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Cuando quiero darme cuenta, ya ha pasado más de una semana desde que Isla me dijo que está embarazada. Ella aún no quiere decirle a sus padres, pero le hemos contado a Peter.

Yo, sin que ella sepa, se lo he contado a mi psicólogo. En algún momento, tendré que decirle que voy de un curalocos, porque no quiero que algún día se me escape y ella crea que le mentí.

Peter le ha ofrecido a Isla quedarse como asistente de utilería, hasta dar a luz, porque ella no quiere seguir grabando mientras está embarazada. La entiendo, quiero decir, tal vez no se sienta cómoda haciéndolo.

—¿Por qué no vivimos juntos? — le pregunto un día, mientras desayunamos.

—porque cada uno necesita su espacio— me dice.

—vamos a ser padres— rebato — y no me gusta que, si pasa algo, estes sola— le digo.

Llevo pensando esto desde que ella me lo dijo.

—Killian...

No seas inseguro.

—¿Por qué no quieres hacerlo?

Ella suelta una risa nerviosa.

—¿Es en serio? — si, muy en serio— Killian, no creo que podamos vivir juntos más de un día; eres un obsesivo del orden y yo del desorden.

—¿En serio ese es el mejor argumento que vas a darme, Isla? — le digo, un poco enojado— el orden y el desorden se arreglan y no soy un obsesivo.

Mientes.

Ambrosio me dijo hace ya bastante tiempo que tengo un TOC leve con el orden y la limpieza y que es algo común en las personas que han sufrido algún tipo de violación. Trasladamos la suciedad y asco hacia todo lo que nos rodea y por eso, necesitamos limpiar todo y mantener un orden que, creemos, nos mantendrá ordenados a nosotros. El cerebro humano es una cosa complicada.

—Killian...

Aprendí a entender a Isla, poco a poco. Decirle lo que tiene que hacer nunca, jamás servirá porque la mujer es terca. Así que lo mejor será intentar ir por lo emocional.

—no quiero que si pase algo, estemos lejos y además, quiero ser parte de esto.

—eres un manipulador— me dice, con una mueca.

—lo sé, pero de todas formas, sé que a la larga me darás la razón y viviremos juntos.

Recuerda que tienes un anillo, idiota.

No pasa mucho tiempo para que Isla y yo vivamos juntos. ¡Lo conseguí!

Su contrato con el edificio en donde ella vivió hasta ahora venció y, antes de renovarlo, decidió que vivir juntos no sería el fin del mundo.

Hace unos días, Isla fue de su ginecóloga porque tenía algunos dolores en el abdomen, pero la doctora la tranquilizó diciendo que era algo normal. Isla se calmó un poco con el tema, pero hoy no luce muy bien y además, está un poco estresada con todo el tema de la universidad. No creo que todo eso ayude a que ella pueda relajarse y transitar tranquila el embarazo.

Por esto quería que viviéramos juntos.

Ambos estamos en su antiguo departamento, cargando las últimas cajas para que ya finalmente, se instale en el mío. Decidimos quedarnos ahí porque hay más espacio y tiene otra habitación, que podría ser para el bebé en un futuro.

Isla está metiendo todo en las cajas mientras yo me ocupo de bajarlas y meterlas en el coche, así ella no hace fuerza.

—¿Todo bien? — la miro un poco preocupado cuando ya estamos volviendo al departamento y ella hace una mueca.

Detrás de cámara | Fuera del set #1.5Donde viven las historias. Descúbrelo ahora