Capítulo 15: Kylee y yo

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-Tengo que dejarte Milo, nos vemos pasado mañana- cuelgo y miro a Kylee, al parecer ha escuchado todo al haber estado las dos en completo silencio.

-Vamos a dormir

-¿Crees en sus palabras?- la pregunto.

-No sé si hacerlo o no, tenemos tiempo para pensar- responde, se quita los zapatos y se mete entre las sábanas.

-¿Qué tal con papá y mamá?- pregunto quitándome los zapatos.

-Estando yo delante no hablan de ti, pero cuando no estoy seguro que lo hacen

-Lo típico- me meto en la cama y Kylee apaga la luz, cierro los ojos y me quedo dormida en seguida, ha sido un día muy largo.

Al día siguiente me despierto tarde, sobre las doce o así. Kylee no está en la habitación, pero cuando me levanto de la cama sale del baño.

-Buenos días dormilona- me saluda sonriendo.

-Buenos días- me meto al baño y hago mis necesidades, me lavo los dientes y me cepillo el pelo. Salgo del baño y Kylee no está, mi móvil empieza a vibrar encima de la cama, es Milo, pero no lo cojo, necesito pensar.

-Toma, sabía que te ibas a perder el desayuno- dice Kylee entrando en la habitación con algo de comida.

-¿La has robado?

-En cuestión es gratis y para los que están en el hotel, así que no- ambas reímos y comemos lo poco que Kylee ha conseguido traer.

-¿Cómo vamos a ir a casa?

-Papá y mamá estarán abajo en unos minutos, así que vamos bajando- dice mirando su móvil, cogemos nuestras cosas y bajamos por el ascensor. Le dejamos la tarjeta a la chica de recepción y salimos del hotel, justo delante, están nuestros padres con el coche. Mientras Kylee les saluda, me meto en el coche.

-Hola a ti también, que maleducada- dice mi madre.

-Se supone que vosotros sois los que me educáis- con eso se quedan callados, ofendidos pero callados.

Mi padre arranca el coche y nos vamos, el móvil me vibra de nuevo, es Milo.

-¿Él?- me pregunta Kylee.

-Sí, ya me ha llamado dos veces

-¿Quién?- pregunta mi padre.

-Nadie- respondo.

-¿Qué os ha pasado que os habéis quedado en un hotel y no en la casa de vuestros novios?- pregunta mi madre.

-Queríamos pasar tiempo juntas- respondo antes que Kylee, no quiero que se rían de mí por lo de Asher.

-¿Kylee?- llama mi padre a mi hermana para que responda ella.

-Sí, es lo que ha dicho Lana, se quedó ensayando tarde y la fui a recoger, decidimos irnos a un hotel juntas- al parecer se lo creen, porque no dicen nada más el resto del viaje.

Llegamos a casa y ya parece como si no la conociera, a veces paso tanto tiempo fuera de ella que cuando vuelvo, me parece extraña.

Entramos en el edificio y en la entrada están varios vecinos reunidos, entre ellos la señora Mary.

-Oh, buenos días, hace mucho que no te veo cariño- me dice la anciana cuando me ve, yo sonrío.

-He tenido muchos ensayos, y he acabado tarde. Nos han cogido a Kylee y a mí para la película

-Me lo dijo tu hermana, enhorabuena

-Gracias

-Lana vamos- me ordena mi padre, yo ruedo los ojos y me despido de la señora Mary. Subimos por el ascensor a nuestra planta y entramos en casa.

-La comida- me ordena mi madre, sin ganas, me dirijo a la cocina y empiezo a hacer la comida. El móvil me vibra en el bolsillo, pero lo ignoro porque sé que es Milo de nuevo.

Termino de hacer la comida y escucho a mis padres hablar en el salón.

-Menos mal que se va por un tiempo a grabar, si lo piensas así, la película nos ha quitado un gran peso de encima- dice mi padre, sé que están hablando de mí.

-Pero no tendremos a nadie que nos haga las cosas- dice mi madre, ambos ríen y yo ruedo los ojos.

-En realidad no se merece nada de lo que la está pasando, la vida debería reservar esas cosas a las personas que de verdad se lo merecen. A algunas de esas niñas que estaban en el casting y se lo curraron por entrar, que estaban entusiasmadas y luego salieron con una cara de decepción porque le dieron el papel a ella sin siquiera presentarse- dice mi padre, inmediatamente me siento mal por las chicas que él dice.

-Eso no es casualidad, es mala suerte- dice mi madre, los dos vuelven a reír.

-No les hagas caso- dice Kylee entrando en la cocina, si ella pudiera, me ayudaría en todo lo que nuestros padres me ordenan, pero lo intentó una vez y la encerraron en su habitación para que no pudiera ayudarme. Ese día Kylee sintió miedo por la mirada de nuestros padres, sintió miedo por cómo la habían tratado y entonces llegó a entender un poco mejor mi situación.

-No lo hago nunca- miento riendo, Kylee va a avisarles de que la comida está lista mientras yo pongo la mesa.

-Espero que la comida esté buena, tengo hambre- dice mi padre, nos sentamos en la mesa y comemos en silencio, eso significa que les gusta la comida y eso es bueno, así no tendré que hacer oídos sordos a lo que me digan.

-Lana y yo tenemos que hacer las maletas- dice Kylee cuando terminamos de comer y dejamos lo que hemos ensuciado en el lavabo. Mi hermana ha dicho eso para dejarme hacer las maletas ahora y no perder tiempo lavando los platos, pero ambas sabemos que no va a funcionar.

-A fregar, ahora- me ordena mi madre seria, ellos se van al salón. Kylee y yo rodamos los ojos.

-Sube a hacer la tuya, no te preocupes por mí- friego los platos más rápido de lo que creo y voy a mi habitación como una bala. Ya son casi las cinco de la tarde y mañana salimos muy temprano, Paul nos ha citado a las siete en Texas, en el edificio de siempre.

Por la noche me vuelve a llamar Milo, pero le ignoro. Me doy una rápida ducha y me meto en las sábanas feliz por irnos un tiempo lejos de mis padres, digo de casa.

Unexpected ✨ (Milo Manheim y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora