q u i n c e

87 6 2
                                    

Capítulo 15.

De mesa en mesa, de ruleta en ruleta, de máquina en máquina, Gianluca se dedicó toda la noche en enseñarle a Mia lo más que podía, en explicarle cada cosa y aclarar cada duda que ella tuviera, de verdad deseaba tener una digna oponente.

Viendo las cosas así ya no es tan difícil – Sonrió Mia como si hubiera descubierto un nuevo mundo –

¡Me gusta tu sonrisa! – Dijo casi espontáneamente Gianluca mirando atentamente a Mia -

Gracias… - Decía toda apenada –

¿A ti… te gusta algo de mí? – Preguntó Gianluca con ojos brillosos, como niño que espera la respuesta que lo hará feliz… Mia sólo se le quedó viendo sin saber que responder… ¿Gustarle algo de él? Para ser sincera le gustaba todo de ese hombre… excepto a veces su mal carácter –

Ammm… ¿Quién es Stefano Andreotti? – Preguntó cambiando de tema, Gianluca no dijo nada, era normal… aún era muy pronto para preguntar ese tipo de cosas –

Pues… el hijo de un ex socio de mi padre… las razones por las que se fue aún no son claras, pero… viene de vez en cuando, aunque a Stefano no lo había visto desde que se fueron… hasta el día de hoy… ¿Qué hará aquí? – Decía Gianluca algo confundido –

¡Vino a jugar! – Bromeó Mia riéndose, Gianluca hizo lo mismo, ella le daba tanta felicidad –

Sí… ¿A qué más si no? – Rió también Gianluca… Mia por primera vez escuchaba y veía una risa completa de Gianluca Ginoble, era tan tierno cuando se reía –

Bueno Mia tu primera clase terminó, ¿Aprendiste algo? – Dijo Gian tomándola de las dos manos –

Sí… - Sonrió ella tomando sus manos también… por primera vez –

¿Alguna duda?...

Sí…

¿Cuál?...

¿Qué color de vestido quieres que me ponga para la noche? – Gianluca sólo sonrió, levantó las manos de Mia y le dio un beso a una primero y a la otra después, luego se acercó a ella  –

¡Qué sea azul! – Le dijo al oído y después besó su mejilla suavemente… deslizando sus labios lento y seguro consiguió lo que pretendía… ¡alterar los sentidos de Mia quién sintió escalofríos en ese momento! –

Ok… - Dijo nada más retirándose a la habitación para cambiarse… aunque no había trabajado como antes estaba cansada –

¿Ya te vas? – Escuchó que le preguntaron cuando iba saliendo de la habitación –

Sí Ignazio – Contestó ella con una sonrisa –

¿Cómo te fue?...

Bien… ¿Por qué no estuviste en el salón como otras noches? – Le preguntó algo curiosa –

No quería ver… ciertas cosas – Contestó tímidamente colocando sus manos en los bolsillos del pantalón –

¿Qué cosas?...

Cosas que me duelen mucho… y no deberían dolerme…

¿De qué hablas Ignazio?...

¡No importa! ¿Quieres desayunar conmigo? – Dijo cambiando el tema –

¿Desayunar?...

Sí Mia... así llegarás a casa solo a dormir… yo invito, vamos – Dijo todo divertido como era tomándola de la mano cuando adelante se les apareció Piero –

Amigo, olvidas que tenemos un compromiso – Lo detuvo algo serio –

¿Qué?...

¡Si tienen algo que hacer por favor adelante! Yo no quiero estorbar, permiso, nos vemos esta noche – Dijo Mia despidiéndose y saliendo de ahí, Piero sólo se le quedaba viendo a Ignazio –

¿Qué crees que estás haciendo Ignazio? – Preguntó Piero mirándolo de frente –

¿Qué de qué?... – Respondió sin alterarse y portándose como niño caprichoso –

¡No te hagas el inocente! Me refiero a Mia... ¿qué intentas con ella?...

Es mi amiga…

Ignazio dime la verdad… ¿Sabes que a Gianluca le gusta?...

Sí… - Contestó resoplando y haciendo puchero con su boca –

¿Entonces?...

Entonces nada…

Bien… más te vale… - Exclamó Piero dándose la vuelta cuando de repente –

¡Piero!... – Lo llamó Ignazio respirando profundo –

¿Qué?...

¡También me gusta! Mia me gusta mucho – Ante esa confesión Piero se quedó con la boca abierta… ¿Qué debía hacer o pensar? Sus dos mejores amigos se habían enamorado de la misma chica –

Apostándole al AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora