CAPÍTULO 32

1.9K 216 40
                                    

ARTHIT'S POV

Después de esa noche, le sigo dando pequeños besitos.
Sé que no debería hacer eso, pero con esas muestras de cariño estoy teniendo su confianza en la palma de mi mano.

Tengo que darme prisa, mañana es viernes y no he conseguido llevarlo al bosque.
Los hombres de mi abuelo han estado merodeando por los alrededores. Una vez que nos vean actuarán según lo planeado.

Se llevan a Kong y todo acaba.

El día jueves fue normal, salimos de su casa, fuimos a ver a sus conejos. Ese día liberaría a uno que estaba bien de su pata.

Es raro, los lobos comen conejos pero yo estoy viendo a uno darle besos a la cabeza peluda de ese orejón, antes de dejarlo libre.

—Pero si se lastima otra vez, no tiene caso que hagas todo esto.

—Pues si lo vuelvo a encontrar, lo cuidaré de nuevo y si no; espero que viva mucho tiempo y tenga una gran familia.

—Eres único —uní nuestras bocas, dejando un casto beso en sus labios.

—Gracias —sonríe y ese brillo llega a sus ojos.

«Sus ojos brillan por nosotros» aulla emocionado mi lobo.

Sin pensarlo dos veces, me coloqué en su regazo para volver a besarlo, él corresponde. Mis manos viajan hasta la parte trasera de su cabeza, en ese lugar hundo mis dedos en sus cabellos, profundizando el beso.

Dejo que mi deseo se haga presente y en un momento a otro mi lengua se abre paso entre esos labios rosas, profanando esa dulce boca.

Mi burbuja de placer se rompe al sentir como sus manos me apartan; al abrir los ojos, me doy cuenta que me dejé llevar de más y sobrepasé mi límite con él. Ya que Kong está recostado en el césped y yo por poco restregándome en su cuerpo como si estuviera en celo.

¡Qué vergüenza! ¡Me quiero morir!

—Y-yo...perdón... —bajé mi cabeza, muy apenado.

—¡Hey! —acaricia mi rostro con el dorso de su mano —P'Arthit, no tienes porque disculparte. Me gustó el beso, lo único que no me agradó del todo fue la piedra en mi espalda.

Lo único que pude hacer fue reírme por esta situación, antes de bajar de su cuerpo le doy un abrazo.

Pero solo es por la misión, por nada más.

Su mano toca levemente mi espalda dando pequeños toquecitos.

—Anda, levánte P'Arthit.

—Solo si me das un beso más — escucho su risa

—Todos los que quieras P...

Sin más después de algunos besos más, nos fuimos a la mansión.
Ya que era hora del almuerzo, habíamos pasado toda la mañana fuera.

—P' la comida está lista

Kong entró a la habitación con el almuerzo como de costumbre.
Desde que estoy aquí comemos en su habitación, él dice "son los pequeños privilegios que tengo ahora que mis padres están de vacaciones"

Y yo lo sabía, yo sabía del viaje, de sus padres, de sus horarios, de cuando salen o entran, toda esa información la tenía.

Todo estaba planeado, nada hasta ahora ha sido coincidencia.
Hasta "nuestro primer beso" lo fue. Yo esperaba su momento más vulnerable para poder atacar. Yo he sido entrenado para este momento.

Tienes ese rostro inocente, el chiquillo caerá, lo hará, va caer...

Al inicio no creí en las palabras de mi abuelo...pero ahora estoy más que seguro que mi fachada de niño bueno ayudó en todo lo que Kong me está dando.

Te Encontré Donde viven las historias. Descúbrelo ahora