Los días pasan muy rápido, el tiempo se acaba... Y aún no hay... respuesta.
No tener las palabras correctas para poder expresar un sentimiento, un dolor, una disculpa... es tan estresante.
Un cambio tan repentino no ocurre en la mayoría de los casos, pero eso no significa que sea imposible.
—Sé que estuve mal, no existe una razón para golpear a un niño, mi niño... aquel que simplemente sabe amar. ¡Sólo es un niño! un niño pequeño que aún no sabe como es el mundo ¿¡y yo que hago!? —Frank lloraba mientras estaba sentado en la cama de la habitación que compartía con su esposa ocultando sus lagrimas con sus manos, se oía profundamente arrepentido .
Sonia que sentía que en ese momento debía dejarlo sólo para que él sacara todo lo que tenía, lo escuchaba desde la habitación de su hijo, sólo podía sentir una inmensa tristeza. Admirando cada foto que se hallaba.
—Perdón... —susurró, mientras acariziaba una foto de su bebe.
Mientras que afuera Eddie estaba parado frente a la puerta de su casa y nuevamente el temblor le recorrió todo el cuerpo.
Unas manos cálidas se colocaron en los hombros del menor, dándole un apoyo moral y una gran calma.
—Todo estará bien, eres fuerte... lo sabes —sonrió Tozier y el castaño soltó un suspiro, agarró el picaporte de la puerta, aun temeroso de abrirla.
Tardó segundos para girarla y entrar.
Ambos entraron y el ambiente se sentía tan frío, desolado.
No se escuchaba nada en ningún lado, así que decidieron subir a el segundo piso, tras dar el primer escalón hacia arriba, la pareja se miro a los ojos durante un minuto dándose confianza mutua para después subir lentamente.
El miedo aún vivía en el cuerpo de Eddie, al subir en las escaleras y acariciar el barandal, muchos recuerdos se instalaron en la mente del castaño.
Se detuvo en seco y cerró sus ojos.
Richie puso un gesto triste, lo abrazó por detrás.
—Yo... no creo p-poder... —habló entre susurros, cerrando los ojos sintiendo una lagrima deslizarse en su mejilla.
—Por supuesto que sí, eres valiente, mucho más de lo que piensas —dijo Tozier, limpiando la lagrima que se deslizaba.
Kaspbrak volvió abrir los ojos y sin ningún gesto caminó hasta el piso.
Primeramente se metió a su habitación encontrándose a Sonia sentada en su cama.
—M-mami —llamó Eddie con la voz entrecortada, dejando que las lagrimas salieran sin ningún control.
Sentía un nudo en su garganta y obviamente sabía de ello, odiaba la sensación.
La mujer volteó a ver a su hijo con Richie detrás de él. Solo se tardo un segundos en reaccionar y se rompió en llanto, hijo y madre fueron corriendo a abrazarse.
—¡Pensé que no volvería, a verte mi amor! —sollozó la señora Kaspbrak mientras daba besos en toda la cara de su hijo mientras acariciaba el cabello de este.
Richie no podía hacer nada mas que sólo apreciar el momento, sonreía sintiendo las lágrimas venir.
Sin embargo Frank escuchó aquellas voces proviniendo de la habitación y de inmediato entró en esta.
El abrazo se vio interrumpido, Eddie miró a su padre con cierto temor, expectante de la reacción de este.
—Hijo... yo... lo lamento —los ojos del hombre empezaron a cristalizarse nuevamente.
Richard quería hablar pero simplemente se abrazó el mismo, mirando toda la escena a distancia. No podía hacer nada.
—Entiendo que me odies, yo... te hice mucho daño, cometí muchos errores —comenzó a narrar mientras se acercaba poco a poco al menor con cierta duda— tú sólo querías ser feliz... todo un pequeño niño que quería jugar con sus muñecas, las cual yo te prohibí.
Sonia lloraba al recordar aquél momento, el pequeño Eddie sufrió demasiado ese día.
—Te pegué incontables veces, al ver que usaba el pintalabios que le robabas a tu madre —éste se puso de rodillas y Eddie lo veía recordando esos momentos dolorosos— te obligué a hacer cosas que no eran de tu agrado... Sé que no merezco tu perdón, pero quisiera que me volvieras a llamar papá.
Tozier le partió el alma al escuchar lo mucho que sufrió Eddie en la infancia, al mismo que quería golpear a aquel que se hacia llamar padre, también quería que su pequeño aprendiera a perdonar.
Kaspbrak siempre se sentía tan solo, nunca obtenía amigos en los colegios por el bullying que recibía, llegaba de la escuela y más insultos por parte de su padre, era un infierno.
—Pero he aprendido que no importa que te guste eres mi hijo... y estoy orgullos de ti —sus ojos giraron hacia Richie dándole una sonrisa de aprobación— Siempre serás mi niño. Mis pensamientos tan estúpidos, casi me cuestan tu felicidad.
♪ ♬ Cuando la conciencia es muy bruta, cuesta entender que todos somos sin igual ♪ ♬
—Debes de entender que nunca pensé que mi hijo, aquel que crecía en el vientre de la mujer que amo... Sería gay, pero quiero que sepas que siendo mi hijo no importa la edad o gustos que tengas.
♪ ♬ Viene un angelito en un vientre
Sin voto a elegir su preferencia sexual ♪ ♬Richie sonrió con admiración al ver que Frank abrazó al menor y éste correspondió, sabiendo que había comprendido su error. Sonia igualmente se les unió.
—Señor... ame a su hijo, aproveche todo este tiempo y recupere los momentos en los que no sabia como tratarlo o aconsejarlo —dijo Tozier y Frank de una sutil sonrisa, dejando ver una lagrima cayendo por su mejilla.
♪ ♬ Ay ámalo, quiérelo
Acéptalo, consiéntelo
En fin es un regalo de DiosAy ay defiéndelo
Añóralo, protégelo
Adóralo, quiénes somos para a otro juzgar. ♪ ♬—Los amo —finalmente habló Eddie.
◇◆☆彡◇◆☆彡◇◆☆彡◇◆☆彡◇◆☆彡◇◆☆彡◇◆
—¡Lo lograste! —gritó de felicidad Richie levantando los brazos.
—¿Lo logré? ¡Lo logre! ¡Si, lo logre! —respondió Eddie con el mismo tono y se aventó a su novio dándole un abrazo.
—Mereces ser feliz... —susurró el azabache.
—Lo soy... contigo —habló separándose del abrazo y se puso de puntillas para darle un beso en los labios que tanto adoraba del mayor.
—Nunca te vayas...
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No tiene la culpa ;; Reddie
FanfictionInspirada en la canción ❝No tiene la culpa❞ de Romeo Santos. No lo pienses, sólo gozalo. 🏅#5 - stanleyuris 🏅#14 - reddie