♣CapítuloVeintiuno

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Grité, un alarido que debió de haberse escuchado desde aquí a la finca. Gally se arrodilló junto a mí y me abrazó por la espalda, mientras inspeccionaba mi herida.

Lo ignoré y me paré de golpe comencé a pegarle puñetazos a la pared, haciendo un gran escándalo. Sentí una mano apoyarse sobre mi hombro, la cual corrí bruscamente, sin detenerme a ver si era de Gally o de Alby. Mis puños comenzaron a sangrar, y cuando paré, solté un alarido al recordar los dedos dañados, de los cuales el arreglo estaba destrozado y habían vuelto a abrirse un par de cortes.

-Cálmate, cálmate.

Me detuve y giré la cabeza con rapidez al oír la voz de Newt detrás de mí, intentando consolarme. Me arrodillé en el suelo con la cara entre las manos, llorando. Él imitó mi acción y se acomodó al lado mío, corriendo las manos de mi rostro.

Unos cuantos mechones de pelo caían sobre mi cara, tapándome buena parte de los ojos, pero sin hacerlo del todo. Supuse que estarían brillando por las lágrimas.

Newt corrió toda la maraña de mi rostro, notando que estaba más tranquila, pero respiraba con dificultad, ayudándome hiperventilando con la boca. Pasó el pulgar sobre las lágrimas que seguían en mis mejillas y tomó mi rostro entre sus manos, obligándolo a mirarlo más a los ojos. Suspiré.

-Tranquila… -Repitió, despegando una de sus manos de mi rostro y llevándola hasta mis manos. Ante su roce, las corrí rápidamente como acto de reflejo, pero él las volvió a tomar, con más delicadeza, bajando la vista hacia ellas. Las cubrió a ambas con un paño. Observé su rostro mientras lo hacía, lucía tan concentrado. Lo hacía con tanta suavidad que casi ni sentí cuando lo hizo- ¿Ves? Ya está.

Su voz era casi como un susurro, que de no ser porque muchos habitantes estaban muy atentos a nuestra conversación –su conversación-, muchos no hubieran escuchado sus palabras.

Tragué en seco y él me ayudó a levantarme. Los docs ya estaban allí, habían traído una camilla para trasladarme hasta la finca, pero me decidí por caminar. Me solté levemente de Newt y a trompicones los acompañé. Sabía que Gally me estaba siguiendo de cerca, por si caía.

Giré la cabeza, viendo como Newt se hacía un punto negro entre las plantas del boque, con la tristeza reflejada en el rostro, viéndome alejar.

 

Una semana en la finca mientras mis heridas sanaban. No me dejaban levantarme de la pequeña camilla, no podía trabajar, no podía bajar al comedor, no podía hacer nada. Gally iba a verme todos los días, por las mañanas y por las tardes, a veces se quedaba toda la noche dormido en la silla que estaba a un lado mío. Minho vino a verme un par de veces, pero no intercambiamos muchas palabras, y el ambiente se hacía algo tenso e incómodo.

La puerta de la habitación sonó. Me sorprendí un poco ya que Gally nunca tocaba y no era la hora en la que venía a verme, los docs simplemente pasaban y si Alby entraba, lo hacía junto a ellos.

No respondí, pero la puerta se abrió, dejando ver a Newt detrás de esta. Debí imaginarlo. Di unas palmadas a la camilla, invitarlo a sentarse. Él pareció un poco sorprendido al principio, pero terminó sentándose.

-Sabía que vendrías –Admití, al ver que no decía nada- Aun que te tardaste un poco más de lo que hubiera deseado.

-¿En serio querías que viniera? ¿Después de cómo te traté?

Bajé la mirada y observé a mis pies moverse, para buscar una distracción. Luego crucé las piernas y las atraje a mí, sacándome la manta, dejando ver la gran herida vendada, de la que aún sobresalía un poco de sangre.

-Después de todo… siempre fuiste un buen amigo –Le dije, levantando la vista hacia él.

Newt se llevó las manos a la cara, escondiéndose en ellas, y subió los pies a la camilla, en posición de indio. Ahora tenía más lugar ya que había corrido mis piernas.

-No te merezco, en serio, Lyra. No puedo haberte tratado tan mal y luego tú tan sólo me perdonas. Tienes que dejar de hacerlo, debo aprender.

Me acerqué a él, ayudándome con las piernas, y le puse una mano en el hombro. Newt levantó la cara, quedando a centímetros de mi rostro. Tenía el pelo atado en una cola alta, pero hubiera deseado arrojármelo todo delante de los ojos para que no me viera, no podía evitar sentir vergüenza, y no sabía por qué.

-No entiendo por qué dejaste de hablarme –Protesté, pero luego agregué con voz suave- Pero Newt, no eres malo. Eres una de las mejores personas que he conocido.

Él bajó la mirada, cosa que agradecí enormemente.

-Lyra… -Comenzó a decir él, pero de un momento a otro, una punzada me recorrió el estómago. Grité, interrumpiéndolo. Newt se paró de golpe y llamó a Jeff, quien vino en seguida.

La respiración se me dificultó, hice la mano un puño y corrí a Jeff con el brazo, tirándolo al suelo. No sé porque había hecho eso, Newt me miró con temor e intentó frenar mis brazos. Me paré de golpe de la camilla, arrojándolo hacia la pared.

Me llevé la mano a la cabeza, y comencé a estrellármela contra la pared, sin poder detenerme. Cada golpe se intensificaba, al igual que mis gritos. Mi voz se cortó, de vuelta, sin poder pedir ayuda. Sentí como la sangre comenzó a recorrer mi espalda.

Me estaba mareando, estaba por caer. Iba a morir, esta vez iba a hacerlo.

Newt's secret girl (The Maze Runner//Newt)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora