Me levanté del suelo y me desperecé, miré a todos los habitantes que seguían acostados a mí alrededor. Caminé entre ellos intentando no pisarlos y salí un poco a los trompicones. Busqué a Gally con la mirada, que siempre solía despertar antes que yo y esperarme sentado con una de las paredes de la finca, pero al no encontrarlo, supuse que me había despertado más temprano de lo normal.
Al no saber a dónde dirigirme, entré al bosque, lejos del bullicio de los habitantes. Caminé un gran trecho, nunca había entrado allí, pero ahora entendía porque Newt me había dicho cuando me dio el recorrido que era fácil perderse.
Esquivé algunas ramas agachándome o simplemente corriéndolas, hasta que llegué a una gran piedra donde podía sentarme. Me dejé caer y me llevé la mano a la cabeza, mientras bufaba. Por alguna razón, estaba agotada. Sentí algo en el bolsillo del jean que llevaba, y lo palpé con la mano confundida. Tiza. ¿Qué hacía una tiza dentro del bolsillo de mi pantalón? La arrojé a unos dos metros míos, restándole importancia.
En seguida me dio una punzada en el estómago. Me incliné y lo apreté entre mis brazos, soltado un quejido. Todavía tenía la venta en la mano izquierda por los dedos quebrados, por lo que al hacerlo, chillé de dolor recordando no presionarlos. Sentí una punzada en el cuello, luego en las rodillas. Cada vez más fuertes.
Me levanté, sin poder evitarlo, y temí lo que haría. Intenté gritar, pero a pesar de ser dueña de mis expresiones, no salió sonido alguno de mis labios. Apreté los ojos y mientras me dirigía completamente a ciegas hacia el lugar donde había arrojado el pedazo de tiza. El viento me golpeó la cara. Me agaché y agarré la tiza, en contra de mi voluntad. Debía admitir que de cierta forma estaba aliviada porque no podía matarme con tiza… ¿Verdad?
Caminé otro gran tramo, y al no poder controlarme, me golpeé varias veces la cabeza con ramas. Intenté quejarme por el dolor, fallando en el intento. Comencé a sollozar, sin poder evitarlo, sintiendo como las lágrimas humedecían mis mejillas, dejando un rastro invisible.
Llegué hasta el final del bosque, donde había una gran pared, a tan sólo metros de donde Gally me había hecho grabar mi nombre una semana atrás. Levanté la mano bien alto, y no estaba segura de sí en ese momento agradecía o no ser tan condenadamente baja, pero comencé a deslizar la mano por el material. Intenté detenerme con todas las formas posibles, pero luego llegué a la conclusión que lo que sea que estaba escribiendo podía ser útil, y mientras no intentara asesinarme, no opondría resistencia. Aflojé las facciones de mi cara y me quedé serena luego de terminar una “C” tan grande como la altura me lo permitía. No tarde mucho, pero todo me dolía, las fuertes punzadas que me recorrían el cuerpo.
A penas terminé me derrumbé en el suelo, agotada por resistir tanto el dolor. Me llevé la mano hacia la rodilla, que había dejado un gran moretón cuando la había golpeado sin querer contra una piedra, estaba sangrando un poco pero lo ignoré cuando recordé la inscripción. Levanté la cabeza de golpe.
“CRUEL ES BUENO”.
-¿Qué? –Me pregunté a mí misma.
Sólo en ese momento fui consciente de que pude hablar, por lo que me levanté de un salto y corrí hasta el Claro, llamando a Gally. Este, al escucharme, levantó la cabeza rápidamente despegándola de su trabajo y al ver la herida de la rodilla, llorando y con el pelo todo desacomodado de la trenza improvisada que me había hecho esta mañana, corrió hacia mí, hasta que me detuvo tomándome por los brazos.
-¿Qué pasó? –Miré por arriba de su hombro y él volvió a hablar pensando que no lo había oído- ¿Lyra? ¿Qué ocurrió?
-¿Dónde está Alby? –Contesté con otra pregunta.
Gally giró la cabeza y se rascó las raíces del pelo, pensativo. Segundos después apuntó hacia la huerta, a la que Alby se estaba dirigiendo.
Tomé a Gally de la mano y lo arrastré conmigo hasta alcanzar al líder, quién lució un poco asombrado de verme en el estado en el que estaba. Luego frunció el ceño.
-¿Qué sucede, larcha?
-Tienes que venir conmigo –Le pedí- El bosque, hoy entré y… tuve otro ataque –Expliqué refiriéndome a cuando pierdo el control de mi cuerpo y mis acciones.
-¿Te lastimaste?
-Escribí algo.
Gally frunció el ceño, al igual que Alby, y ambos me siguieron. Caminamos un buen trecho, del que no había sido consciente, había caminado demasiado, incluso más de lo que esperaba.
Aún llevaba a Gally de la mano, y al caminar tan rápido, lo arrastraba, haciendo que se llevara unas cuantas ramas por delante al ser más alto que yo. De no estar tan asustada ahora, habría estado a carcajadas desde que entramos.
Llegamos hasta la pared y pegué un grito, sobresaltándolos. Me acerqué con rapidez y pasé la mano por donde antes estaba escrito el mensaje con tiza, ahora reemplazada por sangre. Ahora, en vez de que las letras blancas y claras, estaban rojas como el fuego resbalándose por el muro.
Sentí una punzada en el costado del estómago y me llevé la mano allí. Chillé y restiré la mano al darme cuenta de la gran herida que tenía ahí. Levanté devuelta la cabeza hacia las siniestras palabras y lo comprendí: era mi sangre.
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Chan chan chan.
¿Están emocionadas? Me siento malvada (no cruel, cruel es bueno).
Espero les esté gustando la novela.
¿Cuál es su personaje favorito hasta ahora?
Adiós larchas, no leemos pronto.
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Newt's secret girl (The Maze Runner//Newt)
Fanfic-Newt, si sigues caminando tanto te vas a quedar rengo de ambas piernas -Se burló Thomas, al ver a su amigo ir caminando de un lado a otro. Este se sentó de golpe en el pasto, junto a Thomas y Chuck, soltando un exagerado suspiro de cansancio. -Chuc...