Hemos adoptado un perro. Es negro, se llama Gokú y es un hijo de puta.
Isla lo adora y lo trata como si fuera un dios super sayayin.
Conmigo, en cambio, Gokú no tiene la mejor de las relaciones.
Mentira.
—vamos, bola de pelos— le digo al cachorro, un poco agitado — tenemos que regresar antes de que tu dueña piense que te asesiné.
Me he armado una rutina de ejercicio con Gokú. Isla está bastante mejor y desde que tenemos al cachorro, no deja de sonreir.
Ambrosio dice que, tal vez, ella está "reemplazando" su instinto materno con el cachorro, pero yo no creo que sea así, porque Isla — aunque se nota que ama a Gokú — no lo trata como un bebé.
Cuando llegamos al edificio, subimos por las escaleras, sorprendido de que el animal aún tenga tanta energía. El veterinario dijo que sería un perro muy activo y a mí me gusta hacer ejercicio, así que salir y correr con él no es algo que me moleste hacer.
Isla recién ahora debe estar despertando, porque hemos ido a la casa de Ty y Sandra anoche y ella terminó un poco demasiado amigable con el alcohol.
Jamás he visto a Isla borracha, excepto cuando se quedó en mi casa por olvidar su cartera, pero cuando tomamos cerveza, ella suele llevarlo bien.
—Isla...— al darme cuenta de que ella sigue durmiendo, voy a la cocina para comer algo y luego, me quedo con el cachorro, tonteando hasta que Isla se levanta. Tengo un mensaje de Simón — el organizador de los eventos bdsm a los que voy todos los años, diciendo que hoy debería llegar mi caja con las instrucciones — y cuando voy a responderle, el timbre suena. Es el correo.
¿Este hombre es psíquico o qué?
—¿Qué es eso? — Isla se para justo a mi lado, alternando sus ojos entre la caja negra de tamaño medio y mi cara.
Ella sabe sobre los eventos, porque lo hemos hablado. Desde que sabe que Diana fue mi esposa, mi psicóloga y todo eso, no hay más secretos entre nosotros.
—¿Recuerda que te comenté sobre los eventos que se hacen sobre bdsm? — ella asiente, mirando la caja con curiosidad — es la invitación.
—les gusta ser ostentosos— ella pasa la mano por la caja, sonriendo— ¿Y vas a ir?
—no lo sé, ¿Quieres ir?
No se me pasa por la cabeza la idea de ir solo, sin isla. Somos una pareja, ¿No? Y no es una pareja abierta, precisamente. Digo, hemos estado solo entre nosotros desde que empezamos esto y honestamente, no quiero cambiarlo. Así que, iré con ella o no iré.
—no... sabes que esas cosas no son de mi estilo, Killian— ella me da una sonrisa tensa.
Hay dos cosas sobre Isla que descubrí, por suerte, hace mucho. Isla no se niega a ningún tipo de desafío; alguien podría desafiarla a saltar de un puente, que ella lo haria. Es terca. Segundo, su curiosidad la maneja. Así es como aceptó meterse conmigo, en primer lugar. La curiosidad en ella es más fuerte que cualquier otra cosa.
—no son de tu estilo porque no las has probado — le digo.
—¿Tengo que recordarte que hemos hecho al menos diez u once vídeos donde me atas y me sometes a lo que tú quieres?
—el bdsm no es solo atar y someter, Isla— le digo— además, una cosa es lo que pasa dentro de las grabaciones y otra cosa, lo que hacemos nosotros.
—¿Y tu idea cuál es? ¿Ir y meternos en una orgía?
La miro, sin entender por qué demonios ella tiene esa idea.
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Detrás de cámara | Fuera del set #1.5
RomancePRECUELA DE "FUERA DEL SET" Ahora le toca a él contar su historia, remover el pasado y mostrarnos cómo llegó a ser el actor porno que conquistó a Isla Simone. ¿Quieres meterte en la mente de Killian?