CAPÍTULO 22

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SINGTO'S POV

— Esto queda entre nosotros, ¿entiendes Clau?

—Si, aunque Krist no sea santo de mi devoción él debería saber.

—Lo sabrá a su debido tiempo...

Con esas últimas palabras Clau volvió a su habitación mientras yo me me dirijo hacia la casa.

Se que ignorar a Krist hace un rato tal vez no fue lo mejor pero era necesario, temía explotar frente a él. Tenía muchas cosas en que pensar y como actuar respecto a lo que va pasar. Y la llegada de Dylan solo me lleva a apresurar las cosas.

Mientras más me acerco puedo sentir su presencia, él está aquí, cerca de mí. Es cálido poder llegar a este lugar y verlo, oír su voz, aspirar su aroma, tocarlo. Creo que nunca podría cansarme o detener esto que crece dentro de mí por él, por Krist.

Ya se porque somos parejas predestinadas, la diosa Luna nos unió por algo, ese propósito que tarde o temprano debemos enfrentar.

Es extraño como todo cambia, hace unos años, nunca pensaría que mi pequeño sería un gran guerrero y alguien sumamente especial. Aún recuerdo la primera vez que lo vi.

Era pequeñito como un conejito como una bolita blanca casi como la nieve, con sus finos cabellos claros, largas pestañas que adornaban un par de hermosos ojos, su nariz respingada, unos suaves labios carmesí. Era una pequeña belleza, aún lo es.

En ese entonces era frágil, a todos cautivaba esa aura de pureza e inocencia que él transmite, te hace querer protegerlo. Al inicio pensé que era eso, solo quería resguardar su vida ya que era como un hermano menor. En ese tiempo yo tenía un compromiso que cumplir.

Decidí mantener distancia de él, solo acercame si era necesario, no era fácil ya que prácticamente lo veía a diario sus padres son como tíos para mí. A pesar que me alejaba de Krist o evitaba estar cerca de su presencia su primera palabra fue mi nombre, ¿lo pueden creer? Ese día casi grite de alegría.

Y sabía que debía alejarme aún más. Algo en mi interior me lo decía. Comencé a entrenar y salir más con mi amigos, así no pensaría en ese lindo niño. Desde que dijo mi nombre por primera vez pude sentir su aroma, era dulce y me hacía querer tenerlo entre mis brazos. Eso me aterró más que nada yo tenía un compromiso, yo era como su hermano, no podía estar teniendo otras ideas.

Lo controlé lo más que pude, en oportunidades de flaqueza lo abraza y dormía con él sobre mí. A veces me conformé con ver sus hermosos ojos grisáceos o una sonrisa. Todo parecía mejorar hasta que escuché algo que me hizo sentir extraño.

Será una excelente esposa para Krist.

Lo sé. Su compromiso será pronto

Escuchar eso retorció mis entrañas, ya estaban buscando una pareja a Krist, mi Krist. ¿Por qué eso no les quedó claro? Era mío.

No sé como llegué a su habitación solo recuerdo tenerlo entre mis brazos. Tenía miedo, miedo a que se lo lleven, miedo a que él no esté a mi lado, miedo de todo. Sé que ese día asusté a Krist ya que estaba llorando como un loco.

No lo soporté más y lo anuncié, les dije lo que tenía guardado hace mucho tiempo, de mis labios, con mis palabras —Krist, es mi pareja. No dejaré que nadie se lo lleve.

Si, todos quedaron sorprendidos. No me creyeron al inicio, hasta que quisieron separar a Krist de mi agarre. Él se reusó y también habló —No me separen de Sing... Yo lo quiero.

Ante sus palabras lo abracé más fuerte, solo me alejé de Krist al quedarse dormido en mis brazos. Los adultos hablaron y propusieron esperar un tiempo. Con respecto a mi compromiso con Clau lo dejaron en pausa ya que si eran verdad mis palabras y Krist era mi pareja predestinada, no podían hacer nada ante la decisión de la Diosa luna.

Y así fue, un día un leve ardor en mi hombro anunció que mi compañero de vida sería Krist. A los días también apareció la marca de Kit en su tersa piel. Los adultos se reunieron nuevamente, no era algo bonito, se podía percibir la tensión en el ambiente, unos cuantos gruñidos y — el acuerdo de matrimonio queda roto.

Uno de mis tíos, saliendo molesto e iracundo dándome una mirada de ira total y dejando la casa de mi padre.

Aún recuerdo aquella mirada y ahora me doy cuenta que no era dirigida hacia mí sino hacia el pequeño cuerpo que se encontraba detrás de mí. Creo que si hubiera entendido esa acción antes  las cosas serían diferentes.

Pero no puedo cambiar el pasado, ahora solo queda forjar el futuro.

🍁🍁

Al estar frente a la habitación que compartimos lo percibo. Él está ahí en la cama, en nuestra cama pero algo no me gusta y es que logre captar un olor muy característico.

—Kri... — no puede decir ni media palabra, cuando un pequeño cuerpo impacto contra mí.

Sentí su cálida piel contra la mía, su dulce aroma y su respiración un poco agitada casi como...

—¿Qué pasa? —pregunté. Me ignora y me abraza más fuerte —Krist, cariño ¿Qué pasa?

Y lo escuché suspirar y un leve sollozo.

— Kit

—Solo...quédate así un poco más... —su voz se escuchaba  ahogada —Solo un poquito más...

—El tiempo que quieras.

Así estuvimos un par de minutos hasta que él fue el primero en romper el silencio.

—Hablé con Dylan.

Escuchar ese nombre salir de sus labios me puso a la defensiva. Aunque lo imaginé, tiene aún el aroma de Dylan en su cuerpo. Es la misma mezcla de olor que percibí hace un tiempo, la vez que lo encontré en el bosque.

— ¿No resultó bien la charla?

Sabía que no era el momento de ponerme de alfa gruñón y posesivo. Se que es importante este tema para Krist y necesita que lo escuche.

—Resultó bien...Dy siempre es muy bueno conmigo—se detuvo un rato antes de continuar — Es solo que estar con él me hace recordar... Me recuerda a Kut y... no es que odie esa parte de mi vida pero ahora quiero...no sé, empezar de cero. Quiero ser feliz a su...lado osea aquí en esta manada no a su lado...¡No! quiero quiero decir sí contigo y con todos y aquí o en cualquier lugar, bueno no en cualquier sitio ya que tú no puedes dejar la manada y no sé qué estoy diciendo...mejor me detengo.

—No, sigue me gusta cuando hablas, me gusta escuchar tu voz.

—Sinng...to... —hace un puchero. Es adorable —¿entiendes lo que quiero decir?

—Sí.

—Entonces...entendiste que te quiero.

—Sí,... Espera ¿qué? —lo separo para poder estar frente a frente.

—Que te quiero... Humm mucho.

—Dilo de nuevo

—Te quiero mucho Singto.

—Y yo te amo Krist — sus ojos se abren con sorpresa. En sus mejillas aparece un leve rubor.

—Singto...

—Esta bien, no tienes que decirlo ahora. Cuando estés listo me lo...

—Te amo 

🌸

Gracias por leer

Nos leemos el lunes 🥰🥰

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