No tiene la culpa ;; Reddie

ঔৣ 03 ঔৣ

♪ ♬  Dicen que es afeminado, sobrenombres a diario. ♪ ♬ 

El castaño entró por la puerta principal, llevaba su mochila con pequeños pompones como decoración, muchos de los alumnos visualizaron al chico.

Muchas chicas pensaban «rompiendo estereotipos» pero no decían nada, cuando en realidad Kaspbrak nunca se puso esas prendas por ese motivo, sólo quiso sentirse liberado.

Tanto los comentarios positivos , como los comentarios negativos aparecían alrededor de el circulando como un secreto a voces.

Richie se encontraba sentado en el suelo, con los audífonos sonando una melodía de rock, ya que eso le fascinaba.

Por inercia levantó la mirada encontrándose con los ojos de Eddie, Tozier analizó al castaño de pies a cabeza y de inmediato sintió sus mejillas subir de temperatura.

Eddie le sonrió y se acercó rápidamente.

—¡Mira Richie! —dijo con emoción.

El mencionado sonrió y asintió con su cabeza colocando sus audífonos alrededor de su cuello.

—¿Te gusta? —preguntó moviendo su falda de un lado a otro con el mayor sonriendo a más no poder.

Hermoso

Precioso

Perfecto

¡Joder Eds, harás que me dé una erección! si es que no tengo una ya.

—Te ves... lindo —dijo Tozier con sus mejillas rojas.

—Gracias Richie —respondió con ternura.

El mayor se levantó y ambos fueron a clases.

Tozier dejó a Eddie en su respectivo salón y este entro a su clase correspondiente. Filosofía no era una de sus clases pero al menos la entendía.

No dejaba de pensar en lo precioso que Eddie se veía con esa falda rosa, joder, era perfecto incluso con prendas de mujer, en verdad lo era, era una pena no tener una foto de el en cada angulo.

Podía decir que Eddie ha cambiado todas sus perspectivas, ahora mismo quería gritar a todo Derry que era bisexual (aunque realmente no estaba seguro) y decir que estaba fascinado con Eddie Kaspbrak. Bueno, ahora sí podía decirle a su mamá que ya tenía a un elegido, a un ángel ya que Maggie y Wentworth Tozier siempre sacaban el tema de la homosexualidad, en el punto de vista de Richie, parecía que sus padres querían que su hijo gustara de penes, aunque realmente era porque sus padres quería hacerle saber que ellos tienen un gran apoyo hacia su hijo.

Las horas pasaron hasta el receso y Tozier con unas ganas inmensas de orinar, fue corriendo al sanitario.

Por otro lado, Eddie salió de su aula en busca de los perdedores... en especial de Richie, hasta sentir un jalón de su falda haciéndolo voltear al instante.

Connor Bowers.

El menor hizo un puchero y le dio un suave empujón.

—¡Tonto! Cuidado, no rompas mi faldita —gritó Eddie con el ceño fruncido.

—Maldito mariquita de mierda —rió el rubio viendo con superioridad al pequeño.

—D-déjame —chillo al sentir cómo las manos de Connor agarraba los brazos del castaño.

El rubio agarró al menor y lo aventó al suelo, se arrodilló ante él y jalando más fuerte su falda rompiéndolo.

Eddie lloraba, no por la aventada a pesar que dolió, sino por su falda, se había enamorado de esa prenda, tanto la pidió para que la rompieran de una forma fea.

Connor reía ante las lloriqueos del menor hasta que sintió unos golpes en su rostro, al instante se vio que era Richie. Estaba rojo por el coraje así que lo golpeó una y otra vez hasta que el rubio quedó en el suelo con la cara morada y el labio sangrante.

—Ni se te ocurra acercarte a Eddie —advirtió Tozier y enseguida ayudó a Eddie a levantarse, el menor seguía llorando.

Richie lo llevó al baño ya que Kaspbrak lo pidió, al entrar Eddie se subió al lavabo y limpio sus lágrimas.

—G-Gracias por haberme defendido... Rich —masculló viendo su falda.

El mayor sonrió y se acercó hacia Eddie, vio su falda rota.

—Sólo es coser... y estará como nueva —dijo Tozier levantando la mirada encontrándose a muy escasos centímetros del rostro del castaño.

—M-mi faldita... —Eddie susurró y juraba que en ese momento volvería a llorar.

Tozier sonrió sin mostrar sus dientes y en seguida lo abrazó, le dio tanta ternura como triste ver como su mejor amigo (ambos ya se consideraban así) lloraba por su faldita, joder era precioso. Definitivamente un ángel.

—Tranquilo... —murmuró Richie y Eddie correspondió el abrazo haciendo círculos con sus manos en la espalda del azabache para poder calmarlo.

Richie pudo oler a Eddie, literalmente era como un bebé, se enamoró mas. Salieron de ese lugar y el azabache dio la idea de salirse de clases, Eddie no tan seguro asintió y ahora ambos se encontraban en la casa de Eddie, ya que Sonia se retiró a tomar el té con sus amigas.

—Tu casa es linda —comentó Tozier admirando el lugar.

—Sí... —respondió sacando hilo y agujas de una caja que encontró Eddie en uno de los cajones de la sala.

—Empecemos... —habló Richie sentándose en uno de los sillones comenzando a hacer su trabajo, era bueno haciendo ese tipo de cosas, gracias a su mamá, que queria que aprendiera todo tipo de actividades manuales.

Eddie estaba al lado suyo de expectante, hasta que alzó su vista en el perfil de Tozier, realmente era bonito, su corazón latía rápidamente, sabía que le gustaba porque había leído en un cuento de hadas que cuando alguien te gustaba tenías mariposas en el estómago y él las sentía, aunque realmente eran como dinosaurios.

Al acabar Eddie chilló de emoción y se lanzó a los brazos de Richie agradeciéndole por todo.

—Gracias te quiero, te quiero, te quiero... eres genial.

Te adoro.

—Descuida Eds, aquí siempre estaré para ti —correspondió el abrazo.

—Eres el mejor... mi héroe —susurró Eddie separándose y dándole un beso en la mejilla de Tozier, este se quedó embobado con el beso y con las palabras que dijo Kaspbrak.

Soy su héroe.