Te Encontré

CAPITULO 9

KUT'S POV

—Hum...—gimo de dolor, me duele cada célula de mi ser —Hmm —pero no quiero levantarme de esta cálida cama.

Un momento... ¿Cama? ¿Cálida? Definitivamente morí en el bosque y estoy en el paraíso.

¿Cómo llegué aquí?
¿Otra vez soy prisionero?

Mientas toco la cadena aún en mi cuello y mis tobillos, Bravo KUT saliste de una cárcel para caer en otra.

Y sé que mi mala suerte continúa cuando veo a unos hombres entrar con unos instrumentos extraños en sus manos.
Y mi único instinto es retroceder en la cama hasta chocar con la cabecera.

—Tranquilo... —habla uno de ellos, su voz es suave y no siento tanto miedo de él pero de los otros si.

—N-no...se acerque... —estiro mi mano para mantener distancia.

—Te voy ayudar, no te asustes —sonríe, y le hace lucir malditamente apuesto.

KUT concentración...concentración... No mires su linda sonrisa.

Él puede ser peligroso. Un lobo vestido de oveja.

—Te voy a quitar — señala y gruñe — esas cadenas.

Trato de relajarme, no estoy seguro de confiar pero la verdad si quiero que me quite esas cosas de mi cuerpo, duelen.

Lo miro por unos minutos tratando de descifrar sus intenciones. Y como si leyera mi mente, habla primero acabando con mi lucha interna.

—Confía en mí, nunca te lastimaria.

Su voz parecía ser sincera ¿Debo creer en él?

«Si, si, si» Grita emocionado mi lobo

—Esta bien... —accedo

Él se va acercando con cautela al sentir como me tenso al ver a los otros betas acercándose.

— Nadie te hará daño mientras yo esté aquí.

Sus palabras me reconfortan, me dan tranquilidad. Su aroma envuelve la habitación, sus feromonas me relajan aún más, hasta que veo como se coloca unos guantes negros parecidos a los que utilizaron “mis padres" cuando me colocaron las cadenas.

Me alejo de su presencia en un movimiento tosco.

— Tranquilo...no puedo tocarlas sin los guantes

Se que se lastimaria las manos si toca las cadenas pero no me gusta la sensación de esos guantes en mi piel, no me gusta.

— ¿Quieres que me los quite? —busca mi mirada.

Muevo mi cabeza afirmando sus palabras

—OK, lo haré sin guantes.

Se los quita dejándolos en el suelo mientras pide una herramienta un poco extraña a unos de esos hombres.

Es como una ¿llave?... No, si es una llave.

Me hace una señal para sentarme al borde de la cama, mi piel se eriza a su tacto. Su toque es suave y delicadamente toma mi tobillo derecho, se arrodilla, ni en mis locos sueños pensé que un alfa se pusiera de rodillas frente a mi, bueno sin contar a Dylan.

— Esto no va doler — habla sosteniendo mi pantorrilla — Hice que buscaran una llave para poder sacarte esto sin peligro y sin dolor para ti.

En segundos escucho un click, sí, ese es el sonido de mi libertad al escuchar el segundo click.
Eso hace latir mi corazón de emoción, estoy tan feliz que casi podría...