Tom, el estudiante perfecto. Tom, el predilecto de los profesores. Tom, el popular entre sus iguales, curiosamente se sentía solo.
Ahora permanecía en una esquina de su sala común escribiendo efusivamente en su diario mientras que sus amigos hablaban con los alumnos recién llegados de sus casas después de Navidad.
Había pasado todas las vacaciones sin escribir, pero ahora lo hacía, para desahogarse, sobre todo, después de lo que había encontrado el día anterior.
Esto fue lo que pasó.
Como llevaba haciendo ya desde hacía tiempo, se dirigía a la sala de los menesteres a buscar algo sobre su pasado, sobre su padre, el mago.
Sin embargo, comenzaba ya a perder la esperanza de encontrar algo y la confianza en la fantasma que le había dicho que fuera hasta allí.
Fue precisamente por eso que en cuanto la vio se acercó a ella y llamó su atención.
—¡Helena!
La fantasma se giró hacia el mago con una gracia sobrenatural y lo observó con sus ojos rebosantes de pena.
—¿Qué quieres Tom?
—¿Crees que en la sala de los menesteres encontraré algo relacionado con mi padre? Llevo mucho tiempo buscando y no he encontrado nada.
—La sala de los menesteres es un lugar muy particular, Tom. Quizás no estés haciendo el pedido correcto.
—No creo que...
No le dio tiempo a acabar su frase. Antes Helena desapareció, atravesando una pared.
—¡Helena!¡Helena!
Pero Helena ya se había ido.
Al día siguiente, al acabar de escribir esa historia soltó la pluma con hastio.
Recordar aquel momento le hacía sentir impotente y eso que era lo más útil que le había logrado sonsacar a la fantasma desde que esta le había revelado la existencia de la sala de los menesteres.
Incluso pensaba que su padre no podía ser mago. En la recién publicada lista de los sagrados veintiocho el apellido Riddle no aparecía, pero eso le parecía lógico a Tom.
Después de tantos años era normal que la sangre muggle y la mágica se hubiese mezclado, por no decir que no todos los apellidos de sangre pura estaban en esa lista.
De pronto una gran ovación se escuchó y entraron por la puerta de la sala los dos hermanos Black, Alphard y Walburga.
Eran adorados por todos en la casa Slytherin, solamente por su apellido, sin tener que hacer nada para llegar a la privilegiada posición social en la que se encontraban.
Aún así, eso no parecía gustarles, al menos al hermano menor. Alphard tenía cara de pocos amigos cuando llegó y fue apartando a todos aquellos que se interponían en su camino hasta llegar a Tom.
—Riddle. ¿Qué tal las vacaciones de Navidad?¿No las has querido pasar junto a tus iguales?
Los demás alumnos, que habían callado mientras Alphard hablaba, estallaron entre risas.
Por muy popular que fuera Tom, sus compañeros no olvidaban que mínimo era mestizo, algo que en la casa Slytherin se pagaba caro.
Tom levantó bajó la cabeza, como esperando algo, algo que lo más probable era que no llegara.
Tachán! Primer capítulo enteramente dedicado a Tom. Es un poco de relleno, pero incluye detalles muy importantes, algunos que se obviaban, otros que no tanto.
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օɾíցҽղҽs: LA SALA DE LOS MENESTERES // Tom Riddle
FanficTom Riddle tiene un plan perfecto para convertirse en inmortal, pero una chica llamada Regina intentará boicotearlo. ¿Lo conseguirá? 𝗔𝗖𝗟𝗔𝗥𝗔𝗖𝗜𝗢́𝗡 𝗗𝗘𝗟 𝗧𝗜𝗧𝗨𝗟𝗢: Este es el primer libro de una mini saga y transcurre en el primer año de...