Capítulo 14.
El salón era enorme, lleno de luz, color y brillo por todos lados, sinceramente jamás había soñado con estar en un lugar así, para empezar ella odiaba las apuestas, siempre le han traído problemas a través de su padre pero ahora... parecían ser su única salvación.
En este lado tenemos las máquinas tragamonedas, déjame decirte que son las mejores... ¡dejan mucha ganancia y no hay tantos clientes que tengan demasiada suerte! - Le decía Gianluca señalando a un lado del gran salón... y no la soltaba en ningún momento -
¿En serio?...
¡En serio Mia! Y ahí tenemos la ruleta, por allá los dados... también ahí en esa mesa grande se juega blackjack y póker... ¡Son mis favoritos! - Le susurró Gianluca al oído a propósito, así se acercaba a ella, utilizaba cualquier excusa para acercarse lo más posible a ella... y eso la ponía nerviosa -
¿Cuál es el que menos te gusta? - Le preguntó inocentemente, pero en realidad quería saber si tenía alguna debilidad... en algún juego que no fuera tan bueno tal vez ella tuviera oportunidad -
Mmmm... la ruleta quizás, esa pelotita nunca cae donde yo digo, ¡pero en sí todos me gustan! - Gianluca respondió sin darse cuenta de las intenciones de Mia, no le ayudaba mucho esa respuesta pero... al menos ahora podría verlo jugar y analizar cual le costaba más, sobre todo esa -
¡Jugaré! - Exclamó Gianluca tomando asiento y haciendo una señal al encargado le dio unas fichas -
¿Jugarás aquí? - Preguntó Mia -
¡Sí! pon atención, es importante la habilidad y la observación pero no olvides que en todos los juegos de apuestas lo que al final te hace ganar o perder es la suerte - Eso era verdad, Gianluca tenía razón, Mia estaba convencida que su padre tenía tantas deudas porque jamás tuvo suerte para el juego... y él jamás se dio cuenta... o tuvo el coraje de dejarlo antes de que perdiera todo -
¡Señorita! Usted es hermosa... ¿Le gustaría permanecer a mi lado toda la noche? - Le decía un hombre mayor a Mia tomándola del brazo -
Ah... yo... - Mia no sabía qué hacer, otra vez estaba en problemas -
Caballero, lamento informarle que la señorita hermosa es mi novia y viene conmigo, ¡suéltela por favor ya que soy muy celoso! - Exclamó Gianluca tomando a Mia por la cintura y pegándola a él con mucha fuerza en señal de posesión prácticamente, aunque ese momento a ella no le importaba si la libraba de ese hombre -
Oh... lo siento - Dijo nada más el hombre dando la vuelta -
Gracias...
No agradezcas Mia... sólo dije la verdad... ¡no conocía los celos enfermizos hasta que te conocí! ¡Prométeme que no verás a nadie más! Sólo a mí - Le decía suavemente viéndola a los ojos, sin despegarla de él... sólo la apretaba mucho más deseando algo que aún no podía ser... ella sólo bajó su vista apenada, de repente... parecía desear lo mismo que Gianluca -
¡Gianluca Ginoble! Siempre te quedas con las más bonitas - Dijo un chico como de la misma edad de Gianluca acercándose a ellos -
Stefano Andreotti... ¡Cuánto tiempo! - Exclamó Gianluca respirando profundo y quitando la vista y sus manos de la tentación con forma de mujer y de nombre Mia Bunsen -
Años diría yo... no nos vemos desde que éramos niños... ¿Y Piero e Ignazio? - Preguntó clavando la vista en Mia-
¡Por ahí!...
Creí que ya no seguían juntos...
Son mis hermanos... ¡Siempre estaremos juntos! - Dijo rápidamente Gianluca con tanta devoción que Mia admiró su entrega y cariño -
Si claro... así que... ¿Ella es tu nueva novia? Siempre eligiendo bien...
Sabes que yo jamás he tenido novia... - Decía Gianluca algo molesto... no era buena publicidad para él frente a Mia-
Ah sí disculpa... tus amigas con derecho han aceptado todas tus condiciones con tal de pasar una noche contigo...
Stefano ¿Necesitas algo más? - Le preguntó tratando de callarlo y de que siguiera su camino -
Pues ya que preguntas... la compañía de la bella dama que no es tu novia...
Yo nunca dije eso... sólo dije que jamás he tenido novia, pero ahora sí... ella es la primera, es sólo mía y como antes dejé claro yo soy muy celoso - Exclamó dándose la vuelta, tomó las fichas de juego que aún le quedaban y uniendo su mano con la de Mia decidió alejarse de ahí -
¿Por qué te vas? - Preguntó Mia mirando hacia atrás -
Ya no es un buen ambiente de juego... eso es otra cosa, si no te sientes cómodo para jugar mejor déjalo, además... ese imbécil no te quitaba los ojos de encima - Mia humedeció sus labios un poco y se sonrojó... ¿Será verdad que ella le gustaba a Gianluca Ginoble? Se había portado como todo un digno hombre celoso y la había defendido no sólo una vez... pero... ¿Qué sentía ella por él? -
ESTÁS LEYENDO
Apostándole al Amor
Любовные романыLas deudas de juego siempre son las peores, porque se adquieren sin necesidad alguna... y a veces sale perjudicando a las personas que menos tienen que ver en este vicio tan cruel, pero... recordemos que las cosas siempre pasan por una razón y que e...