Cap. 48

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Abrí los ojos lentamente a causa de la luz que entraba por la ventana de aquella habitación de hospital.

Miré esperanzada la cama que se encontraba frente a mí esperando ver a aquel chico ya fuera de cama con una sonrisa.

Pero eso nunca pasó. Shawn seguía tumbado en aquella maldita cama todavía con la expresión de preocupación.

Miré mi teléfono y me encontré con un mensaje de mi hermano diciendo que fuera a la entrada del instituto Fauxshore, iban a dar la noticia... De Nathan.

Al recordarlo, las lágrimas volvieron a pelear para salir, pero se lo impedí.

Me acerqué a Shawn y deposité un pequeño beso en sus labios para salir de aquel insufrible lugar para ir al instituto que Mark me había dicho.

(...)

No tardé en llegar, 10 minutos aproximadamente.

Estaban todos allí mirando a Mark esperando la noticia, aunque ya todos se la esperaban porque Nathan no estaba con ellos.

Todos se giraron hacia mí y yo bajé mi.mirada hacia el suelo colocándome al lado de Mark.

-Entonces... Es cierto -dice Jack con notable todo de tristeza- No me lo pues creer.

-¿Cómo que Nathan ha abandonado la caravana inazuma? -pregunta Silvia mirando a Willy, que al parecer había escuchado toda la conversación entre Mark y Nath.

-Nathan... -dice el de gafas mirando al suelo.

-Entrenadora, ¿es eso cierto? -pregunta Jude mirando a la mujer.

-Sí. a estas horas ya estará en Inazuma -contesta la mujer con su seriedad que tanto la identificaba.

-¿Pero por qué no se lo impidió? -le pregunta Silvia igual de enfadada que con Shawn.- Siempre ha jugado con nosotros y ha estado a nuestro lado.

-Si alguien quiere irse porque ya no le apetece jugar al fútbol -dice la mujer mirando a la gerente- yo no pienso detenerle. Me convertí en la entrenadora del equipo para derrotar a la Academia Alius, quien no se sienta con fuerza para no seguir adelante, puede irse.

-Conque es eso -dice Bobby ahora cabreado- Usted es el tipo de persona a la que no le importa el resto y sólo ganar. Sabía que Shawn estaba sufriendo por tener dos personalidades pero mientras le vino bien, no dijo nada.

-Empezad el entrenamiento -es lo único que se le ocurre decir a la entrenssora- Luego veremos qué hacer con la posición que ha quedado vacía -la mujer se giró y empezó a caminar lejos de aquel grupo.

Aquella conversación era insoportable. No podía todavía aceptar que Nathan se había ido.

-Sí, claro, lo que su majestad ordene -dice Bobby con desprecio en cada palabra.

-Yo así... No me veo capaz de entrenar -dice Jack triste.

Intento levantar la cabeza, pero no puedo. La impotencia del momento sólo quiere que lo deje todo. No quiero estar ahí, no quiero hacer nada... Sólo volver a cuando todo estaba bien... O incluso no haber despertado nunca.

-¡Chicos! -dice Silvia después de unos segundos en silencio- Yo creo que algún día Nathan volverá con nosotros.

-Yo también lo creo -dice Celia y aprieto los puños.

Nunca se tenía que haber ido.

Jude asintió y empezó a caminar hacia la puerta del instituto.

-¿Hermanito? -le preguntó Celia al ver cómo se alejaba del grupo.

-Vamos a entrenar -dice el chico sin girarse- Debéis recordar que no estamos jugando al fútbol por la entrenadora. Pensad lo que Mark nos dice siempre: Lo hacemos porque nos gusta el fútbol. Y si queremos protegerl, debemos vencer a la academia Alius -termina de hablar volviendo a retomar el paso.

El delantero de fuego <Axel Blaze>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora