Detrás de cámara | Fuera del set #1.5

Epílogo

Isla

Decir que los nervios se apoderaron de mí es poco.

—¿Estás nerviosa? — mi madre me ayuda a subir el cierre del vestido que usaré para mi boda con Killian y me sonríe, encontrando mi mirada en el espejo de mi habitación.

—estoy ansiosa.

—no te imaginas lo feliz que me hace saber que te casarás con un hombre como Killian— me dice, poniendo su mano sobre mi hombro— tenía miedo de que nunca encontraras el amor o que no te dieras la oportunidad de amar, pero estoy muy feliz de ver que puedes amar a alguien, hija.

Mi madre y yo nunca fuimos de demostrarnos mucho cariño, pero hoy ya nos hemos abrazado tres veces.

—no me hagas llorar, que se me arruina el maquillaje.

Ella me deja sola, pocos minutos después.

Como vamos a casarnos en nuestra casa, puedo asomarme desde el balcón de la habitación para ver todo. Veo a mi padre, a Killian y Tyron hablando y riendo. Killina luce nervios y sonrío, sabiendo que yo también lo estoy.

De hecho, me encantaría llamarlo, pedirle que suba y me calme, como hace cada vez que estoy nerviosa. Sin embargo, no tengo miedo. No hay ni un solo sentimiento negativo a mi alrededor y no veo la hora de salir, mirarlo a los ojos y aceptar estar con él el resto de mi vida.

También logro ver a Gokú, nuestro perro, moviéndose entre las personas, totalmente relajado. Bukowski está acostado sobre la cama, mirandome, como si supiera que hoy pasa algo diferente.

—tú estás muy relajado, eh— me acerco hasta el felino y me siento.

Quiero a Killian aquí.

No dudo mucho en agarrar mi teléfono y marcar su número, pensando que tal vez tendría su móvil encima. Sin embargo, este suena en alguna parte de la habitación. Me levanto y miro nuevamente por el balcón, sin que nadie pueda verme y noto que Liam está a pocos pasos de él, así que marco su número.

—¿Isla? — él suena sorprendido.

—¡Liam, hola! — me río, nerviosa— lamento molestarte, pero... ¿Podrías darle tu teléfono a Killian por un segundo?

—claro, dame un segundo— lo veo moverse hasta mi novio y tocarle el hombro. Killian se voltea y puedo escuchar, a través del teléfono, que le dice que soy yo quien quiere hablarle.

—¿Isla? — la voz preocupada de Killian suena y no puedo evitar sentir que mi puslo se acelera un poco al escucharlo— ¿Estás bien?

—hola, si... yo... solo estoy nerviosa— suelto otra risa, ansiosa— solo quería escuchar tu voz.

—¿Quieres que suba? — incluso desde aquí, puedo ver su rostro tantear en dirección al balcón y yo me mantengo detrás de la cortina, sin que él pueda verme.

—creo que podemos mantener al menos una tradición— digo, recordando nuestra inusual propuesta de matrimonio y nuestra poco común vida— Bukowski me está dando apoyo, ¿Sabes? — le digo, ya que el gato camina en dirección a mí, para frotar su cuerpo contra mi pierna.

—¿Lo ves? Luego dices que él te odia.

Hay tantas cosas que me gustaría decirle, que van más allá de un te amo, que simplemente, no logro acomodar las palabras en mi cabeza para soltarlas.

—solo quería decirte que te amo— murmuro, intentando aguantar las lágrimas.

—¿Isla? — Killian carraspea y tengo que alejarme de la ventana porque verlo me pone aún más nerviosa. Ni siquiera le presté mucha atención a su ropa, porque lo he visto con camisas y traje antes, pero hoy, es como si lo viera por primera vez— ¿Estás llorando?