Cap. 117

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-Entrenador -llamé preocupada al hombre que se encontraba enfadado ante aquello, ya que él sabía quién había hecho eso.

-Qué pasa -me preguntó y le enseñé la pantalla del teléfono.

-Héctor no contesta -le dije y su cara empalideció.

Salimos de aquel lugar corriendo y todos nos subimos en la caravana Inazuma.

Yo me senté junto a Nelly y Li mientras que el abuelo decidió sentarse junto a Mark y a Willy.

-Señor Veteran -llamó Mark al conductor- tenemos que ir al área de Costail.

-Vale -contestó el hombre y no tardó en arrancar la caravana y dirigirse a toda velocidad hacia la zona de Costail.

Llamaba una y otra vez al chico pero no me contestaba. Héctor, por favor, espero que estéis todos bien.

[...]

Tardamos mucho menos de lo normal en llegar hasta allí gracias a la velocidad de la caravana.

Nada más llegar a la entrada, después de que se frenase el vehículo, bajé corriendo en busca de los chicos.

-¡Carla! -me gritaron todos asustados justo después de salir corriendo por si me pasaba algo.

-¡Necesito encontrarlos! -les avisé sin dejar de correr y me adentré en la zona cubierta por una capa de arena que había por culpa del ataque.

Estuve corriendo sin un destino fijo buscando a alguien. Pude comprobar cómo estaba todo destrozado, nuestras cabañas, el comedor, incluso múltiples árboles se habían venido abajo.

Todos los del equipo estaban a salvo, y habían ayudado a escapar a las personas indefensas a un lugar seguro, al albergue que seguía en pie, mientras que seguían destruyendo todas y cada una de las estructuras de la pequeña ciudad.

Pero faltaba uno y era Héctor, que seguía sin contestar al teléfono.

Al menos la destrucción había cesado, puesbya no había nada más que destruir allí.

Empecé a correr de nuevo buscando al chico y no tardé mucho en encontrarlo.

El chico corría con un niño a su espalda mas tuvo que dejarlo en el suelo después de que uno de los atacantes golepara un árbol, partiéndolo y provocando que se cayera en su dirección.

Héctor lo agarró con todas sus fuerzas evitando que aplastara al pequeño. Pero pude notar cómo algo le molestaba en el hombro, se había herido durante el ataque.

Empecé a correr con todas mis fuerzas hacia el chico y salté golpeando el tronco junto a alguien más que se había unido a mí.

Mark utilizó el despeje de fuego y los dos logramos lanzarlo lejos de aquellos dos chicos.

Una vez llegué al suelo, corrí hacia Héctor y lo abracé con fuerza.

-Menos mal que estás bien, me has asustado mucho, Héctor -le dije apretando el abrazoby escuché un quejido por su parte.

Me separé y miré su hombro izquierdo.

-Me golpeé el hombro mientras salvaba a su hermano -me explicó el chico colocando su mano en el hombro herido y asentí.

Me acerqué al pequeño que tenía Héctor detrás y lo cogí en colo mientras que lloraba.

-Tranquilo, ya pasó todo -le dije acariciándole la cabeza y me giré al escuchar a mi hermano.

-Qué poco ha faltado, eh -dijo Mark con una sonrisa leve y Héctor lo miró sorprendido.

-Mark Evans -dijo mi capitán y me miró sin entender.

El delantero de fuego <Axel Blaze>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora