Daniel Oviedo, esto es efímero.

22

Dani se acerca a mi oído.

-¿Quieres que nos vayamos de aquí?

Dice con voz ronca y yo solo me limito a asentir y sonreír. Ambos nos levantamos.

-Bueno chicos nosotros nos vamos.- Dice Dani despidiéndose.

Todos asienten y se despiden de nosotros. Salimos del local y caminamos hasta la casa de la mano.

-¿Por qué querías irte?- Le miro.

-Quería pasar rato a solas contigo.

Llegamos a casa y entramos. Dani cierra la puerta, me apoya sobre ella y me besa salvajemente, su lengua se abre paso en mi boca y juega con mi lengua. Paso mis brazos por su cuello sin querer separarme de él. Subimos las escaleras y entramos en mi habitación. Cierro la puerta detrás de mí y él me vuelve a besar.

Nos separamos y se sienta en la cama. No hablamos solo nos miramos. Me quito los zapatos. Me quito la ropa que llevo quedándome en ropa interior. Dani respira con profundidad sin quitarme ojo. Me gusta. Me excita. 

Me acerco a él, me siento sobre sus piernas y le quito la camiseta besándole el cuello. Dani pasa una mano por mi espalda acariciándola lentamente y desabrocha mi sujetador. Lo tira al suelo , acerca uno de mis pechos a su boca y se mete el pezón en la boca con un gesto posesivo. Juguetea con mi pecho y yo le revuelvo el pelo excitada sin querer que pare. Me separo de él y me quito las bragas quedando totalmente desnuda ante él. Dani recorre mi cuerpo con la mirada.

-Eres preciosa. 

Sonrío ante lo que dice. Se levanta y me besa. Siento como sus manos se pasean por mi cuerpo desnudo y me tumba sobre la cama.

-Abre las piernas para mí Ares.

Su tono autoritario me excita y yo le obedezco, se acomoda entre mis piernas y yo miro al techo mordiéndome el labio. Me acaricia las piernas y me besa la cara interior de mis muslos. Siento como unos dedos juegan por mi vagina y eso hace que me estremezca. Su cálida boca se posa sobre mi clítoris y suelto un gemido. Dani mueve su lengua como cuando lo hace sobre mi boca. Abro más mis piernas. Estimula mi clítoris, lo coge con sus labios y tira de él. Jadeo. Con dos dedos abre mis labios vaginales con cuidado e introduce dos dedos dentro de mí. Yo arqueo la espalda y jadeo. Mueve sus dedos dentro de mí y poco a poco va aumentando el ritmo. Siento calor y como ese calor va subiendo hacia arriba. Siento como en cualquier momento voy a estallar de placer. Dani continúa sus movimientos y cuando no puedo más, un gemido sale de mi boca y me corro haciendo que saque sus dedos de mí.

Dani termina de desnudarse y se queda completamente desnudo delante de mí, no puedo evitar morderme el labio. Saca de su cartera un preservativo y lo rasga con los dientes. Se lo coloca y se tumba encima de mí. Abre mis piernas un poco más y sin dejar de mirarme me penetra hasta el fondo. Mueve sus caderas en busca de placer y yo muevo las mías a su mismo ritmo. Yo jadeo y me arqueo de placer. Cuando Dani comienza una serie de embestidas rápidas, me corro de placer.

Instantes después se quita de arriba mía. Tira el preservativo a la basura y se tumba a mi lado.

-¿Estás bien, pequeña?

Me dice mirándome a los ojos mientras yo asiento y lo beso. Pasa un brazo por encima de mí y me estrecha contra su pecho. Minutos después los dos nos quedamos profundamente dormidos.