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Capitulo recontra remil especial para mí porque tiene cosas que no se saben en Fuera del set hasta el final y aaaaaaaaaaaaaah estoy muy emocionada <3

El lunes me encuentra prácticamente caminando por las paredes. Isla no me responde las llamadas y me debato durante unas cuantas horas sobre ir a su departamento o darle espacio.

Decido ir.

No hay nadie en su departamento y comienzo a temer que esto ya no tenga que ver con ella intentando ignorarme. ¿Qué tal si el hijo de su profesor le hizo algo?

Cerca de las ocho de la noche, ella me llama.

—te iré a buscar— digo cuando me dice que ha ido a ver a sus padres, que viven lejos y que está regresando en el micro.

Cuando llego, la veo bajar del bus. Luce cansada, pero tiene mejor rostro que ayer, cuando la vi por la mañana. Vamos a su departamento, aunque le ofrezco ir al mío. Por lo que entiendo, ella está poniendo espacio entre nosotros, a menos hasta que yo le diga la verdad.

Me está dando un ultimátum.

Me voy de su casa, sin decirle nada.

Me paso toda la noche despierto, reviviendo cada instante de los últimos treinta y un años de mi vida en mi cabeza.

Lloro.

Hacía mucho tiempo que no lloraba. También recuerdo a Sasha, mucho. Me encantaría tener a mi hermana diciéndome qué hacer y qué decirle, pero si ella estuviera, probablemente, Isla no hubiera aparecido en mi vida.

La tarde del martes llega y me encuentro a mi mismo yendo a su departamento. La veo llegar, con una carpeta en la mano y su bolso, que ya conozco. Cuando me ve, se pone tensa. ¿Ya hemos llegado a un punto de inflexión? ¿Esto es todo?

—voy a decírtelo todo.

Vamos a mi casa. Ambos nos sentamos en el sofá y escupo todo. Las palabras salen envenenadas de mi boca, mientras las escenas se muestran frente a mis ojos, como si estuviera nuevamente en esa noche fría, cuando mataron a Sasha.

Isla llora y cuando me callo, me doy cuenta de que gran parte del peso sobre mis hombros desaparece.

No sé cuánto tiempo estamos abrazados, mientras ella llora y a mí, me abandona el dolor. Al menos, un poco.

Hay cosas que no le digo. No le hablo sobre Diana, ni que ella fue mi psicóloga y mi esposa. La omito por completo. Pero hablo de Sasha, mucho. Hablar de Sasha me afloja el pecho, de un dolor que no pensaba que tenía.

El resto de la semana, es extraña. Isla está esquiva, no me habla y yo, tengo miedo. ¿La asusté? ¿Tiene miedo de lo que soy, de mi pasado?

El jueves, hago que ella y D'angelo se conozcan. Todo es tan profesional que me asquea. El viernes, planeo hablar con ella.

El clima está horrible, la humedad prevalece en el aire y cuando creo que tal vez será mejor postergarlo, ella llama.

—¿Puedes venir?

Suena mal.

—¿Estás bien?

—necesito hablar contigo—me dice.

Ella va a dejarme, pienso.

—iré en un minuto— le digo, mirando por la ventana del living— creo que está por largarse una tormenta.

—yo... podemos hablar en otro momento— ella suena nerviosa.

—iré ahora, Isla— digo.

Si ella va a dejarme, que sea rápido. La rapidez lo hará indoloro, ¿Verdad? Mierda, ¿A quién quiero engañar?

Detrás de cámara | Fuera del set #1.5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora