CAPITULO 11

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KUT'S POV

Eres Krist, lo eres ¿verdad?. Eres Krist, eres Krist. Krist. Krist...

No he dejado de pensar en ese nombre y la intensidad de la mirada de Singto.

La verdad, cuando me llamó, así, me removió algo, pero no estoy seguro. Toda mi vida he vivido en la manada Mersh. Aunque cabe una pequeña posibilidad de que sí lo sea, pero si no lo soy lastimaré a Singto.

Singto, ese alfa que es muy bueno conmigo, me ha dado un techo y comida, creo que no debo darle esperanzas de que soy ese tal Krist.

Aunque ese chico debe ser muy afortunado para ser buscado por Singto, debe quererlo mucho.

¿Por qué duele pensar que Singto ama a ese Krist?

No debería importarme yo tengo a Dy, se que el va volver. Tiene que volver o yo debo buscarlo.

Para no confundir la amabilidad de Singto con algo que no es. Debo tener muy claro que Singto tiene a Krist y yo a Dylan, así deben ser las cosas.

🍁

Muy en la mañana mis ojos se abren solos tratando de acostumbrarse a la luz, paso mi mano por mi rostro quitando el sudor de ella ya que es el único rastro de esa pesadilla que tuve, parecía tan real, podía sentir como el alfa Andrew me miraba hasta podía percibir su aroma.

Fue aterrador.

Para despejar esos pensamientos feos, camino y me siento en ese pequeño sofá admirando el amanecer. Es hermoso y viene cargado de un montón de sentimientos buenos y positivos. Solo pido que duren al menos un tiempo.

A las 6 am mi estómago comienza a emitir unos sonidos aterradores, podría jurar que mis intestinos quieren comerse entre sí.

—Espera un poco... Singto debe estar por venir —palmeo mi vientre. Con la esperanza de ver a ese hombre.

Y grande fue mi decepción cuando entró una beta con una bandeja de comida. Solo pude fingir una sonrisa y agradecer por los alimentos.

Al terminar unos golpes en la puerta me alertaron pero sabía que podía ser la misma beta que trajo la comida. Sin ganas le digo que pase.

Mi corazón brinca de alegría al ver a la persona que tanto esperé toda la mañana.

—¿Cómo amaneciste?

—Bien, gracias

—¿Te gustó la comida? No estaba seguro que te podría gustar así que le pedí a Mary que te traiga algo sencillo.

—Si, me gustó mucho.

—Hum me alegro.

Caminó más cerca de donde yo estaba quedando frente a mí. Mirándome con esos hermosos ojos, un sentimiento extraño surgió en mis adentros... Era casi como sí conociera esos ojos...

—Krist... — acuna mi rostro en su mano.

Ese nombre me estremece, aunque también puede ser su tacto. Su piel contra mi piel, su calor contra el mío.
Singto libera sus feromonas, es dulce, me agrada, sin darme cuenta ya estoy con mi cabeza en su pecho no queriendo que él deje de tocarme.

Es extraño pero me gusta y mucho.

—Krist... — susurra nuevamente y me despierta de ese sueño.

—N-no...

Sus ojos antes brillantes ahora están manchados con un tristeza que hace a mi pecho oprimirse y quiera hacer cualquier cosa con tal de quitarle esa mirada.

— Quiero que conozcas a unas personas —musitó un poco más calmado.

—Esta bien.

Salimos de la habitación hacia un gran pasillo, es extraño, será porque es la primera vez que salgo y me provoca ansiedad, creo que Singto lo nota por lo que vuelve a mirarme, estirando su brazo, ofreciéndome su mano para tomarla.

No dudé ni un segundo. Su cercanía calma mis sentidos, así me guía el resto del camino y puedo apreciarlo mejor. Sin duda Singto debe ser una persona de alto rango para ser dueño de una casa como esta.

Al llegar al final del pasillo y descender por las escaleras mi corazón palpita acelerado. Tengo miedo. ¿Me va a expulsar? Solo por no ser ese chico ¿por qué todo es tan complicado?

—¿Me va a echar de su casa? — susurro haciendo que él se detenga.

—¿Qué? ¡Claro que no! ¿Qué clase de persona crees que soy?

¡Ay! Que tonto ya lo hice enojar

«Si, idiota»

—Perdón...yo ah perdón... —me mira y sus facciones se suavizan.

—Vamos.

No dijo más, llevándome hacía dos grandes puertas; soltó mi mano, tomó las perillas y la abrió de par en par.

Se giró levemente como en señal para que entre, al poner el primer pie en esa habitación puede sentir la presencia de otros aromas. Girando mi cabeza puede apreciar a unas personas sentadas ahí con sus ojos fijos en mí.

Mi único reflejo fue refugiarme atrás de la espalda de Singto, mi único lugar seguro o eso quiero creer.

Por favor Singto, tú no me falles. No lo soportaría.

—Chicos quiero que conozcan a Kut.

🌼🌼🌼

¡Vamos a jugar al bosque!

¡Si! -gritaron al unísono.

El grupo de niños comenzaron a jugar a las escondidas, solo se escuchaba risas y gritos de alegría.

Todo paso tan rápido que para los niños es como un mal sueño o una pesadilla. Su diversión fue tan efímera que aveces dudan que sea verdad.

Solo veían a personas y lobos correr en todas direcciones, las risas de los más pequeños fueron borradas solo quedaba lágrimas de miedo recorriendo sus mejillas.

Singto, salva a mi hermano. Yo buscaré a nuestros padres.

Etiz.

Ve Singto, huye con Krist.

Cuídate.

🌸🌸

Gracias por leer

Nos leemos el lunes 😍🥰
Cuidesen mucho 😍

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