Cap. 93

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Tengo el consentimiento del abuelo, así que... No saben con quién se han metido.

Acabó la primera parte pero no tardamos en volver al campo para continuar con aquel partido en el aué se decidiría qué equipo jugará en nombre de la selección italiana.

Y va a ser Orfeo, claro que sí.

Nada más sonar el pitido que marcaría el principio de ma segunda parte, le pasé el balón a Paolo y éste hizo un pase atrás para Jude.

Le hicieron una entrada al estratega pero consiguió, por los pelos, superarlo.

Continuó subiendo todavía un poco desci centrado por culpa de aquel hombre que tanto le había fastidiado la vida.

-¡Eh, Jude! -lo llamó Samford- Dinos lo que tenemos que hacer.

Jude pareció salir del trance e hizo un pase hacia Paolo, pero lo hizo demasiado lento y en la dirección equivocada.

Caleb se hizo con el balón y superó a los jugadores del equipo rival como pudo.

-¡Yo me hago cargo del centro! -gritó Caleb corriendo con el balón- Vosotros seguidme.

Los jugadores a los que se refería parecían extrañados, cosa que no le hizo gracia al chico.

-¡Vosotros seguidme y ya está! -les dijo Caleb bastante cabreado porque no le hubieran hecho caso a la primera.

Continuó regatenado hasta el campo rival.

-Ahora, delanteros por las bandas -volvió a ordenar Caleb pero ninguno lo hicimos.

El chico se giró más cabreado al ver cómo había estado avanzando solo.

-¿¡Qué os pasa!? -nos preguntó alterado y empecé a correr hacia la defensa- ¿¡Por qué no hacéis lo que os digo!?

-Porque cambiar de repente al jugador que da las órdenes causa confusión en el equipo -le dijo Demonio al chico para robarle el balón dejándolo perplejo.

Demonio subió al ataque y Caleb, cabreado, no tardó en seguirlo.

-¿¡Te estás riendo de mí!? -le preguntó Caleb dispuesto a alcanzarlo para robarle el balón.

Paolo se interpuso para conseguir que no continuara subiendo.

-Yo antes te admiraba mucho, ¿sabes? -le dijo Demonio a Paolo- El meteoro blanco de Italia, el gran Paolo Bianchi.

-¿Cómo? -preguntó el chico confundido por sus palabras.

-Pero ahora ya no soy así -volvió a hablar el chico del equipo D- ahora tengo poder de verdad, poder para luchar contra el mundo entero.

Tras aquello, Demonio Estrada superó a Paolo en un rápido movimiento y no tardó en superar también la defensa.

-¡Te derrotaré y así podré enfrentarme al mundo! -dijo el chico llegando a la portería.

Me toca.

Demonio utilizó una vez más el Pingüino Emperador X para marcar un gol más. Oh, pero Carla no lo va a permitir.

Corrí hasta interponerme entre el balón y la portería con una sonrisa.

-¡Carla, cuidado! -me gritaron todos al unísono.

-¡Carla, por favor, apártate, te va a hacer daño! -escuché a Paolo desde el centro y el balón llegó a mí.

-¡Nadie puede ganarme! -dije para golpear el balón con fuerza con la pierna derecha y no tardó en perder todo su poder para acabar bajo mi pie.

El delantero de fuego <Axel Blaze>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora