ÉLITE

Te gusta Sadie, Noah

Te gusta Sadie, Noah.

Viernes 28 de marzo.

Narradora omnisciente:

Se sentía tan terriblemente culpable por el conflicto que habían tenido sus amigos.

No había asistido al instituto, no se creía capaz de hacerlo, ¿Qué le diría a Caleb? El estaba molesto y lo entendía más que nadie, sabía lo importante que era Sadie en su vida, por más de que el moreno nunca la había mencionado de esa forma, sus ojos reflejaban cariño hacia ella, y le molestaba tanto que el también demuestre lo mismo.

Había querido ir a casa de la pelirroja y ver como estaba, pero no se había animado, había retrocedido y no había podido abrir la puerta de su habitación para aclarar y solucionar las cosas. Una parte de el, quería que Sadie no le dijera a Caleb que Noah no le importaba, y se sentía aún peor por eso.

Deseaba que ella lo viera como algo más que un amigo, y al mismo tiempo se reprochaba a sí mismo por pensar en la chica de su amigo.

El sonido del timbre resonó en toda la casa, dejándolo frustrado, toda su vida había querido deshacerse de aquel aparato, era ruidoso y le fastidiaba, pero no podía hacerlo, ¿Si no como sabría si alguien viene?.

Caminó a paso lento, ignorando el hecho de que aquella persona del otro lado de la puerta tocaba el timbre sin parar.

-¡Ya voy! -Gritó harto, maldiciendo por lo bajo y arrastrando los pies hacia afuera.

Abrió la puerta principal, y de lejos pudo reconocer a la rubia que había estado pasando tanto tiempo con Gaten.

Maddie Ziegler se encontraba tras las rejas, llevaba unos shorts blancos y una blusa rosa pastel, algo muy clásico de Maddie, su pelo estaba recogido y algunos mechones caían por su rostro.

¿Qué hacía ella ahí?.

-¿Maddie?. -Preguntó un poco anonado, el no había cruzado palabra con ella, no por tener algún motivo o algo así, más bien la oportunidad de hablar no se había dado, pues ella había llegado justo cuando empezó el gran problema entre Tina.

-Hola a ti también, estoy genial. -Respondió la rubia sarcásticamente y Noah solo le hizo una mueca.

-¿Qué haces aquí?. -Dijo y le abrió el portón. -¿No se supone que deberías estar en la escuela?. -Se hizo a un lado para que pasara, y así volver a cerrarlo.

-Te digo lo mismo. -Atacó ella. ¿Qué haces aquí?. -Comenzaron a caminar hacia la puerta.

-Estoy un poco enfermo. -Mintió, sabía perfectamente que la excusa era tonta, pero fue lo primero en lo que pudo pensar en el momento.

-No estás enfermo Noah. -Afirmó Maddie. -Dime la verdad.

-¿Por qué se supone que debería hacerlo?.

-Por que tiene que ver con lo que pasó en mi casa, y mínimo merezco una explicación del por que te dieron una paliza.

Noah suspiró derrotado, sabía que Maddie tenía razón, había armado un show en su hogar la noche pasada, y por obvias razones la habían dejado confundida.

-Caleb cree que Sadie y yo tenemos algo.

-¿Y no es así? -Preguntó la rubia.

-No no no. -Dijo rápidamente. -Solo somos amigos.

-Se han besado, los besos no son de amigos.

-Fue solo por que tuve un ataque de pánico, los tengo hace un tiempo.

-¿En serio? -Volvió a preguntar un poco cotilla. -¿Qué se siente?.

-¿Qué se siente que cosa?.

-Un ataque de pánico. -Respondió. -He leído que no puedes respirar, pero es lo único que sé.

-Pues, créeme, es horrible-Comenzó. -He vivido toda mi vida con ellos, así que ya no son tan sorprendentes para mí. -Explicó. -No puedes respirar, transpiras, hay una gran sensación de sofocación, es...desesperante. -Terminó, hablar del tema lo ponía un poco sensible, por que mientras sus amigos habían vivido disfrutando toda su niñez, el no había podido acompañarlos a la montaña rusa o a nadar, pues un ataque de sorpresa podría cobrar muy caro.

-¿Sadie te besó solo por eso?. -El asintió con la cabeza. -No es así Noah, ¿Acaso soy la única que cree que se gustan?. -Preguntó frustrada.

-¿De qué estás hablando? No me gusta Sadie.

Con mentiras llegamos aquí y con mentiras nos iremos.

-¿Qué no te gusta? Oh vamos Noah tu eres el más obvio. -Acotó. -No puedo creer que hayas faltado al instituto solo para no verla, amigo, déjame decirte que eres un cobarde.

-No fue para no verla a ella. -Se defendió el castaño. -Es para no verlo a él, a Caleb. -Suspiró pesadamente. -Ellos...siempre han tenido algo juntos, yo...yo no sé que. -Tartamudeó. -Es algo mutuo, una conexión, se quieren en serio. -Volvió a suspirar y inhalar. -No voy a tratar de meterme con la novia de mi amigo. -Confirmó.

Maddie sacudió la cabeza en forma de negación, no le gustaba que alguien como el se sintiera de ese modo, pero le daba una inmensa ternura escucharlo hablar así de sus amigos, Noah era capaz de ponerse como un escudo por ellos, protegiéndolos de los demás y alejarlos de los problemas. Para eso están los amigos, ¿No?.

-Noah. -Lo llamó. -Tú no puedes hacerte daño todo el tiempo por ellos, no es tu culpa querer a Sadie, no ha sido tu culpa que peleen anoche, de todos, tú en esta situación eres la víctima, y deberías valorizarte más para poder defenderte. -Le aconsejó con una voz dulce. -Eres un increíble amigo Noah, ya deja de dudar eso. -Dió una mirada que pudo transmitir tanta paz en el, estaba realmente conmovido.

-No puedo hacerles daño, yo...no soy nadie sin mis amigos. -Habló con la voz frágil, al borde del llanto, se sentía realmente vulnerable, y quería llorar como un niño que había echado sus chocolates. -No quiero hacerles daño.

-Tú lo eres todo, con o sin ellos. -Le animó la rubia. -Te gusta Sadie, Noah, es momento de que lo admitas.

Una lágrima rebelde abandonó sus ojos, resbalando por sus mejillas y terminando por colgar en su mentón, Maddie lo miró, y sin soltar otra palabra, simplemente lo abrazó, reconfortandolo, dándole esa seguridad que necesitaba en el momento, ese valor que debía tener, para admitir, que de verdad, su corazón latía desenfrenadamente por su amiga pelirroja.

Y en medio del caos, ahí estaban ellos, en un abrazo, comenzando algo que quizás los llegue a confundir, pero no a separar.

Estaban enlazados.

Y lo estarían por siempre.

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Man, casi lloro escribiendo a Noah inseguro.

¿Les cae bien Maddie?

¿Tienen teorías?

Nos vemos, probablemente mañana.

-xoxo