օɾíցҽղҽs: LA SALA DE LOS MENESTERES // Tom Riddle

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Nada más llegar a su habitación Regina se tiró en la cama a dormir, junto con el diario. Todo por si acaso.

A la mañana siguiente se levantó más pronto que sus compañeras de habitación y encerrándose en el baño, comenzó a leerlo.

Se notaba que Tom pasaba mucho tiempo escribiendo y Regina temía que eso pudiera resultar un problema a la hora de encontrar la parte donde hablase de la misteriosa sala.

Comenzó pasando las páginas en busca de indicios, pero al no encontrar nada, al final tuvo que conformarse con leer desde el principio.

El diario comenzaba un par de meses antes de entrar en Hogwarts y hablaba en principio de unos extraordinarios poderes, de origen desconocido.

Regina no pudo evitar sonreír al darse cuenta de que hablaba de sus poderes mágicos, pero paró enseguida, al seguir leyendo.

Tom utilizaba sus poderes para acosar a sus compañeros del curso orfanato e incluso cometer algún crimen mayor, como ahorcar un conejo.

Otra parte que narraba con bastante detalle era el día en el que Dumbledore había llegado al orfanato y le había contado sobre su magia.

Tom se había desilusionado al principio, cuando descubrió que no era el único con esos poderes tan especiales, pero luego se le pasó, al pensar que podía ejercitarlos en aquella escuela de magia, Hogwarts.

Después de eso la siguiente escena que se narraba al detalle era la ceremonia de selección y como había sido seleccionado para Slytherin.

Según Tom, las palabras exactas que había dicho el sombrero habían sido:

"El heredero del mismísimo Salazar Slytherin no podrá ir a otra casa que no sea la de las serpientes"

Después de leer eso Regina cerró el diario de un golpe. ¿Heredero? Por lo mucho que había leído a lo largo de su vida, sabía perfectamente quien había sido Salazar Slytherin.

Había vivido hacia algo menos de mil años y junto con los otros tres magos más poderosos de su época había fundado Hogwarts.

Algún tiempo después había discutido con los otros tres fundadores y había abandonado el colegio. Sus ideologías, la razón.

Slytherin pensaba que tendría que estar prohibido acudir al colegio a los hijos de muggles, algo que Gryffindor, Ravenclaw y Hufflepuff no apoyaban.

La leyenda contaba que, antes de irse, Slytherin había construido una cámara secreta, con una bestia en su interior. La única persona capaz de abrirla era el heredero de Slytherin y precisamente por eso Regina se asustó.

Veía a Tom capaz de abrir esa cámara. Sacudió la cabeza, alejando todos esos pensamientos negativos y siguió leyendo. Un par de semanas después de comenzar el curso Tom había hablado con una fantasma, la Dama Gris. Esta le había enseñado una sala increíble, llamada Sala de los Menesteres, dónde Tom pasaría mucho tiempo a partir de ahí.

Lo especial de esa sala no era solo que se escondía, sino que también se ajustaba a las necesidades del vianante. Si necesitabas dormir, se transformaba en un bonito dormitorio, pero si necesitabas buscar algo, se transformaba en una enorme sala, con miles de objetos a su disposición.