11- CAPITULO: Natsumi

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Después de tomar el té, mi abuela nos hizo un recorrido a los dos por la casa y por las zonas que rodeaban la misma. Me sentí muy contenta al saber que en la parte trasera había un terreno donde poder entrenar. No me hubiera gustado descuidar mis habilidades y contaba con que tenia a Itachi cerca. El es un shinobi extraordinario y se que si le insisto lo suficiente, me entrenará para mejorar mis técnicas y aprender algunas nuevas.

Mi abuela se disculpó con nosotros, pues tenia que acudir a la aldea para algunos recados, por lo que, tanto Itachi como yo, nos quedamos con tiempo libre antes de la cena. El prefirió irse a su cuarto, pero yo estaba tan nerviosa por conocer a mi abuelo y causarle buena impresión que no podía quedarme quieta en el lugar. Así que empecé a caminar por los alrededores de la casa.

Al pasar por uno de los pasillos pude observar a Natsumi, estaba sentada en el suelo con los pies colgando hacia el río. Había recogido su kimono y movía los pies  dentro del agua mientras tenía la vista perdida en el bosque.  Parecía algo triste por lo que decidí acercarme y hablar con ella para ver que le ocurría.

SAKURA: Natsumi, te encuentras bien?. Te noto distraída...

NATSUMI: Oh señorita Sakura, gracias por preguntar pero me encuentro bien...

SAKURA: Natsumi, no me trates de usted. Mi abuela te considera una hija, por lo que a efectos somos casi familia no crees?. 

NATSUMI: Lo siento.... Sakura entonces? ( me dijo esbozando una leve sonrisa)

SAKURA: Si, Sakura entonces...( le respondí con otra sonrisa). Y dime, que te ocurre?. Y no me digas que nada, se nota que estas preocupada por algo.

NATSUMI: Lo cierto, es que me siento muy avergonzada por lo de antes... (suspiro, mientras caían por su rostro algunas lagrimas silenciosas) 

SAKURA: Y que paso antes?. No se porque te avergüenzas, no has hecho nada malo... (Le dije apoyando una de mis manos en su hombro para transmitirle calma)

NATSUMI: En serio no se dio cuenta?. Yo.. Yo... No podía dejar de mirar a Uchiha-San delante de usted, y eso es una falta de respeto... Yo de verdad lo siento mucho!! (exclamó haciendo una reverencia en el suelo)

SAKURA: Pero que haces Natsumi, levántate porque haces eso???!!.  

Vaya situación mas incomoda...(suspiré)

SAKURA: Natsumi, yo no tengo porque incomodarme por lo que hiciste. Me da exactamente igual si miras o no a Itachi...

NATSUMI: Como puede decir algo así?. Acaso no se siente celosa de que miren a su esposo?. El es un hombre muy atractivo, seguramente no seré la primera que se pone nerviosa y no puede dejar de mirarlo en su presencia... Usted también es muy hermosa, seguro le pasará lo mismo. Aunque usted este acostumbrada, acepte mis disculpas por favor.

Otra vez me casan con Itachi.... Esto parece una broma de mal gusto.

SAKURA: Natsumi, escúchame bien, no voy a repetirlo de acuerdo?.

Ella me miró asintiendo con la cabeza, mientras se secaba las lagrimas.

SAKURA: 1- Como vuelvas a tratarme de usted, te prometo que no volveré a dirigirte la palabra entendido?. 2- Itachi no es mi esposo, por lo que me da exactamente igual que lo mires o que hagas lo que quieras con el. Solo somos compañeros, nada más que eso. Han quedado estas dos cosas claras?.

NATSUMI: Si.... 

SAKURA: Bien, ahora te contaré como es el Uchiha y tu sabrás si tienes el valor o no de declararte...

NATSUMI: En serio haría eso por mi?... (preguntó entusiasmada y con palpable felicidad)

SAKURA: Claro, así se le quita algo de ese mal humor al hombre...Incluso quien sabe... Alomejor algún día sonríe y todo, no crees? ( Le dije mientras retiraba los retos de lagrimas de sus mejillas y me reía)

NATSUMI: Yo... no se que decir. De verás gracias Sakura. Pero...  (Su expresión volvió a ser triste)

SAKURA: Pero que?..

NATSUMI: No debería molestarse en ayudarme, dudo que  Uchiha-San se fije en alguien como yo.. No tengo clan, ni familia, no soy una kunoichi como usted. No tengo mucho que ofrecer...

SAKURA: Te contaré algo interesante Natsumi. No hace falta ser una kunoichi para ser una mujer fuerte. No es necesario que sepas manejar el chakra o pelear para defender lo que quieres.Lo importante es que tu te sientas una mujer valiente ante cualquier situación y pongas todo tu empeño en ello.  Además, si quieres yo puedo enseñarte lo básico para defenderte, al fin y al cabo voy a estar bastante tiempo por aquí y es una buena manera de entretenernos, no crees?.

NATSUMI: De verdad me enseñaría a ser una kunoichi? (dijo impresionada)

SAKURA: Por supuesto. Ademas me sentiría mas tranquila sabiendo que sabes defenderte a ti y a la abuela.  Se que cuando me vaya, tu podrás protegerla...

NATSUMI: Créame, su abuelo ya nos protege a las dos. El es muy fuerte, en eso seguro usted ha salido a él. En cuanto le conozca lo comprobará. Ademas que con el genio que tiene la abuela, creo que puede asustar a cualquiera que intente hacernos daño...

Las dos empezamos a reír a carcajadas, tanto que se me salieron las lagrimas. Después de eso Natsumi y yo nos levantamos y fuimos a mi habitación. Dedique el resto de la tarde a enseñarle mis shurikens y kunais, y explicarle como se manejaba cada una de ellas.

Natsumi se despidió de mi con intención de irse a preparar la cosas de la cena, pues la abuela ya debía de haber vuelto. 

SAKURA: Natsumi te acompaño, no soy buena en la cocina pero quizás pueda ayudarte en algo...

NATSUMI: No es necesario Sakura, yo puedo hacerlo sola. Porque no aprovechas para descansar?.

SAKURA: Sabes que?, en ese caso creo que iré detrás, y me pondré a entrenar un poco hasta que lleguen los abuelos...

Me dirigí a la parte trasera de la casa, donde estaba el descampado que había visto en mi paseo con mi abuela. Justo al final del descampado, había una especie de cueva con una puerta de madera a la entrada. En esta estaba tallado el símbolo de mi clan.  Me llamó la atención y me acerque para investigar.

Era como una especie de habitación creada a partir de una cueva, donde sobresalía la roca. Y esta a su vez estaba cerrada por  aquella sospechosa puerta que parecía muy antigua. Me acerque a la misma  y comprobé que tenia un candado. Mierda, estaba cerrada.Intente usar un poco de mi fuerza para ver si podía forzar el candado sin romperlo, no quería que pensaran que era una curiosa o quería robar. Pero lo cierto es que moría por saber que había allí... Y como dice el dicho... La curiosidad mato al gato.
















El dolor de un secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora