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En toda la casa se sentía un aura pesada. No solo era el hecho de que uno estaba entrando en una depresión, si no que otro más que era quien la había causado estaba teniendo una crisis nerviosa. El sólo hecho de saber que su admirador secreto era hombre lo asustaba.
Tras sus fracasos amorosos George pensó en más de un momento, se cuestionó tanto su orientación sexual. Quizás el problema no era él. Eran las mujeres, era que no le gustaban en realidad y el quería algo opuesto a una mujer; Queria un hombre.
Todas y cada una de esas veces terminó con una crisis nerviosa mientras tomaba una ducha para volver a sentirse "limpio". El respetaba a todos, incluso los apoyaba pero no esperaba que fuera parte de ellos. Y mucho menos que Alex Karev que era una persona tan a la antigua con sus estúpidas ideas y estereotipos fuera Gay. Dios estaba tan confundido.

Lo mejor que podía hacer era ducharse, por un largo tiempo. Pero eso significa salir de su habitación, cruzar el pasillo, llegar al baño sin que nadie lo intercepte en el camino y lo empiecen a questionar.

Tomo un cambió de ropa y su toalla y se paro frente a la aún cerrada puerta de su habitación. Suspiró y abrió la puerta intentado hacer el menor ruido posible y camino a paso veloz al baño. Por su suerte estaba libre. Toda la casa lo estaba, a excepción de la habitación de karev. Alex seguía en su habitación seguramente iba Por el sexto bote de helado si es que aún podía comer.

Entro rápido al baño y lo cerro por dentro. Se dirigió a la ducha en donde estuvo parado por un largo tiempo. Se sentía tan bien sentir la fria agua posarse sobre su cuerpo desnudo. Para George eso era vida.
Cuando se sintió lo suficientemente limpio cerro la regadera y empezó a secarse con la toalla. Tras ello se empezó a vestir. Suspiró nuevamente ante la puerta cerrada antes de salir. Cuando la abrió pudo ver a un preocupado Alex que no dudo ni un segundo en abrazar lo. Como si fuera un niño pequeño que quería proteger de todo él mal, al final de cuentas Alex miraba a George como un pequeño, su pequeño. Y quería protegerlo de todo. Sin importar esas cosas que había dicho. El no podía dejar de sentir ese calor en su pecho al ver a George.

—¿Que estas haciendo? Karev sueltame!— George intento safarse pero fue en vano. Su pequeño cuerpo no podía contra él de Alex.

—Estaba preocupado. Estuviste mucho tiempo dentro.— Alex puso su cabeza en el cuello de George mientras olía el mismo. De pronto se sintió mas tranquilo, pero no quería soltarlo.

—Estoy bien Karev, ahora sueltame.

— George, yo…

— Karev te dije que me soltaras!

Alex lo solto lentamente mientras lo miraba asustado. Ese no era el alegre Bambi que conocía. No era su George.
Sin decir nada Alex se fue a paso veloz a su habitación dónde una vez más se encerró.

George miro a travez del pasillo. Estaba solo, él estaba sólo. Alex lo había dejado sólo.

Ward Love [Galex]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora