Capítulo 9

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Nos quedamos callados un rato, debería haberme dado cuenta antes: Una bruja, una maldita bruja... Todo tenía más sentido, las desapariciones, el patrón entre las fechas y la cantidad de chicos. Lo único que no estaba claro en mi cabeza era lo que habitaba en el Club.

—¿Hace cuánto que sospecha lo de la bruja?—le pregunté inquieto al Padre José

—Me di cuenta cuando me mandaste a llamar por el caso de Victoria, eso no era una posesión de una entidad o de un simple espíritu. Había claras marcas de que era una bruja la que quería comunicarse con vos, a lo cuál me pregunto por qué...

—La verdad es que no tengo una respuesta, Padre, lo único que puedo decirle es que estoy convencido de que esta bruja tiene algo que ver con el caso del Club, Sven Kuldesen y ahora con nosotros.

Me dediqué a leer el libro rojo que el Padre José me había dado, buscaba sin parar las distintas habilidades que obtienen las brujas según a qué Aquelarre pertenecen. Cada página era más sorprendente que la anterior, en algunas había recortes de diarios qué sumados a la información previa, permitían atar cabos y seguirle el hilo a las prácticas que realizaban cada uno de los grupo.

Mientras yo leía, el Padre me explicaba lo que sabía sobre cada Aquelarre, era sorprendente toda la información que tenía ese hombre en la cabeza, un verdadero experto en el tema. De vez en cuando me daba más datos que los que contenía el libro. Él estaba maravillado enseñándome todo este nuevo mundo que había descubierto, sin embargo era hora de volver al caso y relacionar nuestra información.

—¿Hay información sobre rituales? Creo que ahí está la relación que buscamos...

Él buscó la llave de nuevo y salió de la oficina, unos minutos después volvió con otro libro. En este caso, cuando empecé a leerlo, me atraganté del susto. Había información sobre vampiros, hombres lobo, criaturas de mitos urbanos y otras cosas que no pude detenerme a leer.

—Acá hay información de muchos otros seres... No hay rituales—dije dubitativo

—No, Aaron, en este libro guardé información precisa que sólo tiene el Vaticano. Me llevó mucho tiempo copiarlo. Todos estos seres fueron descubiertos a lo largo de varios siglos. Después de las Cruzadas, la Iglesia conoció a la primera bruja real, antes sólo quemaban mujeres por alguna razón conveniente para ellos. Se dieron cuenta de que en realidad la manera de matar a una bruja es encontrar su corazón, clavarle un puñal de plata y luego prenderla fuego.

—Lo que quiere decir esto es que existen los vampiros y las brujas y la Iglesia lo sabe ¿Pero no hacen nada?

—La Iglesia no mantiene a raya al mundo oculto, los Papas suelen ser unos viejos a los que sólo les importan las riquezas, el poder y que les besen el anillo. Mientras no los molesten, ellos van a seguir tapando el sol con la mano.

—Entonces... ¿Por qué sigue existiendo el programa de exorcismo? ¿Por qué todavía guardan estos libros en el Vaticano?—dije enojado

—Quizás porque todavía quedan algunos fieles a la verdadera causa divina. No te confundas Aaron, todas las religiones del mundo tienen esta información y son pocas las que hacen algo al respecto. Yo lo hago por razones personales, si no... Preferiría una vida tranquila.

Todo había pasado de golpe, hacía menos de una hora el mundo había dejado de ser lo que había creído durante toda mi vida. Me sentía inseguro, pensé que con tantas criaturas sueltas desconfiaría de cualquiera que tenga una mínima actitud sospechosa. Aunque también desconfiaría de cualquiera que tenga una vida demasiado perfecta. Enterarme de todo esto fue cómo estar en una habitación donde el sol que entra por la ventana ilumina todo, pero al prender la luz, uno nota que había muebles que no había visto y que el color de la habitación o su tamaño no era el que parecía.

La Cosa del ClubDonde viven las historias. Descúbrelo ahora