Me encantó escribir este capítulo
—lo que hiciste está mal, ¡Muy mal, Killian! — Ambrosio, el psicólogo con el que he tenido sesiones intermitentes luego de toda mi mierda con Diana, me observa con gesto enfadado— ¿Acabas de escucharte?
—Sé que está mal, pero...
—¡Averiguaste la dirección de tu casa! — sigue — llevaste a un menor de edad contigo para darle flores y te apareciste por su casa, de nuevo. ¡Eso no es romántico, es acoso!
Vine con el Doctor Ambrosio luego de que Isla Simone me gritara que la estaba acosando. Me aparecí en su casa, con Mateo y un ramo de flores, luego, la intercepté por casualidad cuando ella estaba llegando a su casa del supermercado y cuando llegué a mi casa y encontré a Diana intentando entrar a mi departamento, entendí que estaba haciendo las cosas demasiado mal.
¿Qué me diferenciaba de Diana? Yo también había averiguado cosas de Isla sin su consentimiento y ciertamente, la palabra acoso rondó más de una vez en mi cabeza durante esta semana.
—doc, ya sé que estuvo mal, pero es que ella... ¿Cómo le explico? — un poco frustrado, me paso las manos por el rostro— Usted sabe lo que me costó sentirme cómodo con las personas, desde que pasó... eso.
—tienes que ponerlo en palabras, Killian.
—desde que mi madre y esas mujeres abusaron de mí— digo luego de unos segundos— yo... siempre que la gente, especialmente las mujeres, me tocan me siento enfermo.
—¿Y con esta chica, Isla, eso no pasa?
—no... al menos no de la forma en la que pasa con otros.
Ambrosio me observa unos cuantos segundos.
—me preocupa que tengas una fijación con esta chica, Killian. En serio, no puedes seguir apareciendo por su casa sin su consentimiento porque ella podría denunciarte y estaría en su derecho de hacerlo.
—lo sé.
—piensa un poco, ¿A ti te gusta cuando Diana se aparece en tu casa sin que tú lo quieras?
—no, lo detesto.
—y sin embargo, sabes que en el remoto caso de que ella te ataque, podrías detenerla. Eres fuerte, mucho más grande que ella... ¿Cómo te sentirías si la situación fuera al revés? Si Diana fuera un hombre tatuado, mucho más grande y fuerte que tú, ¿No te sentirías intimidado?
—pero ella quiere, yo... mierda, es que, Doc...
—si en serio quieres intentar algo con ella, tienes que cambiar las formas — él me observa detenidamente — no puedes hacerle nada sin su consentimiento, Killian, ni siquiera besarla.
—no soy un violador— digo un poco ofuscado de que él siquiera lo sugiera.
—el consentimiento es importante, hombre— él me mira— tú más que nadie deberías saberlo.
Sé que él se refiere a toda mi mierda y sé que tiene razón.
—¿Entonces, qué debo hacer?
—¿Qué es lo que te gusta de ella, Killian? ¿Realmente te gusta o tienes una fijación y un capricho porque no es ella quien te está buscando a ti?
—no lo entiendo.
Ambrosio me sonríe.
—claro que me entiendes, pero te estás haciendo el idiota— él se inclina en su sillón y me mira— pero como soy un psicólogo decente, voy a explicartelo— él carraspea— desde que vienes a mi consulta, siempre el problema fue el cómo lidiar con las mujeres que se tiraban sobre tí o cómo lidiar con las mujeres que no entendían que no podías darle más que un polvo rápido o cómo lidiar con Diana, que te acosa.
ESTÁS LEYENDO
Detrás de cámara | Fuera del set #1.5
RomancePRECUELA DE "FUERA DEL SET" Ahora le toca a él contar su historia, remover el pasado y mostrarnos cómo llegó a ser el actor porno que conquistó a Isla Simone. ¿Quieres meterte en la mente de Killian?