Capítulo 19.
Piero no sabía cómo explicarle a Gianluca el extraño comportamiento de Ignazio... y la única manera de poder explicárselo era decirle que su mejor amigo casi hermano también se había enamorado de la misma chica que él... era un buen dilema el que tenía el pobre Piero.
¿Qué le sucede a Ignazio? ¡Jamás me había hablado así! ni tiempo me dio para decirle que entre Mia y yo no pasó nada...
¿Qué... no pasó nada? - Le preguntó Piero con la boca abierta... ¡Eso era nuevo! -
¡No!... ni siquiera un beso...
Nada de nada...
¡Piero! Lo único que pasó fue una extrema diversión, jugamos, comimos... jamás me había reído tanto en la vida...
¡Espera un momento Gianluca!... ¿No me digas que tu idea de pasar la noche junto a ella era jugar videojuegos y comer golosinas? - Preguntó Piero aún muy incrédulo -
Bueno... debo admitir que esa no fue mi idea original... de verdad quería hacerla mía a cualquier precio... pero... la vi tan asustada, jugó de lo más normal y cuando perdió debiste ver su cara... le cambió drásticamente, es obvio que nunca ha estado con nadie y le aterra la sola idea de abordar ese tipo de temas... es un ángel en todo el sentido de la palabra y no iba a pervertirla de un solo golpe... eso será hasta cuando me desee tanto como yo a ella... y cuando nuestra idea de pasar la noche juntos sea totalmente diferente a la de ayer - Piero se quedó más sorprendido que nunca... eso sí que jamás pensó que Gianluca Ginoble lo diría -
¿Qué te hicieron hermano? ¿Esperarla hasta cuando ella esté lista? ¿Preocuparse por su comodidad y deseos antes que los tuyos? ¿No besarla... ni robado siquiera? ¡Tú no eres así!...
¡Piero! ¿Has oído sobre la frase de que el amor cambia a las personas?...
¡Eso es una línea muy bonita de las historias de amor en los libros!...
No... ¡Es verdad! Yo por ella cambio todo... el amor es más que sólo intimidad... y yo no lo entendía, hasta ahora...
¡Ahora sí me has dejado helado Gianluca! Mia Bunsen se merece un premio por este milagro...
¡No te burles!...
No lo hago, y... - Piero suspiró profundo como aclarando sus ideas y buscando las mejores palabras para decir algo importante -
¿Qué pasa?...
Por lo mismo creo que debes saber algo Gianluca...
¿Sobre qué?...
¡Sobre Ignazio y... su comportamiento reciente!...
¿Qué cosa es?...
Gianluca sólo prométeme que no te volverás loco ni vas a ir a golpearlo ni nada por el estilo...
¡Ya dime! Prometo no hacer nada de eso... pero no entiendo, ¿Tan malo es?...
¡Ignazio también está enamorado de Mia y piensa pelear por ella!... - Gianluca dejó caer la mandíbula hasta el suelo por el baldazo de agua fría que acababa de recibir... eso jamás se lo hubiera imaginado, ¿Ignazio también quiere a Mia? Pero él sabe que él la ama... ¿Cómo pasó eso? -
Mientras tanto el señor Ercole recibía una visita inesperada, pero necesaria en todos los aspectos para dejar claras ciertas cosas.
¡Adelante! - Dijo el señor Ginoble cuando escuchó que tocaron a la puerta -
¡Buen día! - Saludó el papá de Mia -
¡Ah... hola! ¿Qué haces por acá? Yo ya casi me voy a descansar, sólo quiero dejar estos asuntos terminados y...
¡Por favor señor Ginoble! Deje libre a Mia...
¿Qué?... - Exclamó el señor Ercole algo confundido -
Deje libre a mi niña... ¡Ella no tiene la culpa de nada y es la que lleva a cuestas esta cruz que debería llevar yo!...
¿No crees que ya es un poco tarde?...
¡No! La deuda es inmensa y Mia con el mes que ha trabajado no ha pagado nada estoy seguro...
Debo decirte que Mia sabe jugar muy bien sus cartas, mi hijo me acaba de informar que hará equipo con él en las apuestas todas las noches y con sus ganancias que son mucho más jugosas que su sueldo normal debo decirte, podrá pagar la deuda muchísimo más antes de lo que creímos...
¿Me está hablando en serio? ¿Mia apostando? ¡Eso es imposible!...
Pues ni tan imposible mi querido amigo... ¡y también afirmo sin lugar a equivocarme que pronto seremos consuegros!...
¿Qué dijo? - Exclamó el papá de Mia completamente desconcertado... ¿A qué se refería el señor Ginoble con esas palabras exactamente? De pronto todo el panorama había cambiado -
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Apostándole al Amor
RomantizmLas deudas de juego siempre son las peores, porque se adquieren sin necesidad alguna... y a veces sale perjudicando a las personas que menos tienen que ver en este vicio tan cruel, pero... recordemos que las cosas siempre pasan por una razón y que e...