♠CapítuloCatorce

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En cuanto vi salir a Newt enfadado del comedor, me excusé con Minho y salí a buscarlo. No sabía por qué fui detrás de él, ni qué me impulso a hacerlo, sólo… lo seguí. Mientras lo seguía a unos metros, caminaba cada vez más rápido, ya que él cada vez se acercaba más al bosque, hasta que se paró de pronto, lo que me hizo detenerme a un metro de él.

-¿Newt? –Pregunté temerosa, casi no le veía la cara. El no respondió, por lo que seguí insistiendo- Ey –Me acerqué para tomarle la mano, pero él se corrió bruscamente- ¿Qué te sucede?

No me dijo nada. ¿Por qué no me hablaba?

-Háblame –Le pedí. Nada- Por favor –Susurré con desespero- ¿Estás enojado conmigo?

-¿Por qué estaría enojado contigo? –Se volteó hacia mí, con una mirada sombría, la cual sólo estaba alumbrada levemente. Se veía a aterrador.

Abrí la boca para decir algo, pero luego la cerré.

Por supuesto, no todo tiene que ver conmigo. Me llevé la mano a la cara.

-Lo lamento, me siento como una idiota.

Newt fue relajando los hombros, y una mirada vacía inundó sus ojos. Seguido de esto, se arrojó al suelo y quedó con la espalda apoyada contra un árbol. Me arrodillé junto a él y le toqué la frente.

-Newt, estás helado.

Él retiró mi mano y me miró unos segundos a los ojos, luego pronunció con voz ronca.

-Vete, por favor.

Bajé la mirada, sin atreverme a mirarlo a los ojos, y me levanté de uno salto, mientras me sacudía la tierra del pantalón. Asentí.

Era increíble como sentí que mi corazón se destruía al oír esas palabras.

Me llevé la mano al pecho cuando sentí una punzada en el pecho y me detuve en seco. Esta vez sentí literalmente el dolor, tan fuerte que me estrujé la remera bajo la mano. Me derrumbé en el piso con los ojos como platos.

La respiración comenzó a fallarme y tenía que hacer un gran esfuerzo para tomar una bocanada de aire. Dejé salir un grito ahogado.

Giré la cabeza hacia atrás, Newt ya no estaba ahí. La voz no salía de mis labios y no había nadie cerca a quién pedir ayuda.

Tragué con dificultad y me volteé hasta quedar acostada en el piso. Comencé a dar patadas, sin poder contenerme. No podía levantarme.

De golpe, sin dejar de sentir el dolor, me levanté. No sabía cómo lo había hecho, de alguna forma, ya no era dueña de mis acciones.

Las punzadas en el pecho se hacían cada vez más fuertes y dolorosas, no podía mover un rasgo de la cara, no podía gritar, pedir ayuda. Las manos estaban inmóviles a los costados y caminaba hasta el matadero.

Posiblemente el lugar del que más quería mantenerme alejada del Claro.

Mis pies no respondían a los llamados. Llegué hasta la puerta y me detuve en seco, moví los ojos, la única parte de mi cuerpo que podía comandar aún, hacia abajo. Estaba cerrado, con candado.

Si hubiera podido, en ese momento hubiera suspirado de alivio. No duró mucho, pues aún sin poder detenerme levanté el brazo y encerré el candado dentro de mi mano. No tenía idea de lo que vendría a continuación.

De pronto, comencé a apretar fuertemente el candado, causándome un terrible dolor, sentí como se quebraban dos de mis dedos por el esfuerzo ante el material, hasta que terminé partiendo el candado.

Abrí los ojos como platos, atónita. Me dio otra punzada en el pecho, luego en la cabeza. Ahogué un grito cuando me di cuenta que no podría hacer más que eso.

Entré al lugar, e inmediatamente el olor a putrefacto y comida con la que alimentaban a los animales llegó hasta mis fosas nasales.

Caminé directamente hasta la mesa, donde Winston dejaba los cuchillos y tomé el más grande entre las manos.

El pánico me recorrió. 

Intenté soltarlo, en vano.

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Chan chan chan

Bueno, este es el especial mirado desde el punto de vista de Lyra.

Osito Newt, ¿Dónde estás cuando te necesitan? :'(

Newt's secret girl (The Maze Runner//Newt)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora