29 CAPITULO: Unmei

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En cuanto visualicé la casa pude ver que todas las luces estaban encendidas, por lo que me imagine que aún habría movimiento, aunque iba con la clara idea de despejar las dudas de nuestra misión e ir directamente a por un baño y un sueño reparador. Esperaba que no me entretuvieran demasiado. 

Entre a la casa de manera silenciosa, esperando no asustar a nadie. Caminé por el pasillo exterior delantero de camino al salón para encontrarme con la abuela. Habría llegado ya Itachi de encerrar a los prisioneros? . En cuanto puse un pie en el salón pude ver a la abuela, estaba sentada con las manos sobre la mesa y la mirada perdida en el fondo de la pared. No fue hasta que se percató de mi presencia que me dirigió la mirada.

La abuela se levanto de donde estaba a una velocidad no muy propia de un civil y se abalanzó sobre mi en un fuerte abrazo...

MATSU: Menos mal que estás bien... No podía dejar de pensar que hubieras vuelto herida como Itachi... (dijo mientras algunas lágrimas se deslizaban por sus ojos)

Ante sus palabras solo pude quedarme estupefacta. Itachi herido?, debía ser un error... Ese hombre no podría ser herido por nadie... Ninguno de los hombres que estaban en la guarida eran lo suficientemente fuertes ni para rozarle un cabello...

Agarré a mi abuela por los hombros en un intento desesperado por verle cara y averiguar a través de ello la gravedad del asunto...

SAKURA: ¡¡¿¿Como que herido??!! ¡¡Donde está!! (le exigí)

MATSU: Está en la habitación de Natsumi, ella esta con él...

Sin mirar atrás corrí por la casa hasta la habitación de Natsumi, abrí la puerta a toda prisa y entré a la habitación. Encontrándome allí a un Itachi dormido sobre su futón y una Natsumi arrodillada a su lado, mientras enjuagaba un paño en agua...

Escaneé con la mirada a Itachi buscando indicios de heridas de gravedad, pero a simple vista no podía ver nada... Su aspecto era de alguien fatigado, como si su cuerpo hubiera colapsado por el cansancio y le costara algo de trabajo respirar. Pero aún así lucía tan sereno y tranquilo como siempre...

Me acerqué hasta Natsumi y me arrodillé a su lado...

SAKURA: ¿Que ha pasado?

NATSUMI: No lo sé... (dijo cabizbaja) Simplemente lo vimos llegar y se le notaba algo cansado, casi pierde la consciencia en el pasillo... Después lo ayudé a llegar aquí. No tiene heridas visibles, simplemente es como si estuviera agotado...

SAKURA: ¿Natsumi... has sentido algo fuera de lo normal últimamente?

Con la expresión de su cara me lo dijo todo... Aunque no parecía querer hablar y estaba segura de que Itachi tenia que ver con ello...

SAKURA: Natsumi, si no me dices lo que pasa no podré ayudarle... Sabes que el jamás me dirá nada, porque él es así... Necesito saber que pasa y hacerle una revisión...

NATSUMI: Últimamente le he notado algo cansado durante estos días, aunque no le he dado importancia... Él no me dice nada Sakura y yo no pregunto porque se que no obtendré respuesta... Llevo poco tiempo a su lado, pero le conozco bien y se que jamás haría que nos preocupáramos por él... Pero hoy, hoy me he asustado al verle así...

Podía notar como quería aguantar las lágrimas que estaban por salir...

SAKURA: Natsumi, necesito que salgas de la habitación... Voy a revisarle.

NATSUMI: ¡Yo me quedó aquí (dijo firme), quiero saber que le ocurre!

SAKURA: Natsumi, ahora mismo prefiero que no estés aquí..., estoy casi segura de que no tiene nada mas que cansancio, pero como médico debo atenderle y a no ser que el exprese su deseo de que estés aquí, no puedo permitírtelo... Lo siento.

El dolor de un secretoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora