El día ha llegado. Hoy Dani y Jesús vuelven a Madrid. No sé en qué momento el verano ha pasado tan rápido. Cuando me despierto, Dani no está y escucho su voz abajo. Me visto y me peino un poco, bajo las escaleras y veo a todos sentados en la mesa mientras desayunan. Voy a la cocina, me preparo una taza de café y me siento junto a ellos. Dani me da un beso en la mejilla y yo sonrío.
Jesús, Andrea y Dani están hablando mientras que yo me quedo mirando a un punto fijo. Todavía no asimilo que se vayan hoy. El estómago me da un punzada. Una mano se mueve frente mis ojos y parpadeo para mirar a Andrea.
-Tierra llamando a Ares.
-Perdón perdón todavía sigo dormida.
Andrea y yo nos reímos. Cuando terminamos de desayunar los cuatro subimos a las habitaciones, los chicos tienen que terminar de hacer su maleta. Estoy sacando la ropa de Dani del armario mientras él las guarda. Después de un rato terminamos y los dos nos tumbamos en la cama boca arriba. Ninguno de los dos habla. Dani solo se limita a mirarme y acariciarme el pelo suavemente mientras que yo le miro a esos ojos profundos ojos marrones, me da un dulce beso en los labios.
-Te quiero.- Dice sobre mis labios.
-Yo también te quiero.
Ambos sonreímos y vuelve a besarme. Pasamos lo que quedaba de mañana entre besos, caricias y abrazos.
Después de comer los chicos sacan las maletas y las meten en el maletero de mi coche mientras que Andrea y yo recogemos un poco la casa. Salimos los cuatro de la casa y Jesús la cierra con llave, nos subimos en el coche y conduzco hasta la estación. Nadie habla. Andrea y Jesús están cogidos de la mano pero no se miran solo miran la carretera. Dani también está mirando por la ventana. Llegamos a la estación y aparco. Nos apeamos y cogemos las maletas, cierro el coche y nos dirigimos al interior de la estación.
Llevamos un rato en la estación hasta que una voz anuncia que el tren con dirección Madrid está a punto de salir. El corazón me va a mil por hora. No estoy preparada para despedirme de ellos. Abrazo a Dani mientras que las lágrimas salen una detrás de otra sobre su hombro, él hunde su cara en mi cuello aspirando mi perfume a la vez que sus manos acarician mi espalda con suavidad. Dani me da un beso, un beso diferente a los demás, un beso de esos que no quieres que se acabe. Acaricia mi mejilla con su mano y siento como sus lágrimas corren por sus mejillas.
-Te quiero, te quiero muchísimo.
-Yo también Dani.
Acaricio sus manos con mis dedos y nos separamos. Me acerco a Jesús y le doy otro fuerte abrazo.
-Espero que vengáis a vernos.
-Eso no lo dudes Ares.
Jesús me sonríe con dulzura y ambos hermanos se marchan dirigiéndose hacia su tren. Andrea y yo nos quedamos sobre el andén abrazada la una a la otra mientras que lloramos en silencio. Cuando el tren se aleja, Andrea y yo salimos de la estación y noto algo en el bolsillo trasero de mis pantalones. Meto la mano en él y saco un papel plegado, es una carta de Dani. Me paro en seco y la abro.
"Ares, mi preciosa Ares, ahora mismo estás dormida en mi cama y tengo que decirte que estás preciosa. Si lees esto quiere decir que ya estoy en el tren de vuelta a Madrid. No sé como empezar esto ni que escribir exactamente.
¿Recuerdas cómo comenzó todo? Un golpe de suerte literalmente. Desde ahí me has enseñado a que puedo querer a alguien de verdad y que no dure solo una noche. Me has enseñado a dejarme llevar, a disfrutar del momento y a valorar el tiempo.
Quería darte las gracias por este verano, tú has sido mi verano. Me alegro muchísimo de haberte conocido, te has convertido en una persona muy importante para mí en estos dos meses. Hemos vivido muchas cosas tanto buenas como malas pero me quedo con lo mejor. Me va a resultar difícil no verte todos los días, no sentirte, no acariciarte y no besarte. Lo que daría para poder ir a verte todos los días a Cádiz, Sevilla o dónde te encuentres en ese momento pero estoy seguro de que algún día volveremos a vernos.
Te voy a echar de menos pequeña. Espero que no me olvides nunca, yo no voy a hacerlo. Te quiero. Nos vemos pronto, lo prometo.
Dani."
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Daniel Oviedo, esto es efímero.
Dla nastolatków-No pienses en eso ahora Ares.- Me da un beso en la cabeza. -Daniel Oviedo, esto es efímero- suelto una leve risa- ¿cómo no quieres que lo piense?- Le miro. -Centrémonos en disfrutar de este verano juntos- me mira-¿vale? Yo asiento sonriendo y el m...