listo.

—si, lo haré. Lo prometo.

La novia de Tyron sale de atrás de la cortina y una chica sale unos minutos después, mientras ella me saluda.

—él hará los diseños—le dice Tyron—Killian, cobrarás una comisión por cada diseño.

—no—murmuro—no... no quiero tu dinero.

—¿Y con qué plata vas a comer?

—es complicado de explicar—digo—pero no necesito el dinero, solo necesito...

Una vida, pienso.

—bien, entonces, te deberé algo, de algún modo—Tyron me observa con una ceja arqueada—no me parece un trato justo, me estaré aprovechando de ti.

—no, no —tomo una respiración profunda—yo... yo necesito que me ayudes.

—¿A qué?

—dijiste que mi tatuaje estaba, en cierto modo, protegiendo mi corazón—le digo y él hace una mueca, casi una sonrisa—y yo necesito proteger todo mi cuerpo.

Detrás de cámara | Fuera del set #1.5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora