t r e i n t a y c u a t r o

4.1K 188 83
                                    

(No está editado)

Ayer había sido uno de los mejores días, aún seguía viendo el anillo que posaba en mi dedo, esto significaba mucho era otra etapa nueva en nuestra relación y un paso gigante.


Aún tenía muchísimas cosas en mi mente, no sabía que pasaría luego de que yo me fuera de aquí, porque ambos sabíamos que yo me iría a New York. Y no quería mantener una relación a larga distancia. Sabía que ambos podríamos superar esto, pero venían acontecimientos nuevos en mi vida, y quería que él estuviese en ellos, era mucho lo que estaba pidiendo y lo tenía claro.


Nos entrábamos a tan solo unos metros, yo estaba en mi habitación y él en su casa. Lo podía ver desde aquí. Su habitación estaba a la misma altura que la mía, se encontraba leyendo un libro. Estaba muy tierno y sexy a la vez, algo que solamente Harry Styles podía lograr, él con sus pequeños lentes de lectura, sus jogging grises y su torso descubierto. A pesar que de ayer lo vi, ya lo extraño.


Una idea tonta se cruzó por mi cabeza.

Tomé mi almohada, y me coloqué una campera grandota que tenía en mi armario. Llegué a mi ventana y miré hacia abajo, era alto y me daba vértigo, pero lo superaría. Comencé a sacar mi cuerpo por la ventana, sosteniéndome en marco de esta, mis pies se posicionaron en la escalera con plantas enredaderas, tire mi almohada viéndola caer hacia el suelo, comencé a mover mis pies y manos en sincronía, sabía que si daba un paso en falso, podría caer. No me pasaría nada grave, tal vez una pierna o brazo roto y todo por ver al estupido de mi novio.


Una vez que sentí mis pies tocar el pasto de mi jardín, sentí alegría. Ahora tendría que ver cómo llegaría a la ventana de Harry. Las casas eran un tanto parecidas por lo que se encontraba las mismas escaleras. Pero tenía aquí en mis brazos a mi almohada. Se me ocurrió colocármela entre mi estómago y mi campera, que era lo bastante grande como para sostenerla y al tener un elástico eso actuaba como una barrera. Comencé a subir las escaleras blancas, en este caso, no tenía las plantas y lo agradecía porque mis manos se encontraban un poco lastimadas por este.


Una vez que tuve frente mío la ventana, comencé a golpearla para que Harry me abriera, ya que esta tenía pestillo. Él aún estaba concentrado en su libro y al parecer tenias sus iPods, lo que hacía que mi trabajo sea el doble. Seguí golpeando durante cinco minutos su maldita ventana, sentía que mis brazos o tal vez piernas fallarían.


Comencé a dar golpes un poco más fuertes, su ceño se frunció, sacó uno de sus iPods y miró hacia la ventana. Sonreí y moví mi mano en forma de saludo.

—¿Emily? —preguntó.

Giré mis ojos — ¿Puedes abrir?

Abrió sus ojos y asintió repetidamente, dejó su otro auricular en la mesa de luz como lo había hecho con el otro, y también colocó su libro. Comenzó a acercarse a la ventana hasta llegar a ella, sacó el pestillo y la levantó.


Lo primero que hice fue sacar mi almohada de mí, y tirarla en su habitación. Él me miró sin entender. Luego tendió su mano para ayudarme a pasar.


Una vez adentro me saqué la campera dejándola en una de sus sillas, acomodé un poco mi cabello y me acerqué a él que me miraba sin entender.



Comenzó a ver mi atuendo y sonrió — Y ahí es donde se encontraba mi remera —cruzó sus brazos.


Sonreí inocentemente.


—¿No me dirás nada? —.



—Si —asintió — ¿Como hiciste para llegar hasta aquí?


Daddy's kitten' |h.s|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora