CAPITULO 2

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Lágrimas caían por las mejillas blancas de Kut, mientras que los sollozos eran callados por su almohada. No era la primera vez que sus padres lo regañaban o lo golpeaban pero en esta ocasión las cosas subieron un poco de nivel.

Cuando en su "conversación" insinuaron que él se había entregado a Dylan. Lo cual trató de negar pero sus padres solo ignoraron sus palabras. Haciendo que su madre le obligue a quitarse la ropa frente a la atenta mirada de su padre. Así revisando si él aún estaba en "buenas condiciones" para ser vendido al alfa.

Lo único que sentía el joven era vergüenza y humillación, al ser inspeccionado como si fuese un producto u objeto puesto en venta.

Lloraba en silencio mientras sentía una leve picazón y dolor en su hombro izquierdo. Ahí, en ciertas ocasiones aparecía un inicial «S» dorada que al tocarla lo calmaba casi de manera instantánea. Sonreía al verla aparecer en su piel, no sabía que significaba tal vez era la inicial de su nombre real o tenía relación con algo sobre su verdadera familia.

Poco sabía que esa "marca" era el llamado de su pareja predestinada, que ocurría cuando se conocen y al instante de reconocerse como  «Soulmate»  o «almas gemelas» la inicial de su pareja se plasma en su piel, al inicio es dorada. Aparece cuando sus mates atraviesan por emociones fuertes y necesitan apoyo de su pareja. Se volverá negra y permanente ante el reclamo mediante la mordida.

Sin saber el verdadero significado de esa inicial en su piel Kut comienza a dormirse con su mano derecha sobre su hombro justo sobre esa «S» que le llena de paz y tranquilidad.

Corre...

A su alrededor solo ve árboles, muchas ramas y hojas por todo el bosque. Una mano sujeta con fuerza la suya guiándolo, hasta llegar a un gran árbol con un orificio como una pequeña cueva.

—No vayas a salir hasta que yo vuelva

—No te vayas —sujetándolo por el brazo.

—Voy a volver —acariciando su mejilla.

No, no me dejes... —sollozando.

No me dejes...—lágrimas caen de los ojos grisáceos del joven castaño, mientras que una de sus manos se coloca en su pecho tratando de calmarse.

No era la primera vez que tenía ese sueño pero siempre lo deja con esa extraña sensación de vacío como si olvidó algo o a alguien.

🍁

Después de preparar el desayuno y limpiar un poco se coloca el uniforme para asistir a clases, al menos en el instituto podía tener un poco de libertad.

Ahí podía encontrarse con una o mejor dicho la única persona que lo quería de verdad, Dylan era su amigo de infancia no recuerda con exactitud a que edad fue que lo conoció, pero si que ese día estaba llorando en un parque cerca de su casa porque su madre se había enojado con él por romper una taza y lo trató de lo peor.

Ese día un joven de cabellos negros y una mirada amigable con un par de ojos celeste claro como el cielo, le dió un cálido abrazo, lo único que él necesitaba. Además de compartir un helado de vainilla aunque el prefería el de fresa.

Desde ese instante ese joven alfa se volvió su apoyo y todo lo que necesitaba para ser feliz. Uno de sus momentos favoritos es cuando Dylan le dió su primer beso en su cumpleaños 13, en el mismo parque que se conocieron hace mucho tiempo atrás.

Una sonrisa salió de sus labios al divisar a lo lejos una silueta familiar, solo tenían 15 minutos antes de la primera clase y era más que suficiente para estar juntos.

— Dy... —susurró sobre la boca del alfa—Hoy no podemos caminar juntos a casa.

—¿Por qué, amor? — separando un poco su cuerpo del castaño para mirarlo a los ojos —¿Tus padres?

—Si —suspira —Mi padre nos vió en el callejón y no lo tomaron de la mejor forma.

—¿Te golpeó? —casi gruñe ante ese idea.

—No —mintió —Solo le enoja la idea de que yo pueda entregarme a ti.

—Kut —acerca su mano a la mejilla del más pequeño — Sabes que yo podría reclamart...

—Dylan ya lo hablamos, te meterías en problemas si es verdad que soy un ga...

—No lo digas, por favor — mirándolo a los ojos — No se que haría si fuera verdad.

—Tranquilo —tomando el rostro del alfa entre sus manos — Todo estará bien.

—Kut —abrazando con fuerza la cadera de su pequeño, la solo idea de que él deba ser obligado a estar con el alfa solo para darle cachorros, le aterra. Pero si su lindo omega resulta ser un gamma nada podrá salvarlo.

Él se había hecho un promesa personal y si en verdad Kut era vendido al alfa Adrew haría cualquier cosa para sacarlo de ese maldito lugar así le cueste la vida.
No podía permitir que eso le pase a la persona más dulce y maravillosa que más ama en este mundo lleno de injusticia.

Dylan sabía a la perfección el porque los gammas son exclusivos para el alfa, Adrew tenía miedo de que un gamma tuviera un cachorro que sea capaz de quitarle su puesto. Pero si él controla cada nacimiento nada de eso podría ocurrir, así Adrew seguiría siendo el alfa al mando, sin importar el daño que le causa a esos gammas.

Ya que estos a lo mucho llegaban a tener 3 cachorros antes de morir por permanecer aislados y enjaulados sin dejarles transformarse en sus lobos. Algunos rumores decían que en realidad sólo llegaron a tener un bebé antes que el mismo alfa los asesine.

Ya que todos saben que los lobos de los gammas son más grandes y fuertes es por eso que en algunas guerras o enfrentamientos ellos eran colocados en las primeras filas, seguidos por los alfas y los betas.

Pero como todo omega su debilidad era su pareja o cachorro, aunque ese también era el detonante para su gran furia, muy pocos o casi nadie se atreve a meterse con un gamma si esta defendiendo a su familia.

—Yo te protegeré Kut —susurró Dylan contra el cuello de su amado —cueste lo que me cueste —se dijo a si mismo.

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