Capítulo 12

5 0 0
                                    

Narra James

Los cuarto primeros meses fueron geniales. Salimos a pasear, tuvimos nuestra primera cita y con poca gente a nuestro alrededor. Mientras que ella está acostumbrada a estar rodeada de gente, yo por el contrario no; pero tuve que adaptarme por Gill. Al final no fue tan malo como pensé.

—¡Oye, despierta! —Len aplaude delante de mí produciendo que regrese a la tierra por decirlo así.

—¿Qué pasa?

—¡El pedido de la señora, animal!

—¡Lo siento!

Cojo la bandeja y se la llevo a la señora.

—Disculpe por la distracción, señora. Le prometo que no volverá a ocurrir.

—¡Y por eso no te pagaré completo! —Dice la señora frustrada.

—¿¡Qué!? Pero...está bien.

—¡Esta es la quinta vez en la semana! —Me replica Len.

—Pe-perdón. —Agacho la cabeza.

—¡Andas distraído todo el día! ¡Deja de pensar en Gill!

Debo admitirlo, tener a Gill en mis pensamientos ocacionó que me desconcentrara del trabajo y por consecuencia, Len siempre reniega conmigo.

—Prometo concentrarme más, amigo.

—¡Eso mismo dijiste hace tres días!

—Ya, lo siento de verdad.

Narra Gill

Sigo sin poder encontrar una veterinaria en la que me acepten, la mayoría ya están llenos y no necesitan más personas trabajando ahí.

Me voy a la cafetería. Al llegar, veo a James corriendo de un lado a otro entregando los pedidos a sus destinatarios. Me acerco a Len quien está en caja atendiendo a los clientes.

—¿Por qué tan apurados?

—Al enamorado se le ocurre pensar en ti, cuando debería estar concentrado en su trabajo. —Me responde Len.

—¡Ya te dije que lo sentía, mira, ya estoy entregando todo más rápido! —Grita James.

Rápidamente Len contesta. —¿¡O sea que tengo que gritarte para que reacciones!?

—¡No, pero entendí que tenías razón!

—¡Así te quiero ver todos los días! ¿¡Me oíste!?

—¡Sí mi capitán! —Saluda como soldado. —Por cierto, hola amor.

Me da un rápido beso en los labios para luego seguir corriendo a entregar los pedidos. Len seguía atendiendo a las nuevas personas que llegaban.

—¿Se puede saber el motivo de tu visita? —Pregunta Len.

—Verás, estaba buscando trabajo...

Len me interrumpe. —No.

—¡Pero no me dejaste terminar!

—¿Quieres trabajar aquí, no?

—Sí pero primero quería contarte el por qué de las cosas.

—Habla.

—Estaba buscando trabajo en múltiples veterinarias o pequeñas clínicas pero la mayoría ya están llenas y no necesitan más personal. Por eso es que vine hasta aquí para pedirte por favor que me dejes trabajar, ya sea de conserje, cajera, mesera, etc. Hasta que encuentre una clínica veterinaria. Además que se nota que ustedes necesitan mucha ayuda. El pobre James anda de aquí para allá.

Hasta que la muerte nos unaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora