El dolor de un secreto

19-CAPITULO: Aceptando lo inevitable...

En cuanto pasaron algunos minutos, vi como a poco la expresión de los presentes volvía a la normalidad. Aunque seguían mirándome como si fuera un fenómeno, algo que me desagradaba..

KAZUMA: Vaya muchacha, no esperábamos que tuvieras semejante fuerza... Hitoshi sin duda tu nieta ha heredado la fuerza y voluntad de Hirishima, ya sabes quien debe ser la heredera del Clan...

Dirigí la mirada a mi abuelo esperando que comentara algo ante la proposición que había soltado ese tal Kazuma...

KAZUMA: Vaya, no le has dicho nada Hitoshi?...Verás por lo general suele ser un heredero al Clan, no heredera por lo que lo más correcto es que debas contraer matrimonio con.....

El abuelo hablo alto y claro cortando lo que Kazuma pretendía decir. Podía imaginarme lo que quería explicarme, lo que hizo que se me pusieran los pelos de gallina en todo el cuerpo...

HITOSHI: Deberíamos regresar al salón y comenzar la reunión, es tarde...

HISATO: Es cierto, regresemos y comentemos los temas a tratar....

Todos caminamos en silencio hasta la casa, donde ellos comenzaron a hablar de temas referentes a la Aldea. Yo por mi parte decidí ausentarme, aunque en realidad ellos tampoco deseaban que estuviera en dicha reunión. Por lo que salí de la casa y acompañada del silencio de la noche fui hasta la casa Haruno.

Durante el camino no podía dejar de darle vueltas a lo que había dicho... Como era posible que una mujer no pudiera ser digna de ser cabeza del Clan?, Es que acaso debía casarse para mantener su linaje?. No pretendía el abuelo decirme algo así?, o tal vez no pensaba pedirme que fuera yo la que tomara su lugar... Entonces quien?. No había nadie más....

Sin quererlo había caído en mi un peso que por un lado no quería llevar. Me enorgullecía a mi misma el que fuera yo quien tomara ese puesto pero no que tuvieran que manipular mi vida para hacerlo, eso no lo iba a permitir...

Iba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta de que mis pies me llevaban al lago, creo que mi cuerpo y mente ya conocían la paz que me daba dicho lugar... Iba en silencio de camino hasta que a lo lejos pude divisar el muelle y algo más...

Pude observar a Natusmi e Itachi en el muelle, por lo que la curiosidad me mato y decidí ocultar todo lo posible mi chakra para que no supieran que me encontraba allí... Ella le daba la espalda mientras contemplaba el agua,  y el unos pasos atrás de ella, de pie contemplando su cabellera que se mecía con la brisa... No sabía si hablaban o estaban en silencio, desde mi posición no podía verlo con claridad. De repente una mano de Itachi se alzó para tomar un mechón de pelo de Natsumi. Al sentir el toque Natsumi se giró dándole la cara y en ella se podían notar los rastros de lágrimas. No pude evitar sentirme furiosa por que le hiciera daño de nuevo, ella no lo merecía....

Lo siguiente que vi y me dejó realmente impresionada fue como el limpiaba sus lagrimas con sus manos apoyadas en sus mejillas... En ese momento me sentí mal conmigo misma, yo no debería estar allí. Era un momento íntimo que no debía ver, aunque con todas mis fuerzas quería saber, si realmente el la correspondía. Me di la vuelta para ir de camino a casa, dejaría que pasara lo que tuviera que pasar...

Aunque me sentía feliz de haber sembrado esa duda en Itachi cuando hablamos esta tarde, no podía evitar pensar que yo tenía algo que ver en ese cambio de actitud y ello me llenaba de regocijo. Ojalá tuviera ese poder con el Uchiha menor, pero con ello solo confirmaba que Sasuke e Itachi eran totalmente diferentes..

Llegue a la casa y fui directo a mi habitación. Cuando me disponía a cambiarme me di cuenta de que aún llevaba colgada la katana de mi padre. Por lo que quité el amarre de mi cintura y me desvestí para ponerme mi habitual vestido blanco, que usaba para dormir. Encima del mismo me puse la bata de seda blanca y una vez preparada salí de la habitación con la katana en mano, dispuesta a dejarla en el estudio del abuelo, donde debía estar. Camine lento por los pasillos intentando hacer el menor ruido posible, hasta que llegue a las puertas del estudio.